Un nuevo Ensayo Dialéctica del iluminismo (Adorno)

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De este último punto, se desprende la idea de que el dominante va a depender de los trabajadores, pues él no logrará cumplir sus objetivos por su propia cuenta. Esto se sostiene en la idea de división del trabajo, en el cual a causa de la especialización del trabajo, cada persona se identifica y se vale por su tarea, llevando a la necesidad de la cooperación de las fuerzas laborales.

Esto se puede ejemplificar en el momento que Odiseo atraviesa el sector de las sirenas. Siendo él consciente del hermoso y peligroso canto de ellas, pues hechiza y llevaría finalmente a la muerte, manda a sus tripulantes a que lo aten al mástil y que ellos se enceren los oídos de cera para poder remar sin distracciones y superar el obstáculo. Finalmente, su ambición es realizada, porque escucha el canto seductor y no muere, al disponer de la fuerza y trabajo de los tripulantes. Son estos últimos los que llevarían a Odiseo a continuar la travesía.

A partir de lo argumentado, se puede deducir que la voluntad de dominio sobre la naturaleza, termina siendo voluntad de dominio sobre los hombres, porque lleva a la cosificación de ellos mismos. Y es esta última, la que predomina en el ámbito laboral o en toda relación jerárquica y la que, a su vez, permite que el individuo sienta que ha recuperado el control sobre un aspecto de su vida. La cosificación lleva a la percepción de que el ser humano ha logrado, en cierta medida, dominar la naturaleza y que es capaz de perseguir sus fines si hace un buen uso de la razón.