Análisis sobre la Opción Preferencial por los pobres
Enviado por Daniela San Martín Sánchez • 17 de Junio de 2021 • Apuntes • 1.441 Palabras (6 Páginas) • 456 Visitas
Análisis sobre la Opción Preferencial por los pobres
El tema de la pobreza y la marginación nos llega a invitar a hablar de justicia y a tener presente los deberes de los cristianos al respecto. Así es en verdad, y ese enfoque es sin duda abundante. Pero no hay que perder de vista lo que hace que la opción preferencial por los pobres sea una perspectiva tan central. En la raíz de esa opción está la gratuidad del amor de Dios. Este es el fundamento último de la preferencia.
Rechaza toda la exclusividad y busca subrayar quiénes deben ser los primeros y no solo los únicos en nuestra solidaridad. Es común en nuestra reflexión teológica, comentando el sentido de la preferencia, decir que el gran desafío viene de la necesidad de mantener al mismo tiempo el amor de Dios y su confianza por los últimos de la historia.
En última petición, la opción por el pobre es, de importancia subrayarlo, una opción por el Dios del Reino que nos anuncia a Jesús. La razón definitiva del compromiso con los pobres y oprimidos no está, en consecuencia, en el análisis social que empleamos, tampoco en la experiencia directa que podamos tener de la pobreza, o en nuestra compasión humana. Todos ellos son motivos válidos que tienen sin duda un papel significativo en nuestras vidas y solidaridades.
Sin embargo, en tanto que los cristianos tienen un compromiso se basa fundamentalmente en la fe en el Dios de Jesucristo. Es una opción teocéntrica y profética que hunde sus raíces en la gratuidad del amor de Dios y es requerida por ella. Y no hay nada más exigente, lo sabemos, que la gratuidad.
El pobre debe ser preferido no porque sea necesariamente mejor que otros desde el punto de vista moral o religioso, sino porque Dios siempre será Dios. Toda la Biblia está marcada por el amor de inclinación de Dios por los débiles y maltratados de la historia humana. Nos lo revelan agudamente las bienaventuranzas evangélicas, ellas nos dicen que la preferencia por los pobres, hambrientos y sufrientes tiene su fundamento en la bondad gratuita del Señor. La opción preferencial por el pobre no es, por eso, solo una pauta pastoral y una perspectiva de reflexión teológica, ella es también, y, en primer lugar, una andadura espiritual, en el sentido fuerte de la expresión.
Un itinerario en el encuentro con Dios y con la gratuidad de su amor, un caminar «en presencia del Señor por el país de la vida» (Sal 116,9). Si no se va hasta este nivel de espiritualidad, del seguimiento de Jesús; es decir, hasta el corazón de la vida cristiana, no se percibe el alcance y la fecundidad de dicha opción.
Reflexión de la fundamentación bíblica en la Opción Preferencial por los Pobres
La opción preferencial por los pobres, no es exclusiva ni excluyente, está implícita en la fe de Jesucristo. Dios se ha hecho pobre por nosotros, para poder enriquecernos con su pobreza. Los cristianos, que somos discípulos y misioneros, estamos llamados a completar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos.
Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo.
Todo lo que tenga que ver con Cristo tiene que ver con los pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Cristo.
De nuestra fe es Jesucristo brota también la solidaridad como actitud permanente de encuentro, hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y transformación de su situación.
Reflexión Mateo 25, 31-46
Todos aquellos que están a la mano derecha del rey, tendrán aseguradas las necesidades humanas más básicas en la familia de nuestro Dios. Y no solo eso, sino que lo han hecho por el más pequeño.
En Jesús todos somos hermanos y hermanas en la imagen de Dios. Dios es tan grande que todos somos como Dios. Este es el gran acto de Fe, en el cual nos empaparemos en las próximas semanas: que Dios se encarnó como nosotros, como uno de nosotros, y nació, vivió, sufrió y murió como todos nosotros.
El Dios verdadero se encuentra en las personas verdaderas.
Señor, tú me llamas a reconocerte en todos aquellos que son necesitados. Que mi respuesta sea la de un servicio concreto y amoroso. San Ignacio decía: “El amor se manifiesta a sí mismo en obras más que en palabras”. San Juan de la Cruz nos dice “En el atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”.
El Juicio Final, el "Dies Irae", hace temblar mi corazón. Sin embargo, Señor, tu mensaje es sencillo, tu mandamiento fácil de cumplir. Estás a mi lado en tiempos de necesidad; sólo tengo que estirar mis manos para alcanzarte.
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