Como aproximarse a las ciencias sociales

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- El interés que impulsa las ciencias sociales

La redención de la complejidad del trasfondo de nuestras acciones cotidianas permite la formación de teoría crítica sobre nuestras acciones y la de terceros. El interés que impulsa a los estudios humanísticos radica en nombrar lo que nadie quiere nombrar, lo que oculta nuestras prácticas sociales (Mardone 1991).

Las prácticas sociales tienen finalidades que vale la pena ser estudiadas. Por ejemplo, la administración de recursos económicos no solo implica un proceso técnico, también se hace con un propósito. Aquí es donde la economía y la sociología cobran valor explicativo para comprender cómo empleamos nuestro dinero, por qué elegimos ciertos productos y rechazamos otros. Para comprender la determinación de la acción realizada por un sujeto, el científico social se vale de una comprensión conceptual de las reglas de juego de la realidad social.

“El investigador tiene que comprender el significado de los datos del comportamiento o conducta social que observa y registra si quiere tratarlos como hechos sociales. Alcanza este género de comprensión mediante la descripción (interpretación) de los datos en términos de conceptos y reglas que determinan la realidad social de los agentes estudiados. Sin la comprensión de las reglas de juego no hay comprensión del comportamiento de la sociedad” (Madornes; 1991 p.45)

Así, muchas de nuestras prácticas cotidianas son examinadas bajo la lupa de las ciencias sociales en cuales quiera de sus campos. Incluso, la práctica científica es examinada por las ciencias sociales. La formación de los estudiantes de ciencias puras contiene un aspecto social, el cual no se pude desconocer, porque la inmersión en la comunidad es como diría Barnes (1986) un proceso de socialización. El conocimiento que obtendrá el aspirante a la labor científica (aprendiz) está avalado por sus profesores y por la comunidad científica que los apoya, podemos decir que el conocimiento científico sus conceptos, herramientas, su imagen del mundo se encuentran institucionalizados. De modo que el aprendiz debe introducirse en la comunidad científica en la medida que comprende sus conceptos, esto es, estudiar el paradigma vigente; sus conceptos, aplicando sus procedimientos sus hasta dominarlos.

Retomando el ejemplo sobre la adquisición de bienes, la adquisición de un producto no solo se debe a las funciones que pueda brindar, también, se debe a la motivación de un cambio de status al adquirir dicho producto. Por ejemplo, la adquisición de un vehículo Ford de 1930, que no será empleado como un vehículo de transporte diario, sino como un vehículo de lujo. No solo es una acción comercial (la cual ya es una acción social), es una actividad que tiene múltiples propósitos, la integración a un grupo social, un grupo de coleccionista. También, está el reconocimiento por terceros gracias al vehículo recién adquirido. En ese sentido, la compra no es una acción vacía; le corresponde un fin último, que puede ser contestado desde la teoría social bajo un método teleológico.

En conclusión, una concepción teleológica de las ciencias sociales muestra la complejidad de las prácticas humanas y revela el interés de las ciencias sociales al revelar lo innombrable, el trasfondo de nuestras acciones gracias a la pregunta “¿con qué fin realizamos X acción?” esto incluso lleva a percatarse cómo se realiza acciones injustas. Por ejemplo, ¿con qué fin se perpetua impuestos como el 4x mil?

Bibliografía

- Barry Barnes (1986), T.S Kuhn y las ciencias sociales Ed. Fondo de cultura económica

- J.M Mardones (1991) Filosofía de las ciencias humanas y sociales. Nota histórica de una polémica incesante en: http://www.zanadoria.com/syllabi/m1018/lectures/lectura_04.pdf