Síntesis del libro "El corazón del hombre" de Erich Fromm.
Enviado por Rebecca • 29 de Abril de 2018 • 6.018 Palabras (25 Páginas) • 1.004 Visitas
...
El quebrantamiento de la fe se origina en la vida de un niño, esta fe del niño es hacia su familia mas cerna como podría ser su mama, su papa o incluso fe en dios, el niño se siente traicionado al darse cuenta que le mienten o en ciertas acciones o conductas hacia el o en circunstancias de su entorno como podría ser la muerte de una mascota o persona querida, esto ocasiona el quebrantamiento de la fe en el niño, fe no solo divina sino fe en la vida, el individuo ante este fenómeno puede reaccionar de forma positiva: haciéndose independiente, fijándose metas, haciendo nuevos amigos o encontrando personas nuevas en
quien restablecer la fe perdida. Pero también puede reaccionar negativamente, empezando a odiar la vida, ya que no tiene nada ni nadie en quien creer, este se convertirá en un destructor gracias a la desesperación que el desengaño de la vida que lo condujo al odio hacia ella. Erich Fromm destaca que en su experiencia clínica y profesional el quebrantamiento de la fe es muy común y por lo general con el recuerdo más arraigado de la vida de un individuo.
La violencia compensadora, según Erich Fromm, ya es una forma más patológica de violencia aunque no al nivel de la necrofilia pero muy relacionada a esta. Esta violencia se origina por la impotencia y busca compensar esa impotencia destruyendo, ya que este no es capaz de producir necesita destruir, de esta forma siente que está haciendo algo en su vida, que trasciende, que no es un simple objeto. Para la creación de la vida se necesitan talentos que el hombre impotente no tiene, este solo tiene una cualidad que es la fuerza y la violencia, o un arma con la cual busca trascender en su vida acabando con la de otro. La cura para esta violencia es que el individuo deje de ser invalido, fomentar en él la capacidad de crear, explotar sus cualidades como hombre, solo así dejara de ser destructor y sádico.
En el sadismo su principal impulso es el completo control sobre otro individuo o ser vivo, transformarla en una cosa, hacer con ella lo que se quiera, esclavizarla, humillarla, pero sobre todo ver a esa persona sufrir, el placer de dominar a otra persona, de ser su dios, de que haga su voluntad es extremo para estos individuos, recopilando todo esto se puede decir que la finalidad de la persona sádica es transformar a un ser vivo en objeto de su uso personal, transformando algo animado en algo inanimado, mediante este control absoluto que tiene el sádico, esta persona pierde una de las cosas más maravillosas de la vida que es su libertad y para la persona sádica el maltratar, humillar y ahora quitarle la libertad a una persona que no puede defenderse es un placer en este tipo de violencia.
Hay un último tipo de violencia que Erich Fromm describe, a la cual llama: la “sed de sangre” arcaica esta es la sed que tiene el hombre inmerso en la naturaleza, el individuo ama asesinar de esa forma siente que esta trascendiendo en la vida, tiene miedo al cambio a avanzar, este individuo busca regresar a lo primitivo para así librarse de las cargas de la vida diario, no existe nada más para el que la sangre, solo así se siente vivo, se siente fuerte, solo así siente que existe y que es superior a todo mundo, matar ya es para él una adicción un placer, es completamente arcaico, solo quiere matar y entre más sangre derrame más listo esta para morir, el matar de esta forma no que sea necrofilico, el individuo solo busca trascender en la vida, es extremadamente difícil distinguir al hombre sediento de sangre del hombre enamorado de la muerte.
- AMOR A LA MUERTE Y AMOR A LA VIDA.
El autor Erich Fromm en este capítulo trata de enfermedades mentales que se manifiestan en los sujetos y que van en contra de la vida, a estas las considera como la esencia del verdadero mal y son: la necrofilia y su contraparte la biofilia, el narcisismo y la fijación incestuosa. Explica las formas mas avanzadas de las tres orientaciones, el conjunto de estas tres orientaciones da origen a lo que Erich Fromm denomino como el “síndrome de decadencia” cree que este síndrome es la quintaesencia del mal, en este punto se encuentra ya el estado patológico más fuerte del cual surge la mayor maldad e inhumanidad destructora.
La distinción psicológica más marcada en un hombre es la de los necrófilos con su contraparte los biofilos, los que aman la muerte contra los que aman la vida, literalmente “necrofilia” significa “amor a la muerte” y “biofilia” significa “amor a la vida”, esta palabra (necrofilia) también es usada para referirse a una perversión sexual en la cual un individuo anhela el cadáver de una mujer para tener sexo con ella.
Se podría describir al sujeto con inclinación necrófila como una persona que es atraída por todo lo que no tiene vida: muertos, marchitamiento, descomposición, heces basura, etc. A estos individuos les encanta hablar de enfermedades, entierros, muertos y se fascinan al habla de esto (muerte). Los necrófilos viven en el pasado alimentando emociones y recuerdos que tuvieron anteriormente (o que creen que tuvieron), son personas sumamente frías y antisociales , amantes del orden y del cumplimiento de la ley, sus valores son totalmente los contrarios a los valores de la vida, su motivación y satisfacción principal es la muerte y no la vida., a la persona necrófila le atrae la obscuridad al igual que la noche, le atrae todo lo que va en contra de la vida y todo lo que se aparta de ella Erich Fromm pone de ejemplo a Hitler y dice que a este le fascinaba la destrucción y el olor a muerte.
El enamorado de la muerte inevitablemente ama la fuerza, para este sujeto la mayor hazaña del hombre no es dar vida sino quitarla. Mientras que para el enamorado de la vida la polaridad más importante es la que existe entre macho y hembra, su contraparte necrófilo tiene otro concepto muy diferente de polaridad: la de los que tienen el poder suficiente para matar y la de los que carecen de ese poder, la definición de “sexos” para el no es más que la de: el poderoso y el impotente, los que asesinan y los mueren.
Normalmente la vida se caracteriza por el crecimiento de una manera estructurada y funcional, la persona necrófila ama todo lo que no crece y todo lo mecánico, estas personas son motivadas por el deseo de transformar todo lo orgánico en algo inorgánico. Al necrófilo le fascina el control y en la búsqueda de este mata la vida, se encuentra profundamente temeroso ante de la vida, ya que su misma naturaleza es desordenada y también incontrolable. Un ejemplo típico de esta tendencia es: la mujer que en juicio de Salomón, prefería tener un niño muerto divido a la mitad, que a perder completamente al niño.
Las inclinaciones
...