Mitos y realidades de la Orientación Vocacional: Retos, áreas de oportunidad

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Otro de los mitos es que acerca de la influencia que tiene la familia en la elección de una vocación, y ciertamente juega un papel importante pero también se debe considerar la influencia de los amigos, los profesores y otras personas cercanas, que pueden participar directa o indirectamente en la elección de la vocación.

La creencia de hacia quien se dirige la orientación vocacional también forma parte de los mitos más comunes, pues poca gente conoce que esta se dirige no solo al alumno sino también a los padres de familia o tutores y a las escuelas. Pues estos últimos participan y colaboran en la elección y desempeñan un papel importante en la preparación y comunicación de la información del alumno.

Otro de los factores que influyen y que se encuentran dentro de los mitos, son los medios de comunicación (ya que la mayoría de las personas desconocen la influencia que pueden llegar a tener) estos también influyen en la percepción que se pueda tener de las carreras profesionales y de la vocación. Estos medios pueden transmitir información diversa pero la decisión también estará influenciada por otros factores.

Con base en lo anterior es posible identificar como el proceso de elección de carrera se ve influenciado por múltiples agentes, que vuelven estresante y aparentemente complicada dicho proceso, algo importante a resaltar es que el estudiante es un actor completamente activo dentro de su propia decisión, el orientador no le dice al estudiante cómo es en cuanto a personalidad ni mucho menos qué debe hacer con ello, sino al contrario, guía a éste, le orienta para que por sí mismo lo decida.

La influencia cultural también es importante de considerar, ya que existen profesiones que resaltan más en el entramado socio cultural, que nublan a aquellas no tan reconocidas o emergentes, pudiendo obstaculizar un claro panorama de las posibilidades educativas.

La orientación vocacional no define o indica, sino que acompaña en la elección profesional, con base en todos los factores que ésta implica, clarificando la realidad en que se inscribe, realidad social, familiar, cultural y personal.

En conclusión, la orientación vocacional tiene aún grandes retos a vencer, a pesar de tener una larga trayectoria, existen creencias y mitos generalizados que se han conformado y mantenido durante mucho tiempo, tanto por los profesionales de la psicología, psicopedagogía, profesores, alumnos, padres y sociedad en general. Para poder cambiar o deconstruir las prácticas y eficientarlas, es necesario comenzar por las culturas y las políticas, pero sobre todo comenzar por involucrar a los diferentes actores y trabajar en conjunto, coordinar esfuerzos para lograr una mejor orientación.

La práctica orientadora, no es solamente dar consejos o dictar lo que se debe hacer, sino realmente implica un compromiso y además una participación activa del actor principal: el estudiante, pues es su vida la que se verá afectada con ésta decisión.

No se debe olvidar que toda práctica está enmarcada en un contexto social, todo se relaciona e interactúa, influyendo en múltiples agentes.