ENSAYO SOBRE EL CÓDIGO DAVINCI Y EL EVANGELIO DE JUDAS

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el tema, tanto de la vida de Jesús como de la Iglesia católica. Basta mencionar algunos ejemplos: “La última tentación de Jesucristo” (Niko Kanzanzakis), “El evangelio según Jesucristo” (José Saramago), “Las mentiras fundamentales de la Iglesia católica (Pepe Rodríguez) e “Historia Criminal del Cristianismo” (Karheinz Desehner). A propósito para quien ha leído estos libros está claro que estos contienen temáticas mucho más comprometedoras para la Iglesia que lo que puedan contener El Código Da Vinci y su película.

Lo peligroso del Código de Da Vinci para la Iglesia, es su fácil lectura y la enorme difusión que estos temas alcanzan hoy día con el adelanto en las técnicas de información masiva. La Iglesia trató en primera instancia de impedir la publicación del libro y del estreno de la película, pero ésta iniciativa se estrelló con la nueva realidad de que a las ideas ya no se le pueden poner frenos, ni mucho menos amenazas con la excomunión o el castigo eterno en los infiernos.

Para ser concretos en cuanto a la manera que la iglesia católica ha querido desmeritar la publicación de estos libros, me apoyaré en una cita del padre Nestor Jaén que en un artículo publicado en el diario La Prensa oponiéndose al contenido del Código Da Vinci expresa: “para nosotros, el gran mal de esta novela, está en la funesta mentira de la presentación del cristianismo, sin ningún rigor histórico...”.

En ésta cita se ve claramente, como manifestamos antes, que el sacerdote católico califica de funesta mentira todo aquello que vaya en contra de los dogmas cristianos, o sea en contra de la Biblia y de la tradición católica. Además descalifica al libro por no tener ningún rigor histórico, ya hemos visto de que se trata ésta retórica “lo histórico es bueno cuando nos sirve, cuando no nos sirve hay que desecharlo”.

En el artículo, unas palabras más adelante el padre nos sigue diciendo: “claro que se trata de una novela de ficción”. En verdad todos sabemos que una novela tiene muchos componentes ficticios, pero yo reclamaría ¿acaso en la Biblia no existen numerosos pasajes que son mera ficción? En la vida de Jesucristo por ejemplo para reforzar su divinidad, es evidente que los evangelistas acuden al recurso de la ficción. Por ejemplo, cómo podría catalogarse el pasaje de Mateo que narra los hechos después de la muerte de Jesús ? He aquí el relato “pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró. En seguida la cortina que cerraba el santuario del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado al descanso. Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús fueron a la ciudad santa y se aparecieron a mucha gente”.

Lo cierto que este hecho sólo lo recoge Mateo los otros tres evangelistas, a excepción de la rasgadura del telón del templo, no mencionan nada de ese hecho insólito. Es más ningún historiador de la época lo recoge en sus escritos, lo que confirma que estos hechos sólo existieron en la mente del evangelista para adornar la divinidad de Jesús. Entonces porqué descalificar un documento antihistórico o de ficción, cuando tus propios dogmas están llenos de ficciones y de hechos inventados? De nada sirve decirles esto a la iglesia y a los cristianos pues para ellos toda la verdad y nada más que la verdad, está en la Biblia y la boca de los