Metodo cientifico - Bacon y Descartes.
Enviado por Ninoka • 20 de Febrero de 2018 • 2.092 Palabras (9 Páginas) • 427 Visitas
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- EVIDENCIA: No considerar verdadera nada, a menos que haya certeza total de ello.
- ANÁLISIS: Delimitar claramente el objeto y dividirlo en el mayor número posible de partes analizar cada parte.
- SÍNTESIS: A partir de un procedimiento deductivo, conocer los objetos más simples hasta llegar a los más complejos.
- ENUMERACIÓN: el modo de comprobar el análisis; significa revisar que no se haya omitido nada.
Tales son las otrora celebres reglas metodológicas aconsejadas por Descartes que hoy en día nos parecen más bien banalidades enunciadas con solemnidad excesiva. La historia no conoce al investigador, al que las reglas cartesianas por pomposamente estén bien expuestas, hayan conducido a un importante hallazgo. Descartes se abstuvo de seguir los preceptos metodológicos que había aconsejado.
La vía deductiva sugerida por aquel no basta para realizar un descubrimiento, no es un procedimiento para descubrir sino mas buen para demostrar una verdad ya encontrada. La deducción desempeña un papel notable en la investigación. Aquella consiste en proponer una hipótesis y deducir sus consecuencias, en este proceder deductivo esta implicado el núcleo del éxito. El veredicto de la experiencia inductiva es el que decide tal éxito, el experimento es el que define si el hallazgo de los procedimientos hipotético-deductivo se convierte en una ley o si erro su objetivo.
Ambos procedimientos –inducción/deducción- se complementan, se integran a la marcha de la investigación. La experiencia no ocupaba en el sistema cartesiano no un lugar subordinado. Descartes creía que aquella no era necesaria para descubrir las leyes primordiales y básicas del universo, decía que solo en las leyes secundaria serviría para encontrar el efecto o el procedimiento elegido por la naturaleza. Sin embargo tenía razón.
A fines del siglo XVII el gran físico Huyens criticaba a Bacón por haber subestimado los alcances de las matemáticas y objetaba a Descartes por haber descuidado en la edificación de sus teorías, la importancia del experimento. La metodología cartesiana no es menos eficiente que la baconiana, aquello no significa desconocer le talento de Bacón o el genio de Descartes. Aunque ni antes ni después de ellos llego nadie a crear una metodología realmente satisfactoria. Es iluso suponer que el espíritu se ha de tener en sus búsquedas, a reglas prefijadas, cual quisieran que fuesen. Ninguna regla reemplaza el juicio innato del espíritu, la intuición del investigador, como lo reconoció Claude Bernard. La intuición es la introspección congénita del investigador en el modo de hacer las cosas, es un presentimiento de conexiones existentes en o real. Se enseña la técnica de investigar, pero no el arte de descubrir, de año que no haya un método para realizar descubrimientos sino tantos que decide borrar rodas las opiniones tradiciones, para buscar algo que fuera absolutamente cierto ofreciendo un punto de arranque para empezar la exploración de lo real si el riesgo de un error inicial. Con el propósito de llegar a poner en duda la existencia del mundo exterior visible, no le resulta posible poner en duda lo que estaba dudando. Descartes decía:”que yo dudo realmente, y aunque todo pueda ponerse en duda, el hecho de ser yo quien duda es indubitable. Pero, si dudo, pienso; si pienso, existo”. Surge como triunfante conclusión de este razonamiento, la famosa formula cartesiana “pienso luego existo”. Habiendo llegado a una primera e irreductible certeza, procede enseguida a reconstruir el mundo mediante una serie de sucesivas indiferencias.
Esta no debe ser buscada en las reglas del Discurso, sino que posee una base más amplia, es el conjunto de la obra de descartes el que contribuye más que cualquier obra particular de este pensador científico a corroborar el espíritu racional del concierto y el concepto mecanicista de la naturaleza no solo en el siglo de Descartes sino también en las centurias que le siguieron. La obra cartesiana, puede asignarse el epíteto que los admiradores del Discurso otorgaron a este: un real prologo a la Edad Moderna.
El método galileano; ni la inducción baconiana, ni la deducción cartesiana, son capaces de guiar la investigación; sin embargo completándose ambas entran como importantes elementos en las operaciones destinadas a explorar lo real que los rodea. El desarrollo de estas operaciones, mentales y factuales, constituye una de las grandes hazañas de la revolución científica del siglo XVII.
Fue Galileo Galilei, llego a suministrar al método básico de la ciencia moderna esplendidos ejemplos como la búsqueda de la ley de la caída libre. En el empeño de interpretar la naturaleza, las operaciones de la razón se introducen forjando una hipótesis. Esta debe ser orientada por la meta a perseguir y no por una regla a seguir. La hipótesis puede provenir de una sola observación o de algunas pocas de ellas, también de una casual ocurrencia. Su fuente es indiferente lo que importa son sus 7 consecuencias y la verificabilidad de las mismas. La elección de la hipótesis decide el éxito o fracaso de la búsqueda. Establecida la hipótesis, sus consecuencias matemáticamente deducida se someten al veredicto del experimento. Si es negativo, se modifica la hipótesis hasta conseguir su coincidencia satisfactoria con el resultado experimental, convirtiéndose en la ley del fenómeno estudiado. El experimento puede no consistir exclusivamente en una operación física y su percepción sensorial. En las investigaciones mecánicas de Galileo, Stevin y otros invierten con frecuencia “experimentos pensados” que transcurren en la intuición del investigador y cuyos instrumentos, son los entres abstractos ya indicados. La ley de la inercia descubierta por Galileo en un caso especial ofrece un clásico ejemplo de esta índole. A estos experimentos pensados subyace la convicción de que lo consistente y exacto, en el mundo geométrico del pensamiento racional, debe ser cierto y conexo también en el mundo real, aunque su confirmación sea solo aproximada en el ámbito de la materia
Apreciación personal
Desde nuestro punto de vista ambos filósofos, dieron el mayor giro en la historia de la filosofía, la sacaron de su sitial en el Olimpo y la bajaron a la tierra, usándola como sustento para las ciencias. La filosofía ya no se encarga de explicar el mundo, sino más bien de darle el sustento intelectual necesario a las ciencias para que éstas lo hagan.
Conclusión
Como conclusión se puede decir que según Bacón la hipótesis
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