SITUACIÓN POLÍTICA DE LA REGIÓN CARIBE

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A. 2014).

La rendición de cuentas del contralor Edgardo Maya por su gestión de dos años, respecto al Caribe, concluyó con el lanzamiento de una “alerta por alto riesgo de corrupción”, al comprobar que en todos los departamentos se acude casi siempre a oferentes únicos en la contratación con los fondos de regalías y que el sector social no tiene la prioridad que se merece frente a los indicadores de pobreza. En La Guajira, el 89% de los contratos con regalías se hicieron con oferente único; Cesar, 86%; Sucre, 83%; Magdalena, 82%; Bolívar, 81%; Atlántico y Córdoba, 76%, y San Andrés, 56%. Por experiencia en anticorrupción, cuando más oferentes hay, se asegura mejor calidad en la contratación pública. Ganan los factores de probidad y transparencia en contratantes y contratistas. Mejoran los precios y los cumplimientos. Se genera mayor confianza (El Heraldo, 2016).

La corrupción es algo que afecta demasiado a la región Caribe, ya que, el territorio presenta muchos recursos con los cuales se pueden realizar actividades que generen gran economía al país, sin embargo, el tesoro caribeño no ha tenido unas manos que lo cuiden, al contrario, las manos que han tenido el poder lo único que han logrado es explotar y dañar a la región.

La solución de estos problemas tiene que ser por parte de toda la región, el caribeño debe enfrentar las barreras que le impiden progresar, aunque esto puede llevar años se puede empezar desde ahora. Se debe buscar la modificación de la ley de contratos en el sector público, buscando una mayor transparencia en los proyectos que se lleven a cabo; una nueva administración pública, que el pueblo sea capaz de confiar en ella, y que se cumpla la democracia que “rige” a Colombia. Se debe aumentar la educación a los ciudadanos caribeños, y así lograr que analicen a sus candidatos, que no se dejen comprar, fomentar el voto claro y conciso.