Analisis de La Jaula Dorada

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Las personas más vulnerables a padecer este trastorno son estudiantes de danza, gimnasia olímpica, actrices y modelos. Se da principalmente en adolescentes cerca de 15 años y es más común en mujeres que en hombres.

Se ha estudiado que las personas anoréxicas tienen un perfil y ciertas características en común. Generalmente quienes padecen anorexia son personas con un bajo autoestima y una incapacidad de sentirse aceptadas. De esta forma creen que la voluntad de restringirse alimentos despierta admiración en los demás y esto provoca que se sientan valoradas, esto se debe a que el miedo al hambre es una cuestión universal. Su cuerpo es la expresión por medio de la cual buscan seguridad en sí mismas y aceptación, debido a que en la anorexia existe un componente exhibicionista, que al inicio les cuesta trabajo aceptar. Bruch, dice que el estar delgada representa el poder de controlar, ya que para las mujeres las necesidades se asocian con el fracaso. Tienen un miedo intenso por perder el control de las situaciones si se dejan llevar por el impulso y el hambre, es por eso que son tan demandantes a la hora de evitar los alimentos. Constantemente están buscando llamar la atención y lo logran por medio de la enfermedad.

Estas personas presentan un funcionamiento muy complicado, ya que el hambre tiene un efecto desorganizador y experimentan sensaciones imprecisas. Por ejemplo como mencionado anteriormente la poca ingesta de alimentos no significa la falta de hambre, más bien entrenan a su cerebro para identificar el hambre con el placer. La pérdida de peso representa orgullo y satisfacción, esta motivación de ir siendo mejores cada día, les permite aguantar situaciones muy extremas. En el libro aparece el caso de Betty, una paciente anoréxica que explicaba que perder peso le proporcionaba poder, cada kilo que perdía era como un tesoro. Decía que perdiendo peso, acumulando kilos se daba permiso de ser alimentada, cuidada y reconocida.

La incapacidad de controlar y reconocer las propias emociones, conocida como alexitimia es otra de las características que están presentes en estos pacientes y por lo cual buscan el control en lo exterior. Al controlar su dieta, algunos sienten por primera vez que hay un centro profundo en su personalidad y que están en contacto con sus sensaciones. Como es el caso de un paciente varón de 23 años, que aparece en el libro, que para probar su capacidad de autodisciplina, cuando empezó a sentirse débil por su dieta y se dio cuenta que su cuerpo se estaba deteriorando; aumentó el número de kilómetros que hacía de jogging para demostrarse que no era perezoso.

En el libro se habla de tres áreas de funcionamiento que están afectadas, en primer lugar, la percepción del propio cuerpo, después la interpretación del estímulo interno y externo, y por último la propia aptitud. En cuanto a la percepción del propio cuerpo, el rasgo más sorprendente de la enfermedad, según la autora, es su incapacidad para verse objetivamente o reaccionar a la debilidad de su malnutrición, las anoréxicas no ven lo delgadas que están.

El caso de Grace, muestra como el miedo al desarrollo biológico precipitó el periodo anoréxico. Por el miedo a empezar esta etapa en su desarrollo, perdió 12 kg en seis semanas, como lo vio en una película y de esta manera detuvo el desarrollo. Es importante mencionar que la anorexia detiene la menstruación en todos los casos y que constantemente sucede que los cambios físicos propios de la pubertad precipitan el deseo de adelgazar. El desarrollo normal es interpretado como gordura.

Una vez que ya se desencadeno el trastorno en una persona, existen ciertos factores que mantienen y fortalecen la enfermedad. Las consecuencias psicológicas de la inanición, provocan que tarden horas en realizar una comida, también pasan un largo tiempo en planear que van a hacer con el dinero que estaba destinado para comer, aumenta el consumo de té, café, chicles y cigarros y se llenan el estómago con líquidos. Así mismo, las interacciones familiares y sociales son factores de mantenimiento. Generalmente usan mecanismos de defensa como identificación proyectiva, la escisión, la proyección y la regresión principalmente a la etapa oral

Los factores sociales y culturales son muy determinantes para el desarrollo de la anorexia. Principalmente los mensajes de los medios de comunicación que afirman que solo las personas delgadas pueden ser exitosas, atractivas, famosas y queridas, es decir, no hay autoestima sin delgadez.

Así mismo, hay factores externos que están ligados con el desencadenamiento de la sintomatología. Ejemplos claros son las separaciones, cambios de colegio o casa, comentarios despectivos, rupturas amorosas, fracaso personal, contactos sexuales, incremento inesperado de peso, crisis de desarrollo y enfermedades físicas.

La dinámica familiar juega un rol muy importante en la anorexia nerviosa, ya que no solo se ve afectada la vida del paciente, sino que también el resto de la familia. Los síntomas se ven desde los comentarios de los papás o los hermanos con respecto a la comida y al peso, así como los diferentes tipos de crianza que pueden desencadenar ideas patológicas en los pacientes.

En estas familias encontramos antecedentes de trastornos de personalidad, estado de ánimo, adicciones, y características de trastornos de la alimentación. Son familias que parecen perfectas, y en donde no se hablan los problemas, que guardan secretos y que tienen un culto a la delgadez. La mayoría de las personas con anorexia, proceden de familias de clase media-alta y alta, y existen menos casos de esta enfermedad en familias de clase socioeconómicas bajas.

El cuidado que reciben de sus padres es aparentemente bueno, pero por diferentes razones, está sobrevalorado y refleja una responsabilidad inconsciente de devolverles una especie de favor a sus papás. Como mencionado anteriormente los pacientes presentan una identificación proyectiva en donde las pulsiones de muerte de la familia, las envidias, inseguridades, infidelidad, y todas las tensiones familiares se descargan en la persona. Los síntomas de la enfermedad ayudan a conservar la homeostasis familiar, esto quiere decir que mientras más grandes sean los conflictos no resueltos y más se oculten, más grave será el síntoma.

Una vez establecida la sintomatología anoréxica, los patrones familiares tienden a modificarse y de este modo la familia puede reforzar positivamente los comportamientos asociados a los trastornos de la alimentación. Es por eso que se deben trabajar los problemas familiares subyacentes, para lograr un tratamiento exitoso.

La autora habla de la confusión que existe con el trasfondo