INOCENCIA INTERRUMPIDA – ENSAYO.

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Es importante aclarar a todos que la edad de la inocencia no tiene un comienzo, ni mucho menos un final, aunque es más evidente en los adolescentes porque de ahí en adelante va madurando y fortaleciéndose en la vida. Todos podemos y de hecho lo hacemos algunas veces voluntaria y otras involuntariamente, mostrar en algunos momentos de la vida rasgos de inocencia por ejemplo: cuando hacemos una broma a algún amigo y este nos culpa de haberlo hecho, por lo general nos hacemos los desentendidos sabiendo que fuimos nosotros. Quizás hemos escuchado frases como esta: “TAN INOCENTE COMO UN NIÑO” y por eso esta frase es más llamativa por esta población que para los adultos pero la realidad de las cosas es que no importa la edad ni los rasgos físicos todos poseemos esa virtud o cualidad de vida y lo mejor de todo es que la hacemos fluir en nuestro entorno.

Tan importante es la inocencia para la humanidad que hay un día en el año donde todos celebramos esa simplicidad que fue injertada en cada uno de nosotros, ese día los niños e incluso los adultos toman un papel igual y salen a realizar bromas a sus familiares, amigos de trabajo, colegio, del barrio y se forma un ambiente de risa, alegría y compañerismo que busca cambiar un poco esa rutina de estrés y compromisos que se presentan diariamente. Mejor dicho todos vuelven a ser niños que solo buscan un tiempo de ocio y aprovechan todos los recursos que tienen a la mano para des estresarse y olvidar un poco todas las cosas que están a su alrededor y que generan estrés, agotamiento en su vida; aunque es vista como inmadurez todos participan sin importar lo que digan ya que al dejar fluir ese sentimiento de compañerismo y juego se obtienen mejores relaciones personales y de compañerismo.

Algunos dicen que todos llevamos un niño por dentro y esta frase no está por nada errónea ya que muchas veces ese niño fluye y es cuando traemos a memoria nuestra época de niños y como veíamos las cosas con otras perspectiva u otro panorama, pero es importante decir que ese niño fue el que marcó nuestra infancia y fue quien dio los primeros pasos a nuestra inocencia, así que nunca debemos olvidar que la inocencia no puede ser interrumpida porque de ella se verá resaltado nuestra vida más adelante, para ello, es necesario que vivamos nuestra vida de una manera sencilla y feliz para que no sea entenebrecida nuestra inocencia como lo fue para Susana kaysen.