La centralidad de los clásicos.

...

Debido a las múltiples críticas en torno a la centralidad de los clásicos, podríamos preguntarnos ¿por qué estudiar a los clásicos si tienen fecha de caducidad?

Jeffrey Alexander desde su perspectiva sostiene cuatro postulados fundamentales en defensa de los clásicos:

- Los datos empíricos de la ciencia están inspirados por la teoría. La distinción entre la teoría y los hechos es analítica, es decir, a observaciones inspiradas por aquellas teorías que consideramos que poseen mayor certeza.

- Los compromisos científicos no se basan únicamente en la evidencia empírica.

- Cuando una posición teórica general se confronta con pruebas empíricas contradictorias que no pueden ignorarse, desarrollara hipótesis ad hoc y categorías residuales. De esta manera, es posible explicar nuevos fenómenos sin renunciar a las formulaciones generales.

- Sólo se dan cambios fundamentales en las creencias científicas cuando los cambios empíricos van acompañados de la disponibilidad de alternativas teóricas convincentes.

En las ciencias sociales el discurso se convierte en una característica esencial que genera debates en torno a cuestiones teóricas y empíricas por lo que surge la necesidad de que exista una base para que los que son partícipes en ese debate puedan conocer de qué se está hablando, adquiriendo un lenguaje común. Así mismo a la obras se les concede el rango de clásicas porque han hecho importantes contribuciones a la ciencia de la sociedad que han perdurado y que se continúan debatiendo en la actualidad.

Las obras consideradas como clásicas constituyen un número reducido de textos que todos conocemos, estudiarlas nos permite tener un lenguaje común a través del cual podemos entender la naturaleza de nuestros desacuerdos, la lectura de los textos nos permite argumentar teóricamente.

Considero que es de suma importancia e interés el adentrarse en la obra y logros de quienes elaboraron el núcleo de cierta sociología mucho antes de que pudieran vivir lo que nosotros estamos presenciando. La disyuntiva en torno a la importancia de recurrir a los clásicos o no hacerlo continúa ya que hay quienes consideran que estas obras que han conseguido ese rango privilegiado deben ser sustituidas por paradigmas en la medida de que el status empírico que se le otorga a las ciencias naturales radica precisamente en la acumulación de conocimiento para que surjan nuevos modelos y que por lo tanto ya no hay razón para tomar en cuenta a los clásicos. Aunque existen fuertes críticas derivadas de la postura historicista en relación a la situación obsoleta de los clásicos, hay teóricos que se empeñan en mantener su defensa a estos textos y rescatar su importancia como puntos de reflexión o como pautas para generar nuevas corrientes de pensamiento.