Lázaro cárdenas del Rio.

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Lo que sucedió para los años de 1935 y 1940, en materia económica fue la expropiación petrolera, que afecto las exportaciones de combustibles, además de arrastrar las ventas de minerales, y detuvo las inversiones del sector privado de la economía. En estos mismos años el estado se convirtió en “estado activo”, involucrado en la producción y creación de infraestructura. Durante el sexenio hubo una gran baja en el valor de la producción agrícola gracias a el reparto ejidal, y las consecuencias que este trajo, repercutieron en la legitimidad política y la disminución de apoyo a ejidatarios, ya que lo que estos producían era para el autoconsumo, así pues, hubo una inflación en el aumento del precio, y daba la escasez de productos, afectando directamente a los trabajadores asalariados, pero beneficiando a los campesinos que recibieron tierra en este gobierno, ya que mejoro su forma de vida y su posición.

Los autores denominaron como utopía cardenista a una visión, donde el objetivo era la industrialización consiente, que significaba la construcción de un México de ejidos y pequeñas comunidades industriales. Que este reparto ejidal fuera una forma de justicia social. Que en lo industrial predominaran las corporativas, así como la propiedad pública. (calles, carreteras, casa etc.)

Cárdenas ocupo su plan sexenal, para ocupar la generalización del contrato colectivo de trabajo, la cláusula de exclusión y el rechazo de sindicatos blancos. se quería crear una planta industrial básicamente para que los obreros fueran los dueños de los medios de producción.

En 1935, se creó un bloque de organizaciones sindicales formando por el comité de defensa proletaria (CNPD), formado por nueve confederaciones y sindicatos de industria.

Cárdenas en un discurso puso los “catorce puntos”, enfatizando en la necesidad de poner fin a los conflictos de las organizaciones obreras y dar paso al frente unido de los trabajadores.

Posteriormente se formó la confederación de trabajadores de México (CTM). Sus principios rectores fueron los derechos laborales, mejoras salariales, derecho a huelga, y el cumplimiento del artículo 123 constitucional. Dentro de los mismos catorce puntos se propuso que los salarios se fijaran según fuera la capacidad de la empresa. En 1937 surgieron amenazas de huelgas contra la industria petrolera, ferrocarrileros, y cañeros. Al ver esta situación el gobierno comenzó a intervenir para que no existiera un paro de labores, y comenzó a escuchar las demandas de los trabajadores y mediar entre los dueños y los trabajadores. y finalmente el 18 de marzo de 1938 se hizo, la nacionalización de la industria petrolera, pero Cárdenas se negó en volver a Pemex una empresa con administración obrera, aunque le dio a los trabajadores participación en el manejo de la nueva organización estatal. Algunos de los acontecimientos antes de la expropiación petrolera, fue el surgió en 1935, del sindicato de trabajadores del petróleo de la república mexicana (STPRM), que mejoro las condiciones de trabajo y aumento los salarios. Esto llevo a la expropiación por parte del gobierno del mercado del petróleo en 1938. Y en 1940 Cárdenas llego a un acuerdo con las empresas norteamericanas, donde México iba a pagar indemnización, en efectivo, así como en combustible.

En el plan sexenal se siguió dotando de tierras y aguas a los núcleos agrarios y se vio al ejido colectivo como una posibilidad, de que las regiones agrícolas ya expropiadas, no se transformaran aquellas zonas donde aún había ejidatarios, a dedicarse a un solo cultivo para el autoconsumo. Por otro lado, se conformó la confederación nacional campesina, que nace del seno de la CCM y plantea el apoyo al reparto ejidal, y defender los intereses de los trabajadores. Se convirtió prácticamente en la representación de los campesinos. En 1938 el partido cambio sus siglas del PNR, paso a ser el Partido de la revolución mexicana (PRM), pues se corporativizo y surgió como una coalición de sectores: el sector campesino, representado por la liga de comunidades agrarias y por la CCM. Para mayo de 1937 se organizó la unión nacional sinarquista, que era un grupo fascista en contra del ejido y quería el apoyo y la consolidación de la pequeña propiedad privada. Se impido la reconstrucción de latifundios y se mantendría el ejido como base de la economía agrícola.

Al final del sexenio prácticamente se dio con la expropiación petrolera de 1938, donde renuncian al gabinete, Francisco Mujica, y Manuel Ávila Camacho, para preparar su precandidatura. Con la expropiación surge una crisis económica y política, y los procesos de reformas se fueron dando más lentamente, o en algunos casos se detuvieron. Cárdenas eligió a Ávila Camacho pues era un representante más moderado. Y finalmente llega el 1 de diciembre de 1940 a la presidencia.

BIBLIOGRAFIA

- Aguilar Carmín y Meyer Lorenzo. “la utopía cardenista”.

- http://presidentes.mx/lazaro-cardenas