Regreso de Juárez y del civilismo.
Enviado por Jerry • 22 de Diciembre de 2018 • 3.125 Palabras (13 Páginas) • 442 Visitas
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Programa liberal.
La reconstrucción de la Republica queda en manos de los intelectuales, ni siquiera toma parte en el Vicente Riva Palacio (de los doce) quien escribe novelas históricas. Los conservadores se limitaran a la lucha periodística en dos periódicos: la voz de México y el pájaro verde, la responsabilidad de la programación la asumen los 18 liberales cultos entre 1867 y 1877, dos de ellos serán presidentes de la Republica (Juárez hasta su muerte en 1872 y Lerdo del 72 al 76); ocho secretarios de Estados (Lerdo, Iglesias, Lafragua, Romero, Vallarta, Martinez, Castillo y Prieto), cinco legisladores y por lo menos otros cinco, jueces de la Suprema Corte de Justicia.
Desde los tres poderes resolvió que para homogeneizar a México y ponerlo a la altura de las grandes naciones se necesitaba: la práctica de la Constitución liberal de 1857, la pacificación del país, el debilitamiento de los profesionales de la violencia y la vigorización de la hacienda pública; en el orden social, la inmigración, el parvifundio y las libertades de asociación y trabajo; en el orden económico la hechura de caminos, la tracción de capital extranjero, el ejercicio de nuevas siembras y métodos de labranza y la conversión de México en un puente mercantil entre Europa y el remoto oriente; en el orden cultural las libertades de credo y prensa y el exterminio de lo indígena, la educación que daría “ a todo México ” y el nacionalismo en las letras y en las artes.
El principal propósito de la elite liberal fue aplicar la Constitución integra y sin pestañear, antes que nada y sobre todo se quería: el federalismo, la separación y el equilibrio de los tres poderes, la participación popular en la vida pública mediante el voto y la puesta en uso de los derechos civiles. Se proclamó un respeto mayor al derecho ajeno y uno menor al derecho propio, cualquier mal entendimiento debía dirimirse a gritos y bufidos sin acudir a los golpes.
Los responsables de la salud pública convinieron reducir el contingente armado. En primer lugar, porque la milicia era considerada zócalo de toda dictadura. En segundo, Iglesias decía que la cuarta parte de las tropas que peleo contra Francia era más que suficiente para tiempos normales. En tercero, según Mejía uno de cada cinco soldados prefería volver a su casa y por último se llevaban el 70 por ciento de la renta publica y acortar era indispensable para satisfacer, pero centavos y paz hacían mucha falta para restablecer al enfermo. El nuevo orden fue poblacionista.
Como se tenía una tierra muy fecunda y un vecino con ojos tiernos, era urgente nutrir a la patria con “los brazos necesarios para explotar todas sus riquezas y defenderla contara cualquier irrupción.” Era necesario atraer europeos, “aumentar el número de pobladores por medio de una inmigración copiosa”. Solo las inmigraciones, según Zarco, serían capaces de poblar México, hacer valer sus riquezas e introducir las invenciones de la tecnología.
Para Juárez era, sin duda, una de las primeras exigencias de la república, otra necesidad de la republica era la subdivisión de la propiedad territorial al través del tres trucos: el deslinde y la venta de terrenos baldíos, la desamortización y el fraccionamiento de los latifundios eclesiásticos u de las comunidades indígenas, y la venta en fracciones de las grandes haciendas privadas. Se planeó hacer de cada campesino un señor de tierras y ganados en corta escala, un señor dueño de un pequeño rancho y libre, emancipado del sistema de peonaje, e incluso de la costumbre de la “leva”. La política sota se propuso sacar adelante tres cosas: inmigración, pequeña propiedad y trabajo libre.
La elite liberal practico el culto al individuo, quiso sacar a México de pobre, esto no quiere decir que los treinta promotores de la restauración de la república se hubiesen entregado a su enriquecimiento personal, su papel les impuso la obligación de introducir el bien. Su fin fue sencillamente enriquecer a su patria a fuerza de ferrocarriles, empréstitos, planeaciones agrícolas y fábricas de mil cosas.
Los liberales de 1867 tenían fe en las modernas vías de comunicación y trasporte, proclamaban que la paz , el poblamiento y la riqueza nacionales se conseguirían al tener una red de ferrocarriles que uniese nuestros distritos productores con las costas, pero faltaba dinero, se proyectó conseguir ya como préstamo, se hizo el propósito de atraer capitales de cualquier modo, pues no se pensaba entonces en la dependencia producida por la inversión foránea, se consideraba al capital extranjero audaz, emprendedor y generoso. Sin él no se podían mantener en pie tres metas de orden económico: fomento de la agricultura, revolución industrial y devolución a México de su destino de puente entre Asia y Europa, por fomento agrícola se entendía al cultivo de nuevas zonas, especialmente las del norte y las bajas del sureste, la introducción de nuevos cultivos, técnicas similares a las agropecuarias de yanquis y franceses.
El dinero no lo era todo la República Restaurada programo bien las libertades religiosas y de prensa, la transculturación del indio, la escuela gratuita, laica, obligatoria y positiva y el fomento del nacionalismo en las letras y las artes. Se propuso destruir una tradición cultural intolerante, chic, acientífica y colonista. Entre otras cosas era necesario extinguir la herencia prehispánica mediante la transculturación del indio.
Según Justo Sierra, el mayor anhelo de Juárez fue sacar “a la familia indígena de su postración moral, la superstición; de la abyección mental, la ignorancia; de la abyección fisiológica, el alcoholismo, a un estado mejor, aun cuando fuese lentamente mejor”. La nueva elite no quiso deshacerse del idioma español ni tampoco de la religión católica, todos concordaban con la idea de incorporar a México al mundo científico o positivo sin desarraigarlo del mundo teológico, ni del mundo metafísico.
Se redujo a tres ideales precisos: catolicismo aprotestantado, desclerizado, apolítico, para uso doméstico; liberalismo sin libertinaje para la vida pública, y ciencia, cimiento del progreso material para el trabajo. Esto es religión liberalizada, libertada para controversia política y educación científica universal, y por lo mismo obligatoria y gratuita.
En 1867 se propuso reformarla en los órdenes político, social, económico y cultural a un modelo concreto como el de Estados Unidos, los líderes de la República Restaurada supieron perfectamente a donde querían ir.
Realidad reaccionaria.
Juárez y su gente asumieron la modernización
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