EL ARTE DE AMAR - ERICH FROMM

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Fromm hace una comparación de los pensamientos religiosos entre el Este y el Oeste. La principal línea de pensamiento occidental gira en torno a la búsqueda de la verdad definitiva, creando múltiples dogmas, así como el rechazo del no-creyente. Por otro lado, para el sistema religioso dominante de occidente, el amor de Dios es básicamente lo mismo que creer en Dios.

Si lo analizamos correctamente, observaremos que existe un aspecto paralelo entre el amor hacia los padres y el amor hacia Dios, entre el crecimiento del individuo y la humanidad en su totalidad. El autor se cuestiona si el amor y la cultura occidental son conductivas. En nuestra sociedad capitalista, según él, el hombre moderno se aísla de sí mismo, de sus congéneres y de la naturaleza. Las relaciones son consumidas como productos y la experiencia de la felicidad está en divertirse.

Una de las concepciones erróneas acerca del amor radica en afirmar que no existe conflicto donde hay amor, y que el dolor y la tristeza deben ser evitadas bajo todas las circunstancias. Son estas las que fortalecen al amor, las que lo hacen más fuerte. Lo que sí es cierto es que el amor sólo puede existir cuando hay comunicación entre las personas, principalmente desde lo más profundo de su ser.

Por último, Fromm se centra en la práctica del amor. Afirma que el amor es un continuo reto, que no es estático. Definitivamente no es una disciplina reforzada, más bien diríamos que es una auto-disciplina.

Además de la práctica del amor está la concentración, aunque es algo raro en nuestra cultura ya que estamos expuestos a una sobre-estimulación del ambiente que nos rodea. Como él lo expresa: “Estar concentrado significa vivir completamente en el presente” y transformarse “sensible a uno mismo.”

El tercer factor que explora es la paciencia. Para aprender hay que tener paciencia, no debemos esperar resultados rápidos, aunque eso es lo que la sociedad moderna nos demanda actualmente. Fromm lo compara con el niño que está aprendiendo a caminar: se cae varias veces, pero lo sigue intentando hasta que lo logra hacer, mejorando día a día.

Por último, el autor expresa que la habilidad de amar depende de la ausencia relativa del narcisismo y del desarrollo de la humildad, la objetividad y la razón.

Como conclusión, Fromm emite una crítica hacia la sociedad occidental. Afirma que está manejada por políticos profesionales y que las personas son motivadas por la sugestión en masa. Su objetivo es producir y consumir más, como propósitos para sí mismos. Según él, toda la actividad de la sociedad va encaminada y está subordinada por las metas económicas. El hombre es un autómata: bien alimentado, bien ves8do, pero sin preocupaciones finales para lo que es su peculiar cualidad y función humana.