CONOCIMIENTO DEL AUTO EJERCICIO DE LA FUNCION SEXUAL EN ADOLESCENTES DE 15 A 17 AÑOS EN EL LICEO ARTURO MICHELENA
Enviado por tomas • 5 de Febrero de 2018 • 4.037 Palabras (17 Páginas) • 606 Visitas
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Por otro lado, Peter Blos (2003) afirma que cuando aumenta la intensidad de las presiones pulsionales, es habitual que se recurra a la masturbación. Señala que en el caso del varón, al ser la erección innegable, llama su atención y es consciente, mientras que en las niñas, la excitación se despierta de otras maneras, como los muslos apretados, postura, fantasías y pensamientos. Pulitzer y Weinstein (2003) afirman que muchas mujeres dicen tener mejores orgasmos con la masturbación que con el coito. En la masturbación, señalan, la mujer se toma todo el tiempo que quiere, estimula exactamente sus áreas más sensibles y lo hace de manera más eficiente. Señalan que son pocas las que se atreven a comunicar esta información a sus parejas y, por lo tanto, pierden la oportunidad de incorporar ese placer a su relación sexual.
Rogow y Haberland (2005) señalan que las normas y las diferencias de poder en torno al género influyen enormemente en las actitudes, los comportamientos y la salud sexual de niños y niñas. Afirman que, a partir del aprendizaje de ser hombre o mujer, las personas tienen relaciones muy diferentes con la sociedad; lo que significa que la acción de la sociedad es definitiva para el aprendizaje y el desarrollo del rol de género. Al respecto, Ruiz (2006) sostiene que junto con los cambios de la pubertad, aparecen otros cambios fisiológicos que asemejan al adolescente con el adulto. El autor señala que todo esto trae consigo intereses sexuales los cuales originan nuevas vivencias y necesidades; y que en estos momentos el adolescente está muy necesitado de una adecuada orientación y educación por parte de los que lo rodean.
Thomas W. Laqueur (2007) nos habla de los cambios que ha sufrido la masturbación desde los comienzos de su historia; y nos habla de que los hombres, heterosexuales u homosexuales, han adoptado la masturbación como una forma de renunciar a los estereotipos machistas y de ponernos en contacto con nuestros cuerpos. A veces esto se expresa como un medio hacia una mejor relación heterosexual: aprender nuevas habilidades sexuales, profundizar la intimidad, enriquecer la manera de hacer el amor
Quiroga (2007) nos habla del desarrollo de las características sexuales secundarias, que son las que otorgan al cuerpo de ambos sexos las características del cuerpo masculino y femenino. El primer signo de pubertad en la niña es usualmente el desarrollo de los senos, después aparece el vello púbico y luego la menstruación. En el niño, la pubertad aparece usualmente después que en la niña, con el crecimiento de los testículos y el pene. El autor refiere que el adolescente debe aprender a lidiar con su nueva sexualidad manejando sus deseos sexuales, decidiendo en que actividad sexual participar o descubriendo como reconocer el amor.
Laquear (2007) nos narra que a principio del siglo XX la masturbación era señal de lujuria, que estaba entre los peores pecados contra la naturaleza; que ningún pecado contra la castidad es venial y que un pecado que se desea tan activamente como la auto polución es especialmente culpable. El autor nos dice que esta posición fue sostenida hasta la década de 1920, y que, en algún momento de los siguientes 50 años, las cosas comenzaron a cambiar. Como la masturbación fue abrasada como una especie de liberación, un reclamo de autonomía, de placer por uno mismo. Pasó de ser la peor clase de desviación sexual a constituir la sexualidad fundacional de nuevas clases.
Finalmente, Cañellas (2008) nos dice que, después de aquellas maldiciones que duraron varios siglos contra la masturbación; por medio de una educación sexual y convencimiento que llevará tiempo, hay que asimilar las ventajas del autoerotismo sobretodo en la población femenina. El autor señala que es una parte importante, durante la adolescencia, del desarrollo psicosexual, ayudando a las personas a identificar los patrones de la propia respuesta sexual. También, la masturbación permite un aprendizaje de la actividad sexual; y puede servir para aliviar la tensión sexual, especialmente cuando no se dispone de otras alternativas.
Prejuicios
Con respecto al concepto de prejuicio, la intención es enfocarlo como un juicio preconcebido por el individuo sin tener la suficiente información sobre el tema que se prejuzga; es la actitud negativa hacia algo, el por qué una persona tiene una falsa concepción sobre un tema; que es lo que origina que una persona tenga esa idea preconcebida, etc.
Autores como Aronson, Wilson y Kent (2002), sugieren que el prejuicio se refiere a una actitud general y a su componente emocional. Técnicamente, existirían prejuicios positivos y negativos, dependiendo de la emoción que lo acompañe; pero se reservaría la palabra prejuicio cuando se hace referencia a una actitud negativa hacia algo o alguien.
Por otro lado, Aronson, Wilson y Kent (2002) señalan que un prejuicio es creado y mantenido por muchas fuerzas dentro de la sociedad. Algunas las podemos observar operando dentro del individuo, como las formas en que procesa la información y le asigna significado a los eventos que observa. También refieren que las normas son creencias hechas por una sociedad sobre lo que es correcto, aceptable y permitido, variando según las culturas. Simplemente al vivir en una sociedad donde existe información estereotipada y donde una conducta discriminatoria es la norma, la mayoría de la población desarrollará actitudes pre juiciosas y conductas discriminatorias. Expósito y Moya (2005) nos dicen que el prejuicio es una de las actitudes más estudiadas en psicología social. Sostienen que durante muchos años se ha concebido como una actitud negativa, desfavorable, intolerante, injusta o irracional hacia otro grupo de personas.
Expósito y Moya (2005) afirman que muchas de nuestras actitudes, incluidos los prejuicios, se adquieren en situaciones de interacción social, al relacionarnos con los otros u observando sus comportamientos. Ambos autores dicen que, al ser ciertos comportamientos y actitudes recompensados, se aumentará la probabilidad de su futura aparición. Por eso se puede observar a personas mostrando actitudes negativas hacia determinados grupos, aunque nunca hayan tenido contacto con ellos; simplemente estarían imitando lo que han visto u oído (aprendizaje por modelado) y repitiendo lo que es premiado en su entorno social. Muchos autores definen al prejuicio como una actitud negativa. Así tenemos a Pastor (2006) que lo define como una actitud negativa compartida por los miembros de un grupo dominante.
CAPITULO III
Metodología
Tipo de investigación
La
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