El incremento de la actividad sexual en los adolescentes ha dado paso al de la maternidad
Enviado por Christopher • 15 de Noviembre de 2018 • 2.528 Palabras (11 Páginas) • 383 Visitas
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Los conceptos de maternidad y la paternidad, se conciben desde la perspectiva epistemológica constructivista, que comprende a la realidad como una construcción subjetiva y dinámica, siendo esta una experiencia mediada por procesos simbólicos que le dan sentido y significado en un contexto social determinado. Por lo tanto, la maternidad y la paternidad vendrían siendo el producto de diferentes procesos de construcción psicosocial que incluyen concepción, gestación, crianza y socialización de los seres humanos, involucrando una serie de costumbres, tradiciones, convenciones, beneficios, actitudes y normas en el proceso de velar por el cuidado y desarrollo de los hijos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia se ha definido como la etapa del desarrollo humano que va entre los 11 y 19 años de edad, en la cual se consideran dos fases: la adolescencia temprana que va de los 11 a los 14 años de edad, y la adolescencia tardía entre los 15 a 19 años de edad. Así mismo, esta organización estima que una de cada cinco personas en el mundo es adolescente y de estos, el 85% viven en países pobres o de ingresos medios y además, aproximadamente el 1.7 millones de ellos mueren al año.
A estos datos se le suma que la actividad sexual de los adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando así el número de padres jóvenes. Esta situación, trae como posibles consecuencias algunas dificultades a nivel personal, social, económico, educativo y laboral tanto para los adolescentes, como para los hijos, la familia y la sociedad en general, lo cual afecta de manera directa el proceso de crianza.
Al manifestarse un embarazo en la adolescencia, generalmente se afirma que se interrumpe y se desequilibra el proceso de desarrollo de los jóvenes, posibilitando que se presenten dificultades en la dinámica relacional entre éstos y el mundo psicosocial que les corresponde vivir. Por lo tanto, el evento del embarazo implica la toma de decisiones por parte de los jóvenes padres, las cuales son elecciones que giran en torno a cuestiones sobre el curso de la gestación, de la vida como pareja, de la familia, de la continuidad escolar, del trabajo, de las necesidades económicas, de las nuevas responsabilidades, entre otras.
Por su parte, la adolescente embarazada debe tener las características correspondientes de la maternidad con las exigencias propias de su edad, en la cual se está terminando de constituir no sólo su cuerpo sino también su personalidad. Esto implica que la identidad que normalmente se construye durante la adolescencia junto con la familia, la pareja y otros actores de su vida cotidiana, sufra una transformación y en lugar de orientarla hacia la construcción de una mujer joven y adolescente, tenga que construir una identidad culturalmente precoz de madre adolescente, lo que significa una revolución en el estilo de la relación consigo misma, con los otros, con la sociedad y a la vez, le implique una reestructuración de su proyecto de vida.
Estas situaciones además de los cambios de imagen física, exponen a la joven gestante a un mayor estrés gestacional, relacionado con la presión económica, la posible falta de apoyo por parte de la pareja, la familia y la sociedad, los cambios en el estilo de vida, el probable abandono de sus estudios (en caso de que esté estudiando), entre otros, poniendo en riesgo el curso del embarazo, el desarrollo fetal, el estado de salud de ella y del bebé, así como la formación del vínculo afectivo.
Con relación a los padres adolescentes hombres, sus reacciones al conocer la noticia del embarazo pueden ser muy variadas. Sin embargo, muchos tienen dificultades con aceptar su nuevo rol, ya que este paso no es fácil para aquellos jóvenes que apenas dejaron de ser niños, pudiendo sentirse presionados por sus familias, sus pares y la sociedad en general, cohibiéndose así de asumir plenamente su paternidad y posiblemente dejando a la madre de su hijo sola con el embarazo. No obstante, también existen jóvenes con sentido de responsabilidad y compromiso afectivo y económico, los cuales desean participar en el proceso del embarazo y como padres activos de su hijo.
Adolescencia y Crianza
La crianza es un periodo fundamental para el desarrollo del ser humano, en donde los cuidadores asumen el proceso de socialización de los menores. Sin embargo, cuando los adolescentes se apoderan de la crianza de su hijo, estos se enfrentan al conflicto de socializar cuando aún se encuentran en el proceso de ser socializados, pues estos jóvenes padres aún dependen de la protección de la sociedad, de la familia y de la escuela.
De esta manera, se observa que la maternidad y la paternidad son prácticas sociales complejas que tienen como función principal la reproducción del grupo social y la atención a los nuevos sujetos sociales, tomando diferentes sentidos de acuerdo con el momento histórico y el contexto cultural de su producción, la subjetividad y el género, lo que implica considerar a la maternidad y a la paternidad como hechos culturales de elección individual en continuo cambio.
El embarazo y la maternidad en adolescentes se ha caracterizado por tener resultados difíciles, relacionados con la inmadurez física y psicológica de la madre, con su situación económica, familiar y educativa e incluso con su estado nutricional. Además, este suele plantearse como un problema social y como una experiencia confusa que afecta biológica, emocional, afectiva, cognitiva y socialmente a la adolescente, a su hijo y a su entorno relacional. No obstante, esta visión de la maternidad adolescente como problema, responde a una época y cultura progresista en donde los embarazos tempranos dificultan el proyecto social, político y económico de la mujer y la familia.
Es así como se muestra a la maternidad como una difícil situación que implica mayores cambios a los ya vividos en esta edad y donde la identidad de la joven lleva un curso aparentemente diferente al de sus pares, ya que debe asumirse como madre y llevar a cabo las funciones del cuidado de su hijo antes de lo esperado. No obstante, la manera de apropiarse de esta nueva identidad depende de las características particulares de cada adolescente: ser madre puede ser una experiencia extraordinaria, difícil, perturbadora, de gran importancia o de poco interés para la mujer.
Es de aclarar que bajo el modelo de madre tolerante, entregada, correspondiente y de amor incansable, se pueden generar en la adolescente sentimientos de frustración ante la incompetencia para criar a su hijo y aunque se plantea una mayor necesidad de apoyo psicosocial, puede ser el momento en el que la joven menos
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