La crisis de los misiles utilizando como herramienta los niveles sistémico
Enviado por Sara • 26 de Noviembre de 2018 • 2.385 Palabras (10 Páginas) • 384 Visitas
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Ya estallada la crisis, la Unión Soviética implementa la operación Anádir, otro de sus medios, destinada a atacar mediante lanzamiento de misiles, bombarderos, una división de infantería y crear una fuerza que pudiera defender de una invasión a Cuba por parte de las fuerzas armadas norteamericanas. Así mismo entre el 17 de junio y el 22 de octubre de 1962, la URSS dio a Cuba una importante cantidad de armamento. El líder soviético ordenó que el traslado e instalación de armamento se realizara con discreción, esto en contra de los deseos y objetivos del gobernante cubano Fidel Castro, quien había solicitado que esta acción se realizara de forma pública para apoyar sus fines de propaganda. La instalación de misiles soviéticos en la isla de Cuba fue descubierta por un avión espía estadounidense a mediados de 1962. Analistas de la CIA, comunicaron inmediatamente al presidente norteamericano que se estaban efectuando instalaciones de misiles en Cuba, no operativas pero que lo estarían en poco tiempo, lo cual significó una gran preocupación para los Estados Unidos debido a la corta distancia con Cuba.
Al constatarse de esta situación, la Organización de los Estados Americanos toma su papel como organismo internacional, bajo presión estadounidense, e impone sanciones al gobierno cubano determinando un bloqueo naval con el objetivo de impedir la llegada por vía marítima de más armamento que pudiera representar una amenaza para Estados Unidos.
Dentro de los factores políticos, Nikita y Kennedy se encontraban fuertes y decididos, sobre todo para la gran cantidad de armamento que ambos tenían y el hecho de que eran potencias. Por otro lado, el gobierno de Fidel Castro se encontraba algo débil ya que apenas comenzaba con su nuevo régimen, no era potencia y no contaba con su propio armamento por lo que en ese momento la interdependencia de Cuba cambia de ser con Estados Unidos, ahora con la Unión soviética que protege a Cuba y se convierte en ese momento en su gran aliado. Por otro lado, la posición estadounidense se enfrentaba a la soviética, donde la distribución de poder más fuerte recaía, ya que ambas eran grandes superpotencias, y el hecho de una guerra abierta entre ambos países se hacía inminente. Fuera con un mutuo ataque de misiles o atacando la URSS a los países aliados de Estados Unidos en Europa Occidental, los consejeros militares de John F. Kennedy consideraban seriamente la probabilidad de una guerra nuclear a gran escala para detener al gobierno soviético, pero ninguno de estos países se atrevía a usar la fuerza armamentista para lograr sus fines, por temor a las repercusiones.
Sin embargo, el 26 de octubre el gobierno soviético cambió sus objetivos con el fin de buscar la paz y envía a Washington D.C. un mensaje personal de Jruschov a Kennedy para llegar a un acuerdo que consistía en que los buques soviéticos se retirarían si el gobierno estadounidense hacía pública su renunciando a derrocar al régimen de Fidel Castro y ofrecía no patrocinar cualquier más ataques bélicos. En un nivel estatal, la capacidad de negociación de estos actores se da a notar defendiendo sus proyectos nacionales de manera diplomática.
No obstante, el 27 de octubre de 1962, la defensa soviética ubicada en Cuba, detectó e interceptó a un avión espía estadounidense, derribándolo con un misil mientras espiaba el a la isla de Cuba, aumentando así la tensión del conflicto y haciendo que los objetivos de paz se vieran comprometidos ya que Fidel Castro se sentía traicionado en cierto modo por los soviéticos al no tomarlo en cuenta en sus acciones y negociaciones con el enemigo. En un nivel individual, este líder comienza a tomar decisiones temperamentales y sin consultar a su aliado. Pero en la mañana del mismo día, Jrushchov propuso a Kennedy desmantelar las bases soviéticas de misiles en Cuba a cambio de “la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al territorio cubano”[4]. Además, la propuesta soviética establecía que los Estados Unidos a cambio deberían desmantelar sus bases de misiles instaladas en Turquía, país fronterizo con la URSS.
Los diplomáticos soviéticos y estadounidenses comenzaron a realizar urgentes y continuas negociaciones secretas en Washington y en Moscú, para solucionar la crisis. No obstante, en las negociaciones estuvo excluido Fidel Castro, ya que el gobierno soviético se negó a compartir el tema de las negociaciones La Habana ya que sabía que su aliado Cubano no estaba buscando la paz. El 26 de octubre el gobierno cubano pidió al gobierno soviético no ceder ante las propuestas del gobierno estadounidense pues una invasión a Cuba se consideraba inminente. Las tropas soviéticas que estaban en Cuba recibieron órdenes de mantenerse en sus puestos para proteger a Cuba hasta nuevo aviso pero manteniendo bajo custodia el armamento para impedir que el conflicto creciera. En dichas negociaciones se ve como en verdad el conflicto es bipolar, ya que Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaron a negociar excluyendo discretamente al líder cubano.
Tras las negociaciones, Kennedy y su gabinete aceptan la propuesta de los soviéticos el 28 de octubre. Este acuerdo se dio a conocer más tarde, ya que Kennedy aceptó no invadir Cuba ni apoyar a quien tuviera la misma intención .El desmantelamiento de los misiles estadounidenses en Turquía se concretó seis meses después.
Espionaje aéreo estadounidense mostró en los primeros días de noviembre que los buques soviéticos retiraban su armamento de Cuba, acreditando así el cumplimiento del acuerdo realizado el 28 de octubre.
El 20 de noviembre el gobierno Estados Unidos puso fin a su espionaje alrededor de Cuba, y dos días después el primer ministro soviético Anastás Mikoyán, actor secundario pero importante, visitó La Habana informando a Fidel Castro que “la presencia militar soviética continuaría en Cuba pero sólo dotada de armas convencionales” [5], retirando la URSS su armamento nuclear de Cuba a pesar de la insistencia del gobierno cubano en sentido contrario.
Desde la perspectiva del nivel estatal, sólo de esta forma pudo terminar la crisis, sin dar muestras de debilidad ni de derrota por ninguna de las potencias, y se logró evitar el conflicto directo; algo que ni Washington ni Moscú hubiera querido.
Para poder mantener una buena comunicación entre las potencias se creó el teléfono rojo, que era una línea de comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, que bajo un nivel estatal en términos de negociaciones fue muy bueno ya que tenía el fin de agilizar las conversaciones entre ambas potencias durante períodos de crisis, evitando las demoras diplomáticas, y tratando
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