Ventanas rotas. Si bien los cuidadanos pueden hacer mucho, la policia es claramente la clave para el mantenimiento del orden.
Enviado por poland6525 • 28 de Abril de 2018 • 1.807 Palabras (8 Páginas) • 407 Visitas
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Como respuesta al temor la gente se evita entre sí, debilitando los controles. Algunas veces llaman a la policía. Llegan patrulleros, se produce algún arresto ocasional, pero el crimen continúa y el desorden no disminuye. Pronto, los ciudadanos dejarán de llamar a la policía porque “no puede hacer nada”.
Desde los comienzos de la nación, se consideraba que la función policial era principalmente la de guardián: mantener el orden frente a las amenazas que lo acechan –fuego, animales salvajes y conductas fuera de lugar-. La resolución de los crímenes no era vista como responsabilidad policial, sino privada. El rol de la policia se había desplazado paulatinamente de mantener el orden a combatir el crimen.
Los cientistas sociales comenzaron a explorar cuidadosamente la función policial de mantemiento del orden, y a sugerir formas de mejorarla. Mantenimiento del orden se volvió, en cierta medidam sinónimo de “relaciones comunitarias”. Los estudios sobre la conducta policial por lo general dejaron de informar acerca de la función de mantenimiento del orden, para convertirse en esfuerzos por proponer y comprobar de qué modo la policía podía resolver mas crimenes, hacer más arrestos, y reunir mejor evidencia.
Se lograron grandes avances a lo largo de esta transición, ya que tanto los jefes de policia como los expertos externos acentuaron, tanto en sus planes como en la asignación de recursos y en despliegue de personal, la función de combatir el delito.
Pero el vinculo entre el mantenimieto del orden y la prevencon del crimen, tan obvio para las generaciones anteriores, fue olvidado.
Ese vinculo es sil¡milar al proceso en el cual una venta rota se transforma en muchas.
El mendigo no controlado es, en efecto la primera ventana rota.
En teoria, un oficial en automovil puede observar tanto como un policia a pie; en teoria el primero puede hablar con tanta genete como el segundo. Pero en la practica los encuentros entre los ciudadanos y la policia se ven alterados por el automovil.
Nuestra experiencia es que los ciudadanos les gusta hablar con la policia. Esos intercambios le dan una sensacion de importancia, les proporcionan argumentos para chismear y les permiten explicar las autoridades que es lo que les preocupa.
La escencia del rol policial de mantenimiento del orden es fortalecer los mecanismos de control informales de la propia comunidad. La policia no puede, sin utilizar recursos extraordinarios, suplir ese control informal. En cambio, para vogorizar esas fuerzas naturales, la policia debe darles un lugar. Y ahí recide el problema.
En varios estados hasta hace poco y aun no hay en muchos lugares, la policia arresta bajo cargos tales como “personas sospechosas”, “vagancia”, o “hebriedad”. Estos cargos existen no porque la sociedad quiera juzgar y castigar los vagos y borrachos sino porque desea que la policia tenga herramientas legales para quitar a las personas indeseables del barrio cuando fallaron los esfuerzos informales por preservar el orden en las calles.
Ese limite en pocas palabras es el siguiente: la policia existe para contribuir a regular las conductas, no para mantener la pureza racial o etnica del barrio.
La alianza tactica entre policia y ciudadanos se robustece con la vision policial de que policias y pandillas son las dos fuentes rivales de poder en la zona y que las pandillas no van a ganar.
Tanto un centro comercial animado y concurrido, como un tranquilo y cuidado suburbio podrian casi no necesitar precencia policial no visible. En ambos casos, la razón respetables/indeseables es habitualmente tan alta como para que el control social informal sea eficaz.
Si bien los cuidadanos pueden hacer mucho, la policia es claramente la clave para el mantenimiento del orden.
La clave es identificar los barrios en el punto exacto en que el orden publico se está deteriorando, pero aun es recueperable; en que es muy probable que un aventana sea rota en cualquier momento y haya que repararla rapidamenre antes de que todo estalle.
La mayoria de las comisarias no tiene forma de identificar sistematicamente esas zonas y asignarles oficiales. Los oficiales son asignados sobre la base de las tasas de delincuencia o sobre la base de las llamadas solicitando servicio. Para asiganr las patrullas idoneamnete, las comisarias deben observar los barrios y decidir, con evidencia de primera mano, en donde un policia adicional hara mayor diferencia en la promocion de una sensacion de seguridad.
Sobre todo, debemos regresar a nuestra hace tiempo abandonada vision de que la policia deberia proteger a las comunidades tanto como a los individuos. Las estadisticas sobre delito y las encuestas de victimizacion miden las perdidas individuales , no las comunitarias.
Comentario personal
La lectura explica la necesidad por parte de las autoridades para cubrir los efectos visuales que pueden provocar una alteración psicológica a los habitantes de una determinada región que al sumirse en el anonimato que las calles les proveen se sienten con la libertad de agravar un daño que a largo plazo (de nos ser controlado) puede provocar que el ambiente social sea dañado de forma irreparable.
En conlusión, es muy importante reconcer que la capacidad para controlar la conducta colectiva debe ser instruida a las autoridades regionales (los policias).
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