DEPRESIÓN EN POCAS PALABRAS
Enviado por julian david • 6 de Julio de 2021 • Ensayo • 831 Palabras (4 Páginas) • 391 Visitas
DEPRESIÓN EN POCAS PALABRAS
ENSAYO CRÍTICO
Por: Julián David Tulcán Suarez
Facultad de psicología
Nos centraremos en la depresión psicógena y hablaremos de ella con más detalle. El propósito del artículo es llevar la comprensión a un estado tan aterrador en el que no hay salida, y tratar de encontrar una fuente de fortaleza que le ayude a sobrellevar la situación.
Una persona respira libremente, siente una ligereza interior, busca la oportunidad de experimentar todo lo nuevo. Este estado es claro, y a veces nos alejamos de los demás, los miramos como a través de una cúpula invisible, o se encuentran a una distancia inaccesible para nosotros. A veces, como observadores de la vida, podemos dar cuenta claramente de nosotros mismos y de los demás. Entendemos que algunos de nuestros seres queridos se sienten mal y tratamos de ayudar, pero nuestras palabras no tienen sentido para otra persona. No atraviesan el caparazón invisible. Debido a esto, surgen malentendidos y, como resultado, la relación se marchita.
¿Por qué las palabras diseñadas para motivar, apoyar y calmar carecen de sentido?
La depresión es un sentimiento constante de fatiga, falta de emoción, pérdida de interés por el mundo y por uno mismo. En este estado, una persona cae en el abismo de sí misma y no ve la oportunidad de salir. Nuestra subjetividad e individualidad no se expresa, se ahoga, ahoga y muere. Siempre hay una tremenda sensación de ansiedad. Una persona no comprende a qué le tiene miedo, pero al mismo tiempo le tiene miedo a todo. Sus brazos y piernas están atados con cadenas, no puede pasar por la vida, su carga es una carga para él. Como dijo un psicoterapeuta, "la depresión es la incapacidad de crear el futuro".
La depresión debe entenderse como un sentimiento profundo, insoportable y doloroso. Por lo tanto, por lamentable que parezca, muy pocas personas pueden ayudar realmente a una persona. El estado de dolor asusta a los demás. No nos adentramos en el mundo de la desesperación, permanecemos en nuestro propio mundo, sin hacer el contacto profundo que es tan necesario. A menudo, temiendo que nos contagiemos de esta depresión, nosotros desde nuestra posición, la posición de nuestra visión del mundo decimos algo, motivamos, calmamos. Y obviamente no ayuda. No ayuda, porque ningún puesto de experto es capaz de compartir sus sentimientos con una persona. Para que las palabras lleguen a otro, es importante no tener miedo de encontrarse con toda la gama de sentimientos, emociones y pasiones de una persona. Para compartir con él su soledad, dolor, desesperación, entra en este círculo de abatimiento.
La comunicación profunda e íntima es la base del entendimiento y la ayuda que podemos brindar. Entramos en el mundo del otro y ahí ya empezamos a comunicarnos en igualdad de condiciones, nuestras palabras corresponden a nuestro mundo interior, nos volvemos reales. Nuestro diálogo se vuelve real, cambiándonos a ambos.
Tiendo a ver depresión y una dirección constructiva.
Este estado va y viene, y no podemos entender de ninguna manera de qué depende. La cultura nos ha alejado de nuestro mundo interior. Los ruidos de la radio, la televisión, Internet nos impiden vernos a nosotros mismos. No siempre entendemos ni siquiera lo que sentimos en este o aquel momento de la vida. A veces ignoramos nuestros sentimientos y emociones. El único lugar donde se pueden realizar son nuestros sueños y fantasías. Y a veces estos guardias de nuestra psique no se las arreglan. Y allí, en algún lugar fuera de la conciencia, se unen nuestras necesidades insatisfechas, metas que no nos dimos cuenta por miedo, sentimientos que no admitimos. Y de forma indirecta se hacen sentir en forma de depresión. Gritan: "Míranos, presta atención, estamos aquí, estamos vivos".
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