INTRODUCCION Y JUSTIFICACION Tema central: conformación de nuevos espacios de centralidad- gentrificación y asimetrías urbanas
Enviado por Ninoka • 13 de Abril de 2018 • 3.620 Palabras (15 Páginas) • 546 Visitas
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Como producto social, la producción del espacio puede ser continuamente reforzada a lo largo de la historia, presentando una estabilidad y persistencia que muchas veces es naturalizada por el común de la gente.
A pesar de ello, el espacio puede ser objeto de transformaciones sustanciales, las cuales se dan luego de un complejo proceso de interacción entre los actores involucrados, proceso que afecta directamente a las bases de la producción socio espacial imperante (Soja, 1985) 4, y dando cuenta de la noción de la “dualidad de la estructura”, concepto que Giddens utiliza como un medio para explicar la existencia de agentes humanos creativos en contraposición con la existencia de una determinación estructural.
Así, “La estructura es tanto el medio como el resultado de las practicas que constituyen los sistemas sociales. El concepto de dualidad de la estructura conecta la producción de la interacción social – como siempre y en todas partes un producto contingente de actores sociales informados e inteligentes- con la reproducción de los sistemas sociales a través del espacio-tiempo” (Giddens, 1980)
Esta producción socio espacial, en el sistema social capitalista, basa sus relaciones en aspectos jerárquicos, los cuales lleva a situaciones de conflicto y poder, manifestándose en oposiciones espaciales características dentro de la ciudad que utilizaremos como objeto de estudio: “Así, la estructura del espacio se manifiesta en la forma de oposiciones espaciales, en las que el espacio habitado (o apropiado) funciona como una especie de simbolización espontánea del espacio social. En una sociedad jerárquica, no hay espacio que no esté jerarquizado y no exprese las jerarquías y las distancias sociales [...]” (Bourdieu, 1991) en donde también, “el conflicto y la contradicción surgen principalmente de la dualidad del espacio producido, que es al mismo tiempo resultado-corporizacion-producto y medio-supuesto-productor” (Soja, 1985)
Al mencionar la historia del partido, reconozco dos “momentos” importantes que sirven como ejes para entender el actual cambio: por un lado, la conformación histórica del partido, de la que referimos anteriormente, caracterizada por repetir un patrón de crecimiento característico dentro del siglo XIX y XX, en la cual la denominada “ciudad clásica” (Bolay, 2009) 6 densa, compacta e inscripta dentro de límites territoriales, parece ser el medio en que ocurre la vida cotidiana. Por otro lado, los procesos de introducción de cambios físicos y de actividades a partir de las décadas de 1980 y 1990 aproximadamente, en un contexto en el cual las redes de globalización (Bolay, 2009) transforman el medio en que ocurre la vida urbana de manera sustancial
Esto procesos pueden ser vistos como una tendencia que marca una “modernidad” conflictiva y cambiante (Bolay, 2009), en el cual las decisiones en materia urbana se tornan cada vez más complejas, al ser el proceso urbano un “fenómeno multidimensional cuya realidad refleja la creatividad de los seres humanos, así como también sus conflictos, sus contradicciones y los recursos de los cuales disponen para materializar sus proyectos”.
Así, en términos sintetizadores y algo mundanos, puedo afirmar que “el espacio publico es la calle, es la gente, la integración y el conflicto”, resultado de diferentes practicas vinculadas a las condiciones históricas y socio económicas imperantes, lo que deriva en diferentes fenómenos percibidles en nuestro recorrido urbano.
SAN MIGUEL
El caso de San Miguel, de reciente entrada a nuevas tendencias en el espacio metropolitano, denota claramente los cambios y las modificaciones dentro de la morfología urbana y el tejido social que conlleva este proceso modernizador, en donde se puede ver una segmentación del espacio urbano, que se deriva en otros procesos, como el desplazamiento de actividades o la especialización comercial.
Así puedo afirmar que desde la década del 80 y 90, “se observa como las transformaciones urbanas más recientes, a diferencia de lo ocurrido en décadas pasadas, han sucedido en las áreas centrales de las ciudades y se han caracterizado por favorecer la emergencia de nuevos productos inmobiliarios, el cambio de actividades y usos del suelo, la densificación central y la aparición de nuevos actores. Como contracara, se encuentran las relaciones, grupos sociales, lugares, usos y productos que se ven relegados y expulsados ante estos nuevos procesos; perdiendo sus espacios, posiciones y roles tradicionales” (Amado, 2011)
En este caso, puedo dar cuenta de la intervención diferencial del Estado, el cual da una pauta fundamental para entender los procesos de fragmentación espacial que luego observo en el recorrido: En este caso, al utilizar un elemento histórico característico de los espacios ya consolidados antiguamente, las sucesivas administraciones municipales demuestran su intención de generar un espacio de centralidad que aporte una renta y posicione al partido como centro de actividad comercial y de servicios.
Esta centralidad, la cual se comenzó a conformar en la década del 80 y 90 siguiendo tendencias que, relacionadas con fenómenos como la inserción en el mundo global ,la retirada del Estado, la desprotección de la industria nacional, el acentuamiento de las diferencias societales ,etc., asocia rasgos tardíos de la industrialización con otros rasgos tecnológicos de la globalización, insertándose a una serie de redes reticulares que se interconectan por medio del automóvil particular, generando una nueva forma de expansión urbana dentro de la metrópoli. (CiHam- FADU; 2006)
Así, aparecen nuevas ofertas de bienes y servicios, ya no como respuesta a la demanda originada en el mismo centro, sino vinculadas a las nuevas formas de movilidad urbana, atrayendo usuarios nuevos que inciden en la conformación espacial del nuevo centro, al invertir y consumir en los mismos, generando una segmentación en la oferta comercial y una segregación espacial entre usuarios de la ciudad.
Análogamente al proceso antes mencionado, el lugar comienza a mostrar signos de cambio físico y social, al construirse ciertos edificios en altura en los últimos años, y al pavimentarse, generándose así un contraste con el primer hito del recorrido, el empedrado, elemento que en este caso revaloriza las calles como pertenecientes al viejo centro histórico, lo que refuerza la presencia en un lugar determinado de la ciudad. En este caso, debo asignarle al municipio un rol importante como encargado de las infraestructuras urbanas, y a la intención político-económica que puede derivar de su utilización, en este caso brindando
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