Gladys Swain: “Del tratamiento moral a las psicoterapias”

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que influencia a las técnicas sucesoras. Si bien la hipnosis ya no estaba en boga, la sugestión que era su base siguió influenciando en diferentes técnicas que surgirían más adelante, como la “función de verdad” de Janet.

La sugestión dejo de ser de utilidad, porque se comenzó a considerar como una forma de pasar por encima del problema y no enfrentarlo directamente. Más grave aún es que el paciente abandona su esfuerzo por sanar, no hay una reflexión del paciente sobre sí mismo. En esto último concuerdo ampliamente, la hipnosis tienen un atractivo especial para el paciente, porque le da la posibilidad de no hacer nada por sí mismo para solucionar su problema, y a lo mejor no solo favorece al sujeto en cuestión, sino también al terapeuta ya que es un “camino rápido”.

¿Cómo desarmar esta perseverancia del paciente en sus síntomas, que lo sustraen de la influencia terapéutica? ¿En verdad hay que continuar con el intento de salvar el obstáculo, como sucede en la sugestión hipnótica, o no es acaso más conveniente tomarla de frente para superarla con conocimiento de causa? ¿Cómo asegurarse una eficacia durable del tratamiento psíquico liberando al enfermo simultáneamente de sus trastornos y de su médico? (Swain, 1994, pp.13, 14)

A la sugestión la sucedió la persuasión, pero no sin antes una serie de pasos. Déjerine impone tres exigencias que debe seguir la psicoterapia para no caer en la sugestión, y esto da lugar a la persuasión. Estas tres exigencias son cada una de ellas una crítica al hipnotismo, y a la vez proponen una manera distinta de abordar el tratamiento.

La primera exigencia es la profundización, la cual como la palabra lo dice se trata de profundizar en el problema, no como en la hipnosis que se pasa por encima de él. Se debe hondar en el origen del problema, debe haber un conocimiento muto del problema entre el médico y el paciente. Debe identificarse el porqué del problema y el cómo se le dará solución.

La segunda exigencia es que exista una participación del paciente. En el hipnotismo como ya mencionaba anteriormente, el poder de cura se le entrega totalmente al médico, y paciente no sabe lo que hace ni porque. En algunos casos extremos se habló de la hipnosis derechamente como esclavitud. Es importante que el paciente tenga participación en su cura, y tenga conciencia de todo lo que acontece en el tratamiento.

La tercera exigencia está enfocada al objetivo de la cura, que es todo lo contrario a la dependencia de otro que provoca el hipnotismo en el paciente. El principal objetivo de la cura debe ser que el paciente obtenga absoluto control sobre sí mismo, y así poder gobernar sus problemas.

De esta manera es como finalmente nace la persuasión en remplazo a la sugestión. Claro que como es de esperarse, la persuasión no escapa de las críticas y los cuestionamientos. Primero se cuestiona lo planteado por Déjerine, porque plantea que se le puede exigir al paciente que controle aspectos que van más allá de su posible control, ¿se le puede exigir a una persona con tics nerviosos que controle sus tics?

La persuasión es básicamente convencer al paciente de su cura mediante el establecimiento de un profundo vinculo paciente-medico, y a través de ese vínculo el dominio absoluto del médico sobre los aspectos de la vida del paciente. Se manipula al paciente hasta convencerlo de la posibilidad de su cura, y este convencimiento va más allá del racionalismo. Es aquí donde nace el segundo cuestionamiento, sobre el límite que existe entre la persuasión y percepción.

¿no es en verdad gracias a la dependencia sugestiva instaurada entre el psicoterapeuta y su paciente? En un plano más teórico, ¿acaso no se encuentra una ilusión análoga a la de la docilidad del sonámbulo en la idea de una confesión sin restos que nos volvería transparentes el pasado y la personalidad del neurótico, como si éste sólo nos dijera lo que quiere decirnos, como si él mismo estuviera convencido de estar en posición de poder decir verdaderamente todo sin ser frenado contra su voluntad por invisibles obstáculos internos? (Swain, 1994, p.22).

Y de esta manera es como se fue construyendo la percepción de la psicoterapia, con la muerte de unas técnicas, el surgimiento de otras, y las influencias que existen entre sí. Esta percepción e historia no deja de construirse hasta hoy.

Este texto me es bastante semejante a lo que Rose propone como historia critica, ya que Swain no se queda solo con el hecho histórico, analiza el contexto y cuestiona el punto de vista de los autores. Pero más que nada, me es importante destacar la manera en que la autora aborda la historia, no es una línea cronológica de solo aciertos y avances, tal como propone Rose . Narra cómo cada técnica es el origen del error de su antecesora, y como cada método que surge no está libre de fallas.

Referencias:

Rose. N. (1996). “Una historia critica de la psicología”. Recuperado de

http://www.elseminario.com.ar/biblioteca/Rose_Una%20historia%20critica%20de%20la%20psicologia.pdf

Swain, G. (1994). “Del tratamiento moral a las psicoterapias”. Recuperado de

http://www.elseminario.com.ar/biblioteca/Swain_Tratamiento moral_psicoterapias.pdf