El Deseo Inconsciente (Kury y Pérez)

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Dicha familia se definía en consonancia con el mundo de la modernidad, atravesado por discursos político-filosóficos y científicos con característica de totales omniexplicativos. Los mismos daban cuenta del presente y de un futuro ligado a la idea del progreso, sostenido en la utopía científica y social.

Los discursos totales de la modernidad se transforman; las verdades devienen parciales y los relatos posmodernos.

Los cambios, tan notables que hablan de un fin de la modernidad, implican el dominio de los medios de comunicación de masas, la lógica del consumo, la caída de utopías y su reemplazo parcial por nuevos valores e ideales que no dan cuenta del futuro. La predominancia de la imagen y la realidad virtual, junto a nuevos modos de alienación y el desprestigio de la racionalidad.

En cuanto a la familia, tienden a permeabilizarse las rígidas fronteras de lo endogámico. Por un lado, el avance de los medios favorece la irrupción en el seno mismo de los más diversos grupos familiares de ideas e imágenes disímiles, que con frecuencia contraponen sus ideales y su oferta identificatoria a los desprestigiados enunciados familiares. La familia no parece verse en muchos casos habilitada como antes para tamizar, seleccionar y procesar las significaciones

Dicha permeabilidad del contorno del lazo familiar se relaciona con la ruptura o atenuación de los relatos no cuestionables, que con anterioridad he denominado sagrados

Si el sujeto de la modernidad -extremados los rasgos de su época- se encontraba apresado en discursos unívocos y cristalizados, el hombre de hoy se ve aliviado del peso de los discursos sagrados, lo que favorece en ocasiones la productividad singular.

Fenómenos de este milenio:

Adicto, y ese conjunto de patologías "de borde" que antes mencioné. Ellas se caracterizan precisamente por la pobreza representacional, y muchas veces, por el compromiso del cuerpo; cuerpo no significante.

Consumismo obturante

Familias hiperconsumistas y sobreprotectoras, generadoras de esos cuadros de adolescencia tardía

Cuando los límites familiares se debilitan y el discurso se hace fragmentario, nos encontramos que ya no son sólo los padres, portadores de la palabra de los antepasados, los que definen lo lícito y lo ilícito, lo prohibido y lo permitido, quienes plantean exigencias y expectativas. Tales definiciones, con mayor o menor grado de coerción e insistencia, parecen provenir hoy en gran medida de un afuera impactante que ingresa al mundo familiar sin una clara mediatización por parte de las figuras parentales.

Nuevas definiciones de parentalidad