Fue el día de las apariencias y las máscaras,

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Reunimos todo el dinero disponible y compramos dos pizzas, luego de literalmente jartarnosla, nos fuimos del recinto, pero no sin antes algunas fotos de recuerdo.

Algunas personas dijeron que se tenían que ir así que todos decidimos acompañarlas a sus casas, en el camino el grupo se dividió, como siempre lo hace, adelante habían unas 4 personas, en el centro estábamos la persona que dije al principio que sería la prota de todo esto y yo; finalmente atrás estaban mi mejor amigo junto con la novia, haciendo lo propio de un par de novios.

Estábamos un poco cariñosos y la llegue a abrazar introduciendo las manos entre los agujeros de su camisa para así acariciar su vientre y sentir un poco de calor, la moleste un poco cogiendole el vientre así que subí mis manos hacia sus pechos… Dios esos pechos, me encantan, son tan suaves, los hice botar un par de veces con mis pulgares y ella soltó una sonrisa un tanto maliciosa pero con inocencia en ella. Como me daba un poco de miedo que se percataran de nuestros actos preferí dejar para otro día ese tipo situaciones.

Al llegar a nuestro destino nos reagrupamos para despedirnos, ella me dijo que se tenía que ir para su casa ya que estaba tarde y al día siguiente tendría clase, así que le dije que la llevaría a su casa, la cual estaba en la otra punta del pueblo, le dije a mi mejor amigo que lo llamaría una vez la haya dejado en su casa.

En el camino hacia su casa no pasó la gran cosa, hablamos de algunas cosas de la vida cotidiana, el colegio, los amigos, la familia, etc. Cosas muy comunes. Al llegar a la última recta del camino la abrace igual que la primera y segunda vez, me adentre en su camisa y penetre la implacable prisión que custodiaba sus formidables pechos Y empecé a acariciarlos, me deje llevar tanto por el momento que al parecer los acaricie de forma brusca e hice que se quejara, pero en ningún momento me dijo que sacara las manos hasta que estábamos por llegar a su casa, al bajarme de esa gloriosa nube y observar que era cierto lo que me decía decidí sacar mis manos, hacerle a un lado el cabello y darle un beso en la mejilla, al separar mi cara me di cuenta que le había dejado maquillaje en la mejilla así que de una manera brusca e imprudente decidí limpiarla.

Por fin llegamos a la puerta de su casa, no había nadie alrededor y las luces estaban apagadas. al despedirnos nos fundimos en un abrazo bastante reconfortante y finalmente un beso que me hizo tocar el cielo, pero por un periodo de tiempo bastante corto y por supuesto le pedí más pero lo único que pude lograr fue otro corto beso, así que ya resignado le sonríe y espere a que abrieran su puerta para un último adiós en esa noche.

La puerta se cerró, yo quedé afuera, bastante confundido pero también feliz, así que decidí marcharme de aquel portal con una sonrisa en el rostro.