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Dibs en busca del yo.

Enviado por   •  13 de Diciembre de 2017  •  8.056 Palabras (33 Páginas)  •  417 Visitas

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Siguió la observación, llegó la hora de recreo y la psicóloga se animó a salir al jardín para ver si es que Dibs salía, casi de manera inmediata Dibs tomo su abrigo y su gorra y se dispuso a salir. Mientras sus compañeros jugaban en conjunto, Dibs en cuanto salió del salón se aisló, tomo una varita y empezó a jugar con la tierra que estaba en aquel rincón donde se encontraba. Termino el recreo y la psicóloga le pregunto que si le gustaría acompañarlo al cuarto de juegos, Dibs sin titubear demasiado tomo la mano de la psicóloga y se dirigieron al cuarto de juegos.

Una vez que llegaron al cuarto de juegos, la psicóloga se dio cuenta que aquel cuarto era para nada motivador o generador de emociones positivas, esto fue por el color de las paredes, el piso, el hedor que despedía aquel cuarto, pero sin más ni más entraron al cuarto. La psicóloga continuo analizando a Dibs, seguía el mismo patrón que en el cuarto de actividades, iba de lado a lado, tocando cada uno de los objetos que se encontraban en aquella habitación.

De pronto algo llamó la atención de la psicóloga, Dibs se había quedado parado frente a la casa de muñecas, a lado de la casa, se encontraba una caja con todos los mulecos, Dibs saco los muñecos que él quería utilizar y con voz tenue y en forma de pregunta empezó a nombrar a los muñecos… “¿papá?... ¿mamá?... la psicóloga para empezar a entablar el diálogo con Dibs, asentaba a los murmullos de él… “si, podría ser tu papá… si, podría ser tu mamá” pero se dio cuenta de que ahí faltaba la hermana, entonces pregunto por la hermana, fue entonces cuando Dibs saco otra muñeca e hizo lo mismo.

La psicóloga logro de manera muy precisa entablar una breve conversación y dejándole en claro que tenía su confianza y atención.

Capítulo 3

Bien, el capítulo empieza con una breve visita a la casa de Dibs, donde la madre atiende a la psicóloga de manera muy precisa y un tanto seria. Ambas “pusieron las cartas sobre la mesa” platicaron acerca de sus condiciones para que se llevara a cabo el estudio de Dibs.

Pero, antes de eso, en cuanto tocaron el tema, la madre de Dibs le pregunto a la psicóloga que si las sesiones podrían realizarse en el cuarto de Dibs, la psicóloga amablemente le explico el procedimiento y dejo en claro que ella no podría hacerse cargo de las sesiones en su casa por el riesgo de que pudieran intervenir algunos factores.

La madre de Dibs insiste en que reconsidere lo que le dijo, que de ser así ella podría pagarle una generosa cuota porque las sesiones se llevaran a cabo ahí, pero, la psicóloga reafirmo las causas por las cuales no podrían llevarse a cabo las sesiones dentro de su casa, y de manera dudosa rechazo la oferta, esperando que la madre comprendiera o de lo contrario podrían perder a Dibs para siempre y eso era algo que la psicóloga no se podía permitir.

Enseguida la psicóloga le muestra los papeles a firmar para dar autorización a que se puedan grabar todas las entrevistas y las sesiones, la madre Dibs pregunto, “¿podría consérvalo por ahora para que lo vea mi esposo?” y muy amable la psicóloga respondió que sí.

A lo largo de charla la psicóloga pudo percatarse de algo, la madre de Dibs, parecía presentar los mismo temores, las mismas angustias que el niño presentaba, obviamente no tomo nota en un principio porque de haber sido así, la madre, hubiera cerrado toda puerta y alternativa para poder acercarse a Dibs.

Poco hablaron de cosas que no tuvieran relación en cuanto a las sesiones, a Dibs, a lo que podría su madre aportar sobre Dibs, y en lo poco que se habló de ello la madre quiso antepones a Dorothy como la hija ejemplar, la hija perfecta.

Culminando el capítulo, la psicóloga se retira de la casa un tanto dudosa, nerviosa de saber que pasara si es que le autorizan llevar a cabo las sesiones como se tienen planeadas ¿que se podrá esperar?

Capítulo 4

Este capítulo empieza por notarse la ansiedad de la psicóloga con respecto a la decisión que tomarían los padres de Dibs, si seguir adelante con las sesiones bajo las restricciones de la psicóloga y de ellos mismos o simplemente negarse y seguir sus vidas como de costumbre.

Finalmente la madre le hace saber que si tiene el permiso para seguir monitoreándolo, además de su consentimiento para que ella pudiera grabar cada sesión con Dibs.

Ahora las sesiones serian en un centro distinto al de la escuela de Dibs, la psicóloga junto con Dibs nos dan una descripción casi detallada de cómo se encuentra aquel salón. Un cuarto con más luz, un espacio un tanto más alegre y colorido, como si este en verdad pudiera motivar a los pequeños que asistían ahí.

Los objetos dentro de la habitación, nos mencionan, parecían ser casi los mismos que en el salón de juegos de su escuela. Dibs empezó por hacer lo usual, recorrer el salón de extremo a extremo, tocando las cosas que se encontraban por ahí. Pero luego se quedó parado, la psicóloga se quedó observándolo, noto que su rostro parecía un tanto sollozo, pregunto si quería quitarse el abrigo y sus guantes, Dibs afirmo, asentando la cabeza. En esta parte Dibs y la psicóloga muestran una relación de mayo cordialidad, se nota la confianza de Dibs hacía ella aunque todavía un poco forzada.

En las actividades que Dibs realizaba a lo largo y ancho del salón, la psicóloga se dio cuenta que en realidad Dibs podía leer, que entendía lo que decía la caja de acuarelas, así como la caja de colores y de crayolas. Además de haber acomodado los colores en primarios y luego armando toda una gama de colores que dejo sorprendida a la psicóloga.

Posteriormente Dibs paso a apilar cubos de madera, cuando lo hacía, la torre tambaleo y se desplomo, Dibs al mirar esto apretó las manos y grito “¡Miss A!” he aquí cuando la psicóloga supo inmediatamente que se había logrado un avance con Dibs. Miss A casi de inmediato fue, le pregunto si él quería que ella lo ayudara, Dibs asintió con la cabeza, luego pregunto si a él le gustaba que ella lo ayudara, Dibs de manera dudosa respondió que sí.

Una vez se aproximaba la hora de retirarse Dibs soltó en llanto, Miss A se había dado cuenta que su presencia parecía tranquilizarle. Pero en cuanto recorrieron al pasillo de la recepción y vio a su madre, se quedó estático, agacho la cabeza y se dispuso a llorar y patalear, Miss A solo le recordó que siguiera con esa misma puntualidad, por lo que Miss A no se involucró en el suceso.

Capítulo

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