Ensayo: partidos políticos

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La democracia como sistema requiere legitimidad y confianza. En Venezuela se incrementó la corrupción por distintas razones entre ellas, sin duda, la carencia de adecuados controles, las frecuentes y lamentables equivocaciones en la escogencia de funcionarios públicos a distintos niveles, el crecimiento del Estado, la falsa concepción del ejercicio del poder y de los derechos y deberes del servidor público. La opinión pública de entonces generalizó la creencia de que los partidos políticos amparaban la corrupción. Esto fue especialmente grave para la democracia y sus instituciones y acentuó el deterioro evidente de los partidos políticos.

Entonces, los sectores populares que habían sido hasta entonces la clientela de los grandes partidos, esta vez cambiaron de patrono, sólo que ahora el patrono era distinto. Esto sucede en 1998, cuando los pobladores de los barrios pobres de Caracas votaron mayoritariamente por Chávez. Tras ese cambio y la falta de credibilidad y confianza en la población venezolana sobre los partidos políticos, por sus fallas, desventajas, corrupción e institucionalidad, llega a tomar el espacio de los partidos, el partido socialista y revolucionario liderado por el actual presidente para la fecha, que se basaba, ya no en la ideología de los partidos democráticos antes mencionados, sino que se basaba en un partido populista (Partido Socialista Unido de Venezuela). Este partido mantiene la estabilidad y gobernabilidad de Venezuela desde entonces hasta el año 2015 en donde pierde la estabilidad de popularización por situaciones de críticas, sociales, políticas y sobre todo económicas, que lleva a la ciudadanía venezolana en votar en masa con un más del 50% y obteniendo la perdida de las elecciones del Poder Legislativo del país, dándole popularidad al Partido de la Mesa de Unidad Democrática, en el cual es conformado por integrantes de los partidos políticos AD, COPEI, nuevamente.

La actuación de los partidos en el proceso venezolano confirma la necesaria relación existencial entre la democracia como sistema y la presencia y actividad de los partidos políticos como su institución fundamental. La simbiosis de dos constantes socio-políticas: por una parte, son los regímenes democráticos los que garantizan las condiciones para el nacimiento y para la libre actuación de los partidos, y por la otra, son los partidos y sólo los partidos los mecanismos a través de los cuales la democracia desarrolla los atributos esenciales que definen su naturaleza. Los partidos y el sistema democrático se necesitan mutuamente y de que no hay democracias sin partidos. Ciertamente los partidos son las instituciones encargadas de realizar en la práctica el contenido de la teoría democrática: la agregación de intereses políticos, la canalización y organización de la participación popular, la recolección y trasmisión de demandas y apoyos, la socialización política de la población, el establecimiento y respeto de normas para la convivencia social por encima de las diferencias de la distinta naturaleza.

Hans Kelsen, afirmar que “la democracia moderna descansa… sobre los partidos políticos, cuya significación crece con el fortalecimiento progresivo del principio democrático”

“la democracia sólo es posible cuando los individuos, a fin de lograr una actuación sobre la voluntad colectiva se reúnen en organizaciones que agrupan en forma de partidos políticos las voluntades políticas coincidentes”.

“La democracia requiere, necesaria e inevitablemente, un Estado de Partidos”.