Sintesis del libro de tomochic
Enviado por klimbo3445 • 27 de Abril de 2018 • 12.566 Palabras (51 Páginas) • 492 Visitas
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CAPITULO VI: LISTO PARA MATAR… O MORIR…!
La diana despertó al campamento de la Alameda de Guerrero en la madrugada del dieciséis de octubre. Las dos compañías del Noveno solo tocaron cornetas y apenas sonó la primera nota todos se levantaron y se paso lista rápidamente . El subteniente todo encapotado, bajo el capuchón la bufanda enredada al cuello y hasta la nariz. La frase que pronunciaron sus camaradas fue listo para matar, listo para morir. Al terminar de marchar se les ordeno lavar su ropa en el rio, que era poco ancho y nada profundo que pasa al oeste de la villa, los soldados semidesnudos cantaban, lavando sus ennegrecidos uniformes, camisas, etc. Castorena se bañaba al mismo tiempo que cantaba como ayer en la noche.
CAPITULO VII: “LA REACCION DEL OGRO”
Miguel no podía soportar mas las sed y pregunto en donde podía encontrar un café caliente, por primera vez fue positiva y se le dio un lugar, rápidamente pidió permiso a su capitán Tagle para separarse un momento de la tropa, el general otorgo el permiso solicitado y Miguel se dirigió hacia una choza , cuyo interior apenas se visualizaba. Entonces salió una señora de edad avanzada y pidió a Julia que sirviera un jarro de café bien caliente. Entre la penumbra alcanzo a distinguir una melena encrespada y una larguísima barba gris, en cambio presto mas atención a la guapa muchacha limpia y airosa que se encontraba en el rincón opuesto de repente un gran señor se incorporo ofreciendo un sotol, a Miguel no le gustaba esa aguardiente de Chihuahua y mejor prefirió un tequila mientras esperaba su café y pago. Miguel se dio cuenta de algo eso era que la jovencita de la fonda era Julia, esa chica que lo había conquistado con su belleza y ternura. De pronto la vieja señora fue a llevarle un calzado al barbón que tenia como nombre Bernardo, Julia llego con la botella de tequila y en una taza de peltre sirvió el café y se lo otorgo junto a la azúcar. Miguel en unos instantes después de admirar de nuevo su belleza de Julia la miro tristemente y luego a don Bernardo que bebía a sorbos gigantescos su café con una dosis de tequila. Al salir don Bernardo de la choza, Julia ofreció otra taza de café y empezaron a hablar , con trastesa a Julia le había tocado una vida muy difícil y de gran maltrato por parte de don Bernardo. La joven le advirtió a Miguel que no fueran a Tomochic ya que Cruz haría por todos ellos.
CAPITULO VIII: CAUSAS OSTENSIBLES
Miguel se entero de las causas de la rebelión de Tomochic, las cuales describían que los pueblecitos eran invadidos por los apaches y esto llevo a tomar decisiones de prevención contra dichas personas. Los serranos de Tomochic, situados al fondo del valle eran caracterizados por su valor y audacia. La Santa de Cabora es pronunciado con gran veneración y milagros eran venerados a lo grande. La gran efervescencia de aquel pueblo se regia por el fervor religioso y ambiciosos. El gobierno era dirigido por Lauro Carrillo por ideas que iban contra los ideales del pueblo y se le considero un enemigo al gobierno y a sus empleados. Declarando santo a José Carranza quien nació en Tomochic y a su llegada se le dio el nombre de San José. La mas notable familia eran los Chaves quienes en realidad dominaban el pueblo. La familia fue a recibir a San José el viejo llego con Marina , su mujer acompañado de su hermano Bernardo, quien se proclamaba “solado de Jesucristo”. Cruz Chávez tuvo uno de sus arranques inesperados proclamado cosas que no eran ciertas. Reyes Domínguez impuso una fuerte multa a los Chávez que se negaban a pagar por creer injusta dicha sanción. En la capital de Chihuahua se dio a conocer este echo y dieron por seguro el levantamiento en armas del pueblo serrano. De inmediato se enviaron al Undécimo Batallón y recibidos por tiros y una treinta de tomoches se lanza hacia Sonora y se derrotan más de ochenta jinetes que se habían enviado por el coronel Torres, Cruz un hombre de mas de cuarenta años fornido denuncio un espíritu audaz y obstinado. En la crisis de aquella exaltación religiosa fue contagiado el viejo en Cusihuiriachic dejo sus tierras y mujer y se dirigió a Cabora donde Teresa lo curo de un tumor y le dijo que se parecía a San José. Los Chávez que habían fletado mulas, viajaron por Sonora, vendían cargamento y compraban carabinas Winchester, los Chávez regresan, y proveen de municiones, carabinas y ropa al pueblo, a demás de eso proclamaban un lema “ Religión e Independencia “y reconocían a un amo es decir solo a Dios. Una rebelión dentro de la Sierra Madre de Chihuahua trabaría la paz laboriosa y restauradora de la republica, entonces se empezó a tener un gran temor a que se expandiera el estilo de religión por toda la sierra.
CAPITULO IX: POR UN DIVINO MILAGRO
Cruz Chávez envió hasta Guerrero a Bernardo, con el objetivo de que allí viviendo con María y Julia espiase las disposiciones militares del gobierno. Cruz dispuso una peregrinación de los suyos, escoltando a San José por los pueblecillos cercanos mientras unían tropas a su gran movimiento. San José llamo a su mujer e hija de Bernardo y le hablo de Dios su hijo y de la otra vida. En el nombre de Dios clamo ya no son mi familia mi mujer es la Virgen María pero obedecerían a mi hermano los tres serán esposos, para que yo sea el padre de la Santísima Trinidad. Julia tenia a penas catorce años pero tenia un gran desarrollo, en e jardín de la plaza de Armas en Chihuahua la música del Quinto Regimiento o del Undécimo Batallón había apreciado la vida de lujos. Al siguiente día en la noche tuvo fiebre y sin saber como desvénesela, llevaba dos días a asno y por fin llego a Guerrero. Después de su mejoría regreso a la choza en donde sufría un trato pésimo de su tío. Pero la hija de San José ere en verdad una niña santa por un divino milagro.
CAPITULO X: CRUZ DE TOMOCHIC, “PAPA MAXIMO”
El Gobierno Federal, en el mes de agosto envió tropas decididamente a Guerrero para atacar a Tomochic. El capitán Antonio Vergara otro del Quinto Regimiento, fuerzas auxiliares locales se reclutaron como voluntarios sesenta hombres de los pueblos de aquellos rumbos conocedores expertos de la zona. Bernardo aviso de este reclutamiento a Cruz, los dos rápidamente se dirigieron a ver a Santa Ana Pérez jefe de las fuerzas locales. Este los filio y les dio armas a un grado nominal. El quince de agosto partió una columna de ataque internándose en la sierra y avisando a Tomochic el día dos de septiembre. Cruz se apresto a la defensa, cuentan que Cruz extendió los brazos hacia los tomochitecos que presentaran su s carabinas
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