TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES, UNA ALTERNATIVA PSICOTERAPUETICA PARA CONTRARRESTAR EL ESTRÉS A NIVEL LABORAL
Enviado por John0099 • 13 de Junio de 2018 • 4.777 Palabras (20 Páginas) • 542 Visitas
...
Para enfocar los intereses del presente artículo en dicha problemática es necesario recurrir a dos referentes de gran valor universal, tales como el DSM – IV y la OMS, los cuales facilitan la diferenciación entre el estrés a nivel psicopatológico y el estrés en las esferas laborales.
En psicopatología es fundamental la apreciación que establece el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM - IV), teniendo un carácter específicamente clínico de los trastornos, por medio de ejes, características y criterios diagnósticos.
De acuerdo con lo anterior, el estrés, se clasifica dentro de los Trastornos de Ansiedad, lo cual indica claramente un estado de ánimo con presencia de angustia, inseguridad e indefensión constante. De este modo, los trastornos que se pueden desencadenar del Trastorno de ansiedad, corresponden a: Trastorno por Estrés Postraumático y Trastorno por Estrés Agudo, también reconocidos por crisis de angustia, temor, sentimientos de incompetencia, vergüenza y pánico, teniendo más repercusiones de riesgo el primero que el segundo. En concordancia con las especificaciones, el Trastorno por Estrés Postraumático puede ser agudo, crónico y de inicio demorado, esto, dependiendo de la duración de la sintomatología, es por esta razón que ambos requieren un proceso psicoterapéutico riguroso.
(Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 1995), A continuación, se mencionarán algunos criterios que se establecen en el DSM – IV para ambos trastornos de manera unificada: exposición a un evento traumático, recuerdo del evento, evitación de los recuerdos, reacción inmediata al evento y sensación de embotamiento, entre otras.
Teniendo en cuenta lo expuesto hasta el momento y en miras de realizar una evaluación diagnóstica y un tratamiento psicoterapéutico eficaz a partir de una descripción clínica y patológica del estrés, es de gran valor reconocer que existe la posibilidad de hacer una valoración por medio del sistema multiaxial, para lo cual, el estrés ya sea postraumático o agudo, obedecen al Eje I Trastornos Clínicos.
Retomando el tema que ocupa el propósito del artículo, el estrés a nivel laboral, ha tenido un incremento en las últimas décadas por lo cual se tiene dentro de las problemáticas de salud pública, debido a los cambios sociales y organizacionales que trascienden desfigurando la mirada humanizadora de los trabajadores hacia una idea de transformación vanguardista empresarial que concibe a los empleados como un recurso altamente competente y menos costoso. Ahora bien, es indispensable investigar y examinar el estrés laboral, a través de una profundización convincente, es decir, bajo los aportes teóricos verdaderamente valiosos de la OMS y la OIT, entes indiscutiblemente comprometidos y constantes con la salud ocupacional, la cual atraviesa una crisis insostenible generada por las demandas de un sistema mercantil que permanece en constante cambio; conforme a la Organización Mundial de la Salud:
(Stavroula Leka, 2004) Argumenta que, “El estrés es la reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación. Aunque el estrés puede producirse en situaciones laborales muy diversas, a menudo se agrava cuando el empleado siente que no recibe suficiente apoyo de supervisores y colegas, y cuando tiene un control limitado sobre su trabajo o la forma en que puede hacer frente a las exigencias y presiones laborales”. Pág. 3.
En esta ilustración de la OMS, es preciso revisar con minucia las caras del “Estrés”, puesto que se tergiversa con algunas de las percepciones que sustrae un empleado sometido a circunstancias de presión laboral, con esto se quiere dar a entender que, la presión en su mayoría de veces es un aspecto de carácter negativo, en tanto, hay exagerados y exacerbados requerimientos en el puesto de trabajo, sin embargo, en algunos casos es un aspecto positivo, en tanto, no sobre pase la capacidad del empleado para afrontar con sus recursos propios dicha circunstancia de presión, lo que equivale a un empelado que va permanecer en buenas condiciones para trabajar.
El estrés se presenta entonces cuando los niveles de presión superan la tolerancia a la resolución de conflicto del empelado, provocando afecciones físicas y mentales, debido a la descompensación energética y motora que enfrenta en largas jornadas un empleado, sobre todo en la “actualidad”. En este sentido, las organizaciones deben tener mucho cuidado al momento de plantear y consolidar diferentes procesos administrativos en sus respectivas fases, tales como: la mecánica y la dinámica, siendo esta última un punto neurálgico que desencadena no solo ciclos problemáticos a los empleados sino también a los directivos, debido al mal manejo del organismo social y el desaprovechamiento de los talentos que integran e interrelacionan el sano desarrollo de la gestión.
Por lo tanto, la mayor parte de las crisis organizacionales, tienen génesis en una indebida ejecución, coordinación, simplificación de las funciones y articulación de los materiales al talento humano, es precisamente con estos factores que surge el estrés y se relaciona con otras causales, entre ellas se tienen, según la OMS
- Funciones caracterizadas por: la monotonía, exceso de tareas a cortos plazos y horarios de trabajos extensos.
- Contextos laborales caracterizados por: puestos de trabajo no proporcionales ni al salario tampoco a las competencias, falta de reconocimiento y motivación a la labor eficiente, carencia de habilidades para el puesto asignado.
- Cultura y clima organización caracterizado por: desconocimiento de la misión y la visión de la entidad, poco interés en el trabajo solidario, comunicación inadecuada y pérdida de beneficios.
El estrés un producto de un “campo de fuerza”
De otra parte, el trabajo de Whetten& Cameron(2005), plantea que el estudio del estrés puede hacerse a través de su comprensión como un producto de un “campo de fuerza” (Lewin, 1997). Según este modelo, los individuos interactúan en un ambiente lleno de fuerzas reforzadoras y contrarias a las situaciones de estrés, cuyas fuerzas actúan para estimular o inhibir el desempeño deseado por el individuo, en este sentido, algunas fuerzas estimulan algunos cambios en la conducta, mientras que otras restringen esos cambios.
En el estado normal de los individuos, las fuerzas del campo se encuentran equilibradas; las fuerzas reforzadoras se contrarrestan exactamente con las fuerzas contrarias.
...