Ensayo sobre la depresión en personas de la tercera edad

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Y presentaron como algunas características que ayudan a identificar este tipo de problemas en las personas, las características son ayor frecuencia de agitación y ansiedad por inhibición, más irritabilidad, mayor pérdida de apetito, elementos paranoides más habituales, presentan somatizaciones e hipocondría, más formas enmascaradas y menor tristeza como tal, mayor riesgo de suicidio, más constipación y más tendencia a la letargia. Menos variaciones diurnas del humor, insomnio intenso, disminución de los rendimientos cognoscitivos y pérdida de peso.

Como conclusión es importante recalcar que en ninguna de las investigaciones revisadas intervinieron más allá de lo que se pretendía buscar, ya que nunca se mostró formación de talleres o de actividades para ayudar a esas personas que sufren de depresión en la tercera edad, así como no se le da la importancia que se merece, pues siguen siendo personas que sufren y que sienten y que tienen muchas cosas por dar aún.

Es aquí donde se cuestiona la calidad efectiva de las distintas esferas que conforman la sociedad, y si realmente los asilos o casas de cuidado o la acción social han sabido sobrellevar el impacto de los ancianos abandonados.

Muchos de los síntomas depresivos son consecuencia de los deseos de estar con familiares, de querer salir y caminar, pero no poder hacerlo debido a sus debilidades físicas, o sencillamente por no querer permanecer en un mismo lugar sin hacer algo.

La tendencia de la depresión rompe con la creencia de que en los asilos predomina la tristeza, la depresión y la baja autoestima, aunque no hay que olvidar que siempre es recomendable “toda programación de actividades agradables, ocupaciones y labores que les ayuden a encontrarse con nuevas situaciones que faciliten la adaptación y afrontamiento de problemas, así como un mejor control de su entorno

Para mí el estar al contacto con las personas en esta etapa de sus vidas, me ha hecho reflexionar sobre mi familia y de mi misma, pero algo que me llamo la atención en la totalidad fue este tema pues, como mencione antes, no son temas muy sonados en esta etapa, ya que se cree que meter a una persona a un asilo, esta se encontrará bien y no tendrá dificultades que tendría si se queda en casa. Aunque cabe recalcar que no todo en los asilos o ayuda gerontológica es mala, desde mi punto de vista, debería tener más importancia y se debería prestar más atención, pues estas personas son muy abandonadas socialmente hablando y se necesita hacer algo para cambiar y quizá de alguna forma en un futuro estas personas tengan lo que realmente se merecen.

Bibliografía:

- Canto Pech, Hugo Guadalupe; Castro Rena, Eira Karla. ( julio-diciembre, 2004,). Depresión, autoestima y ansiedad en la tercera edad: un estudio comparativo. Enseñanza e Investigación en Psicología, 9, 257-270.

- Grace J. Craig,Don Baucum. (2001). Desarrollo Psicológico. México: Pearson,Prentice Hall.

- Susan Silk. (2012). La tercera edad y la depresión. 2013, de Asociación Americana de Psicología Sitio web: http://www.apa.org/centrodeapoyo/edad.aspx

- Olivia Martínez Hernández. (2007). Depresión en el adulto mayor. Revista Médica Electrónica, 29, 23-30.

- Enf. María Elena Oquendo González 1 y Lic. Oria Soublet Maestri. (Mayo-ago. 2003). ¿Es la depresión un problema de salud en un hogar del adulto mayor? . Revista Cubana de Enfermería, 19, 48-69.

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