Charla Vida y Amor

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Mejor busca el motivo o la razón del

¿POR QUÉ ESTÁS AQUÍ EN ESTE MOMENTO?

¿POR QUÉ VIVES EN ESA FAMILIA?

¿EN ESTE PAÍS?

Pregúntate

¿QUÉ TENGO YO QUE PUEDO COMPARTIR CON LOS DEMÁS?

¿CÓMO PUEDO DEJAR HUELLA?

Y es que cada uno de nosotros puede dejar huella, puede hacer mucho por el otro. Han existido grandes personajes a través de los años que han dejado huella en el mundo, por su entrega y servicio a los demás. Nos han mostrado que es posible ser feliz y pleno ayudando al otro. Entregándose a los demás.

Un ejemplo de vida es el de la Madre Teresa, que se entregó por completo al servicio de los más pobres, del más necesitado, de los enfermos de sida, de niños abandonados, de los moribundos, de los leprosos, de todos aquellos que nadie más quería ayudar. Y su entrega no solo marcó los corazones y las vidas de las personas a las cual sirvió, sino también tocó el corazón de tantas y tantas personas que se unieron a su causa.

Podría darles muchos ejemplos de personas que han marcado la vida de la humanidad, Nelson Mandela, Gandhi, Rigoberta Menchú, Martin Luter King y tantos más.

Pero, ¿POR QUÉ LO HICIERON?

¿QUÉ HACE A ESTAS PERSONAS DIFERENTES?

NO SON MÁS ESPECIALES QUE NOSOTROS, TAMPOCO SON SUPER HUMANOS.

Simplemente HAN DECIDIDO VIVIR PARA SERVIR A LOS DEMÁS.

Y a eso mismo estamos llamados nosotros. TU TAMBIEN PUEDES DEJAR HUELLA, TRASCENDER TU PROPIA VIDA. Y no me refiero a ser recordado por las grandes acciones que hiciste, tener fama, aparecer en los libros de historia, ganar un sinfín de premios, SINO HABLO DE SER RECORDADO PORQUE CON TU VIDA MARCASTE AL OTRO. Y esto se puede lograr desde lo más sencillo.

Hace tiempo que regresaba del trabajo, me encontré a un INMIGRANTE mientras esperaba a que pasara mi camión. Yo traía los audífonos puestos y aún traía mil preocupaciones del trabajo en la cabeza, además había tenido un mal día. Así que imagínense yo andaba de mal genio. Entonces este hombre se me acercó y mi primera reacción fue dar un paso atrás y verlo con cara de desconfianza. Veía que me decía algo, yo pensé que me estaba pidiendo dinero, pero no le entendía, entonces me hizo la seña de que me quitara los audífonos y cuando lo hice me dijo “DIOS TE BENDIGA”, me sonrío y se dio la vuelta. La verdad yo me quedé como ida me subí al camión y se me salieron las lágrimas y es que ese Señor hizo que en ese momento recordara que solo había sido un mal día y que no debía estar enojada o triste por ello. No sé el nombre de esta persona, pero la huella que dejó en mí es muy grande.

Y esto es lo bonito de la trascendencia, se esconde en lo más sencillo. Basta con una sonrisa sincera, un saludo, para recordarle al otro que debe estar alegre, para darle esperanza quizá.

Este señor fue lo que me recordó en aquel momento y aún me lo sigue recordando. Van a decir que suena muy bonito en palabras no, ser feliz, ayudar al otro, entregarse a los demás y aún así disfrutar cada momento. Pero saben chavos SÍ SE PUEDE, se puede ser feliz de esta manera y la única forma para lograrlo es mediante el AMOR.

AMOR

EL AMOR ES LO QUE LE DA SENTIDO A NUESTRAS VIDAS. El hombre necesita del amor para vivir. Cuando una persona decide alejarse del amor, comienza a sentir un vacío en su vida, una soledad, cae en depresión. Y cuando esto sucede comenzamos a buscar remedios o soluciones para llenar ese vacío. Desafortunadamente muchas veces estos remedios solo nos dañan y en lugar de ayudarnos nos hunden más.

¿TE HAS EXPERIMENTADO ASÍ, SOLO SIN AMOR?

Quizá sí, pero sabes LO IMPORTANTE NO ES QUEDARTE ASÍ, SINO SALIR A LA BÚSQUEDA DEL AMOR. Porque el amor guía nuestras vidas, nos da fuerzas para levantarnos, para afrontar situaciones difíciles, donde creemos que ya no podemos. ES EL AMOR LO QUE NOS IMPULSA A AYUDAR A LOS DEMÁS.

El amor es lo que alentaba a la Madre Teresa. Ella veía a los necesitados a través del amor. En una entrevista dijo: “La mayor enfermedad hoy en día no es la lepra ni la tuberculosis, sino más bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, la corrupción, la pobreza y enfermedad”.

Y claro que no hablo de un amor cualquiera. De esos amores que nos muestra la televisión.

- Amores basados en la conveniencia

- En el sexo, en el placer

- Amores desechables: Un día “te amo” y al otro “Bye, encontré algo mejor”.

Me refiero a un amor que todos queremos, que todos aspiramos:

- FIEL,

- DURADERO,

- SEGURO,

- SINCERO,

- QUE ESTÁ AHÍ AUN CUANDO NOS EQUIVOCAMOS.

- UN AMOR QUE NO TERMINA.

Y hace poco más de un año atravesé por una etapa en mi vida en la que empecé a sentirme vacía, sola. En mi casa hubo algunos cambios, tuve una decepción amorosa y dejé de quererme a mí misma. Para mí fue una etapa difícil porque no lo compartí con nadie.

Hace un año en mi primera acampada, yo me reencontré con el amor, con ese amor que nos describe San Pablo en la 1ra Carta a los Corintios, un amor paciente, un amor comprensivo, un amor que no se deja llevar por la ira, que olvida lo malo. Un amor que perdura a pesar de todo. Un amor que es Cristo. Un amor tan grande y perfecto que entregó su vida para que yo viviera. UN AMOR QUE DA SU VIDA POR TU VIDA.

Que aceptó una muerte de cruz para salvarnos, para liberarnos. Él nos dice “He venido para que tengan vida y la tengan en plenitud”. Y no solo murió por nosotros sino que también nos enseñó y nos enseña día a día cómo debemos vivir, el plan que tiene el Padre para nosotros que es vivir una vida plena en el amor.

El amor que Jesús nos da