Mecanismos de defensa ejemplificados

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que le traía desagrado, comenzaba a hablar más rápido de lo normal, incluso cambiaba rápidamente el tema para no seguir recordando aquel pensamiento.

La Proyección es un mecanismo de defensa mediante el cual “lanzamos” sobre el mundo o sobre los demás aquellas emociones, vivencias o rasgos de carácter que deseamos desalojar de nosotros mismos por inaceptables. Todo lo que nos resulta desagradable, molesto o dolorosos es sentido como ajeno al yo. Por ejemplo: Un hombre que se siente atraído sexualmente por otra mujer que no es su esposa, diría que aquella mujer se le insinúa constantemente.

La Introyección consiste en introyectar, mediante la absorción, identificación o imitación, a nuestro yo, ciertas cualidades que tienen los “objetos externos” como si fueran parte de nosotros mismos. Por ejemplo: Los adolescentes que visten, se peinan y actúan como los integrantes de su grupo musical favorito. Tienen la idea inconsciente que de esta manera serán populares, tendrán éxito en la vida y frente al sexo opuesto. Imitamos a quien admiramos.

Vuelta contra sí mismo implica redirigir hacia uno mismo aquellas emociones que estaban dirigidas hacia otra persona; si un individuo depende de alguien poco fiable o inestable, puede ser más llevadero, volver contra sí mismo la crítica y la rabia que produce esta situación y sentirse responsable de ella que reconocer la impotencia y la vulnerabilidad de necesitar a alguien con quien no se puede contar.

La Racionalización es una forma de negación en la que, para evitar el conflicto o la ansiedad, se dan razones o se expresan argumentos que ocultan, justifican o encubre los fallos o contrariedades. Mediante este mecanismo el sujeto se defiende del acto frustrante y trata de convencerse que, en el fondo no sedeaba aquello que no ha conseguido. Por ejemplo: El hombre que ha sido rechazado por una mujer, se trata de convencer que al final no hubiera valido la pena por ser muy celosa, poco interesante o muy creída.

La Sublimación viene a ser como un medio para alcanzar satisfacción en forma sustitutiva o imaginaria a las dos tendencias básicas de nuestros instintos: la sexualidad y la agresividad. Es un tipo de comportamiento o conducta en el que tendencias, impulsos instintivos, deseos, etc. que son moralmente y culturalmente rechazables por la conciencia y por la convivencia social se descargan canalizando su energía en torno a comportamientos socialmente aceptables. Por ejemplo: El sujeto que goza del exhibicionismo, puede desarrollar una carrera en actuación, teatro o danza.