VIDA, PASIÓN Y MUERTE DE EUGENIO ESPEJO.

...

BREVE HISTORIA DE UNA INFAMIA. Eugenio obtuvo su titilo de Licenciado en Teología y Derecho, pero para esto detuvo sus prácticas de doctor, los dos años siguientes los volvió a dedicar a su práctica profesional para que le pueda otorgar su certificado de ejercer la medicina; para que esto se asigne se prepara un tribunal examinador el cual lo aprueba o no; este estaba conformado por tres personas de las cuales una de ellas el señor Bernardo Delgado, era enemigo personal de Eugenio Espejo. La evaluación comenzó y se le realizaron varias preguntas a Eugenio las cuales respondía acertadamente, provocando la molestia del jurado, por lo que le dieron su título de doctor pero le adicionaron un año más de práctica médica.

JUAN PABLO DE LA SANTA CRUZ Y ESPEJO, OTRO BACHILLER EN LA FAMILIA. Luis Espejo después de todos los esfuerzos que realizo para que sus hijos tengan una buena educación ve orgulloso a otro de sus descendientes obtener el título de Bachiller en Filosofía. Eugenio feliz del triunfo de su hermano le da consejos, y este a su vez le da la noticia de que quiere seguir la carrera eclesiástica, obteniendo el apoyo de toda si familia.

LA VOZ DE LUIS DE LA SANTA CRUZ Y ESPEJO YA NO SE ESCUCHA EN LA CASA DE LA CALLE DEL MÉSON. A Luis Espejo lo agobiaba un intenso dolor en el pecho, por lo que llego a buscar a un notario para que ponga en orden todos sus asuntos legales por que él sentía que su alma salía de su cuerpo; pidió que se adjuntara al testamento la copia de la escritura de la casa que quedaría en manos de sus hijos. La noche del domingo 22 de noviembre de 1778, Manuela, Juan Pablo y Eugenio lloran la muerte de su padre.

PRIMERA Y SEGUNDA PRISIÓN. En 1786, Espejo luego de una persecución de las muchas que fue víctima se quedó en Riobamba, pues los curas de la zona le pidieron refutar el Informe del alcalde y colector de impuestos reales que los acusaba de abusos a los indios. La defensa de los curas de Riobamba, seguida en 1787 por Cartas riobambenses, quebrando la fuerza de los latifundistas de la época y cuestionando toda aquella estructura socio-económica de la "razón" dominadora. Esto provocaría su exilio en Santa Fe de Bogotá donde sería juzgado por el Virrey. Su permanencia allí le dio un panorama más global y una conciencia aún más crítica y valorativa de lo propio y una férrea convicción de la capacidad quiteña para reformarse. En 1789 fue liberado de los cargos, pero en su estancia le permitió escribir - su célebre Discurso sobre el establecimiento de una sociedad patriótica con el nombre de Escuela de la Concordia en Quito- dos años

CAMINO A NUEVA GRANADA. Con la libertad de Eugenio Espejo, los hermanos deciden hacer caso omiso a las órdenes dictadas por Villalengua y se instalan en Sangolquí hasta que Eugenio reestablezca su salud, y poder continuar con el viaje a Santa Fe, aquí gracias a su fama y recomendaciones que habían hecho los amigos cercanos de Espejo, logró asistir a centros culturales, donde conoce a una serie de personajes que le ayudan a desarrollar sus ideas libertarias para así establecer en Quito una Sociedad Patriótica a la que llamaría Escuela de la Concordia, cuyo principal objetivo era fomentar el desarrollo científico, literario y comercial de la Audiencia de Quito. Concluidos todos sus trámites legales en los cuales se involucraba la dignidad y el apellido del Doctor Eugenio Espejo, este decide regresar a Quito.

EL REGRESO A CASA. El 11 de noviembre de 1790, Espejo es nombrado Director de la biblioteca que está prevista establecerse en Quito, con libros que fueron requisados a los jesuitas, este fue el nuevo inicio de la vida de Eugenio Espejo en Quito; su idea de la formación de la Sociedad Patriótica de Amigos del País iba tomando forma y el 30 de noviembre de 1791 se dio por inaugurada esta Sociedad, estaba conformada por un grupo selecto de personas de un nivel superior de cultura, solvencia moral y económica, para promover el desarrollo de la cultura, la ciencia, la industria, la agricultura y la capacitación del pueblo en cualquiera de estas actividades. La mañana del 5 de enero de 1792 Quito despertó con el nacimiento del periódico de Espejo o Primicias de la Cultura de Quito, que solo tuvo 7 números terminado el 29 de marzo de 1792; iniciando así una controversia más en la vida de Eugenio Espejo.

EL PRINCIPIO DEL FINAL: TERCERA PRISIÓN. La vida de Eugenio Espejo se iba rápidamente, luego de fracasados intentos por restaurar la patria, optó por la estrategia de escribir acerca de la economía de Quito, donde plantea el libre comercio contra el mercantilismo centralista de la Corona. El 21 de octubre de 1794 las paredes de Quito amanecieron empapeladas con pasquines en los atrios de las iglesias de la Real Audiencia, estas banderas de color rojo se encontraban inscritas con el lema que decía "Sed libres y conseguir la felicidad", y al otro lado “La gloria bajo el amparo de la cruz”, volviéndose así un activista de la época. Estos planes fueron descubiertos y fue detenido en el nombre de la Corona el 30 de enero de 1795 e incomunicado. Eugenio Espejo desesperado, enfermo y sin abogado, logra escribirle al Virrey haciéndole saber todo lo que ha tenido que pasar en el encierro, es así como el Virrey se da cuenta que todo era una aberración legal que dejaba entrever que se trataba de un acto de injusticia de parte de los enemigos de Espejo, de esta manera el Virrey presenta su dictamen final al presidente Muñoz de Guzmán absolviendo a Eugenio Espejo de cualquier cargo. El 23 de diciembre de 1795 se informa que Eugenio Espejo se encuentra gravemente enfermo y se solicita lo trasladen a su hogar donde esperaban sus hermanos y amigos cercanos.

CAMINO A LA LIBERTAD. Es el último capítulo de esta increíble obra, este narra todo el dolor que tuvo que pasar Manuela Espejo, al perder a su hermano el 28 de diciembre de 1795. Así fue como Eugenio Francisco Xavier De Santa Cruz Y Espejo hijo de Luis Espejo un indio de Cajamarca y María Catalina Aldaz Larraincar mujer blanca dejó un legado en todos los ámbitos de la sociedad ecuatoriana y fue la luz que encendería el proceso libertario de la sociedad quiteña y ecuatoriana.