Posiciones politicas de los partidos politicos en Argentina

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MARTINEZ DE PERÓN (PJ) 1974 – 1976: En el mandato del General Perón era la vicepresidente, a la muerte de Perón ella queda como presidente. En 1975 la división entre balbinismo y alfonsinismo se profundizó con la adhesión de nuevos sectores al Movimiento de Renovación y Cambio. Pero para entonces ningún sector político estaba en condiciones por sí solo de evitar el colapso que se avecinaba. Los partidos políticos estaban profundamente divididos interna y externamente; El 16 de marzo de 1976 Ricardo Balbín pidió la cadena nacional de radio y televisión para pronunciar un discurso en el que, ante la evidente inminencia de un golpe de estado manifestó:

“Algunos suponen que vengo a dar soluciones. No las tengo, pero las hay... Todos los incurables tienen cura cinco minutos antes de la muerte.”

El discurso de Balbín, 8 días antes del golpe militar, se ha vuelto histórico y ha dado lugar a polémicas sobre su significado. El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas realizaron el golpe de estado que dio inicio al Proceso de Reorganización Nacional. Montoneros se declaran en clandestinidad y despliegan una violencia muy grande; La triple A mata a filósofos, a sacerdotes y a diputados peronistas de izquierda. Martínez de Perón, aconsejada por López Rega, consigue el apoyo de las Fuerzas Armadas y de los empresarios para ir contra los subversivos y ajustar la economía; se quiso imponer un ajuste más duro con el ministro de economía C. Rodrigo, pero al final tuvieron que dar paso atrás y reabrir las paritarias; muchos dirigentes peronistas no querían que Isabel no siga en el cargo; Martínez trata nuevamente con otro ajuste para seducir a empresarios y militares, pero no pudo con la inflación ni con el déficit; y el golpe de estado era inminente, y tanto en la oposición como en el oficialismo ansiaban el golpe. Los militares serían llamados por gran parte de la sociedad a ejercer el poder y restablecer el orden. Tarea que emprendieron las tres fuerzas militares poniendo en marcha un plan de “Aniquilamiento de la subversión” con represión.

GENERAL VIDELA (GOBIERNO DE FACTO) 1976 -1983:

El Gobierno de Facto establece una JUNTA, liderada por el General Videla, el almirante Massera y el brigadier Agosti, esta se hizo llamar “Proceso de Reorganización Nacional”. Este gobierno realizó la detención ilegal de personas buscadas, sin órdenes judiciales, y sin informar a la familia del destino del secuestrado. Se provocó mucho terror en la sociedad, propagandas del régimen militar que culpaban a las familias por la actividad subversiva de los prisioneros. El régimen contaba con aproximadamente 340 centros clandestinos repartidos por el país, donde se torturaba y asesinaba a los prisioneros. Los militares querían evitar las organizaciones y los reclamos sociales y para eso suspendieron las actividades gremiales por tiempo indeterminado. Intervinieron la CGT, la CGE, las 62 organizaciones y la cruzada de la solidaridad. Luego se eliminó el fuero sindical, se suspendió el derecho a huelga y se prohibió la actividad de los partidos de Izquierda. El régimen le comunicó a la población que serían reprimidas todas las manifestaciones callejeras, que todas las fuentes de producción y lugares de trabajos estatales y privados serían considerados de interés militar y que se expulsaría del país a extranjeros que afecten la paz social, que serían detenidos aquellos que difundieran actos, palabras o imágenes de subversivos.

ALFONSÍN (UCR) 1983-1989:

Alfonsín no aceptó la auto amnistía que la junta militar dictó en su propio beneficio poco antes de las elecciones y se propuso promover el juicio a los principales terroristas de estado responsables de la represión ilegal, es decir, enjuiciar a los responsables de la violencia política y liberando de responsabilidades a aquellos que sólo obedecían órdenes. La creación de la CONADEP y en enjuiciamiento a los responsables fue una gran acierto. La CONADEP (integrada por intelectuales, artista y activista de derechos humanos) trabajo hasta septiembre de 1984 recolectando testimonios detallados de los familiares de los desaparecidos y los sobrevivientes de la represión. Redacto Nunca Mas, un informe mucho más exhaustivo y desgarrador que el de la CIDH sobre el terrorismo de estado, que constituiría una invalorable fuente de pruebas para los juicios. Alfonsín intenta promover el pluralismo en la elección de autoridades sindicales y en la toma de decisiones otorgando representación a las minorías, intenta que haya mayor autonomía en los delegados de las empresas y quiere poner un límite a la reelección de los dirigentes y un mayor control sobre el manejo de recursos. Cuando la ley llega al Senado el bloque peronista la rechaza. El sindicalismo forma una CGT única con una conducción colegiada, que hizo, durante el gobierno de Alfonsín, 14 paros generales exigiendo apertura de paritarias, aumento de gasto público, aumento de los salarios, reducción de impuestos y reactivación de la obra pública Alfonsín buscó con el Plan Austral controlar la inflación con aumento de empleo y salarios, pero no le fue bien. El peronismo, durante el gobierno de Alfonsín representó una fuerte oposición que nunca ayudó. Casi todos los planes de Alfonsín , de una democracia más participativa con medidas como el traslado de la capital a Viedma, la reforma de la Constitución , la apertura al comercio y a las inversiones extranjeras , la modernización del estado, de las relaciones familiares, la reforma del sistema educativo, la reforma laboral, fueron rechazadas en el Congreso. Las sublevaciones militares, las protestas gremiales, una situación internacional desfavorable, hiperinflación y estallidos sociales, contribuyeron a la salida adelantada del poder de Alfonsín, lo sucede el electo presidente por el Partido Justicialista, Carlos Saúl Menem, en 1989.