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ACONTECIMIENTOS SIGNIFICATIVOS EN LA VIDA DEL PSICOTERAPEUTA

Enviado por   •  21 de Diciembre de 2018  •  3.903 Palabras (16 Páginas)  •  358 Visitas

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Reacciones del paciente

Los sentimientos de ansiedad, inseguridad o molestia que puedan producirse deben discutirse de forma abierta, y no defensiva, para reducir el impacto negativo del cambio, que es típicamente el resultado de una decisión unilateral del terapeuta. Al paciente puede resultarle un tanto sorpréndete descubrir que el terapeuta no es tan estable o inalterable como creía. Los pacientes puedes experimentar sentimientos de rechazo, abandono, traición, enfado, depresión, ansiedad, miedo y pena; pocos se enteraran con alivio y entusiasmo.

Reacciones del terapeuta

A algunos terapeutas les he difícil de afrontar pacientemente las preocupaciones y los comentarios aparentemente mezquinos de los clientes que se resisten ante la intromisión que esto representa en su vida y rutina. Es típico que los terapeutas que deban concluir su trabajo con los pacientes de forma prematura experimenten sentimientos de culpa, pena, remordimiento, dolor y depresión. Aunque la influencia resulte lamentable, pocos terapeutas pueden o están dispuestos a poner las necesidades de los pacientes por encima de las suyas propias.

Madurez Media

A medida que el terapeuta avanza por la etapa de la madurez media, se encontrara con muchos acontecimientos ya antes mencionados y los conflictos para él y su familia de los cuales se resolverán de distinta manera. Esta vida también influenciará en los pacientes y en la vida profesional. Este también es un periodo de grandes compensaciones y satisfacciones, tanto en lo personal como en lo profesional, aun que de lo malo puedan quedar algunas cicatrices, que la mayoría supera con mayor madurez y fuerza interior. aquí también se da la ”crisis de la mitad de la vida ” que va desde los 40 a los 45 años, trata de la individualización de la persona, produciéndose a veces profundos cambios en los objetivos, los valores y los comportamiento de la vida.

Divorcio

La mayoría de los terapeutas se casan en algún momento de su carrera, aunque hay personas que prefieren una vida más solitaria. Por desgracia los terapeutas no pueden ser más felices que los demás, a pesar de la formación y la experiencia que han recibido en terapia matrimonial y familiar. En el mejor de los casos, el terapeuta superara este importante acontecimiento con una percepción enriquecida de sus propias necesidades personales, esto no solo producirá un desarrollo en la vida personal, sino que puede haber una empatía, comprensión y atención de los que padecen una experiencia similar, convirtiéndose en una fuente de un valioso aprendizaje, que puede enriquecer en las practicas psicoterapéuticas.

Reacciones del terapeuta:

Puede experimentar cierta ansiedad por temor a que uno o más de sus clientes descubran inadvertidamente el acontecimiento. Sentimiento de culpa por ocultar la información a los pacientes. Producirse dudas sobre la competencia personal y profesional.

Reacciones del paciente:

Reexperimentar el dolor y el conflicto asociados con el divorcio de sus padre. Provoca que el psicoterapeuta se vea de pronto bajo un concepto diferente (fracasado, con poco control de los impulsos). Algunos pacientes se sientes más tranquilos y se puede llegar a aumentar la comodidad y confianza al respecto.

La partida de los hijos

En la etapa de madurez media, los terapeutas se pueden enfrentar que sus hijos se encuentren en la etapa de la madurez temprana ya que sus hijos se encontraran con el abandono del hogar, el inicio de una carrera, el matrimonio y su propia paternidad. Suma compleja de sentimientos de antigüedad, inutilidad, soledad y aislamiento. La partida de los hijos y los pacientes suelen tener una profunda influencia sobre la autoestima y el sentimiento de dignidad del terapeuta. Se relacione con ciertos pacientes de forma paternal alentar y apoyar el desarrollo y la autonomía creciente de sus pacientes. Esta partida de los hijos también puede traer beneficios, producir desarrollos y cambios positivos en la vida y el trabajo del psicoterapeuta, ya que se encuentran en la individualización y separación de sus hijos.

Enfermedad e incapacitación

Tanto el paciente como el terapeuta son capaces de sufrir alguna enfermedad o un accidente, aun que por estos acontecimientos se pueden dar las desorganizaciones, ya que una herida o una enfermedad física pueden obligar inesperadamente al terapeuta a cancelar o reprogramar las sesiones de terapia, y es mejor decirle a los pacientes lo que está pasando antes de evadir las preguntas de la ausencia, pero solo se les debe dar una mínima información a los pacientes.

Reacciones del terapeuta:

Negación y aislamiento. Resistencia a afrontar la realidad propia vulnerabilidad y mortalidad. Sentimientos de culpabilidad por el abandono de clientes. Envidia y vulnerabilidad ante la competencia. Deseo de recibir atención, seguridad y apoyo de parte de sus pacientes.

Reacciones del paciente:

Enfado, al observar la vulnerabilidad del terapeuta. Culpa y remordimiento, al analizar sus propios sentimientos hacia el terapeuta y actuar para su propio bienestar, sin sentir empatía con él.

La muerte de un ser querido

La muerte de un ser querido es una de las experiencias mas duras, difíciles y enriquecedoras de nuestra vida, es la ruptura de un vinculo importante y es inevitable.

Así mismo como a todas las personas, los terapeutas también han experimentado una perdida semejante y aunque ya sean unas personas con formación y experiencia del tema sufren muchas de las mismas consecuencias de este acontecimiento, por ello debe considerarse la evaluación de su efecto sobre la aptitud profesional del terapeuta.

El problema de la automanifestacion

Como sucede con otros acontecimientos importantes de la vida, se vuelve muy difícil decidir si, que y cuando contar a los pacientes la perdida de un ser querido. Sin embargo, excluir al paciente de todo comentario de una perdida cuando este tiene conciencia de que algo ha ocurrido tampoco lo ayuda necesariamente. El paciente puede percibir un cambio confuso de animo en una figura importante de la que depende, y siente al mismo tiempo que esta prohibido preguntar por ello.

Para el terapeuta puede que se beneficioso revelar voluntariamente

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