ENSAYO DE EVANGELIO CRISTIANO
Enviado por karlo • 26 de Diciembre de 2018 • 2.789 Palabras (12 Páginas) • 454 Visitas
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Pues se puede observar que Jesús era un verdadero siervo. Ha sido realmente impresionante poder ver sus actos como muestra de un servicio desinteresado a todo aquel que se acercaba a Él. En más su servicio realizado no fue por la búsqueda de popularidad para su ministerio, la gente lo buscaba no porque El estuviera obsesionado por ser reconocido o por gastar recursos , publicidad o tener más seguidores; Jesús atendió necesidades puntuales de la misma ciudadanía, mostro la verdad de Dios de una forma práctica, se acerco a la gente interesado en las necesidades importantes de aquella época, como los ciegos, prostitutas , leprosos, etc. que requerían de una atención prioritaria para el Buen vivir, aun así ni siquiera distinguió clases sociales, atendió tanto a ricos como pobres, de manera integral mirando tanto lo externo como lo interno. Pero lamentablemente su servicio tuvo como costo su propia vida, siendo sacrificial, a tal punto que demando su muerte en la cruz como costo de todos los ciudadanos, y no lo descuido en el dejo su ajetreada labor, su dependencia de dios en la oración. Es más que seguro que fue justamente esa práctica de la oración lo que nos queda como gran desafío para quienes sirven hoy en día. “Es semejante a una semilla de mostaza; al sembrarla, es la más pequeña de todas las semillas que se echan en la tierra, pero una vez sembrada, crece y se hace más grande que todas las plantas del huerto sus ramas se hacen tan grandes que los pájaros del cielo buscan refugio bajo su sombra” (Mc, 4, 30,32). En este gran mensaje de Jesús podemos reflexionar que todo aquel que siembra un buena acción , sembrara un buen vivir en la vida, así tal como lo hizo el, pues el poder de la fe por muy pequeño que sea es un gran tesoro nos entregara y nos dará buena vida, hay que saber descubrir los comienzos de la humildad de las obras de Dios, encuentros de buena voluntad con algunas personas para poder solucionar un tipo de problema comunitario, gestos fraternos en ambientes cerrados, esfuerzos por hacer sonreír a quien haya tenido decepciones; la semilla crecerá y quien la mantiene Y cuida se sentirá con más seguridad, por seguir un buen camino, aquel que demostró Jesús, el camino del reino de Dios. Entonces, ¿Cómo pueden vivirse hoy las enseñanzas de Marcos? Leamos el Evangelio de Marcos a la luz de Jesús viviente. Marcos nos describe a un Jesús en presente: va, pasa, dice, mira. ¡Cristo sigue viviendo! Marcos nos invita también a abrir los ojos para que reconozcamos su presencia en nuestra vida ordinaria. Finalmente nos compromete a dar testimonio de Cristo en medio de los sufrimientos y persecuciones; incluso, a dar la vida por Él, si fuera necesario.
En algunas ocasiones, no llegamos a entender las palabras de Jesús y nos causan desconcierto. Especulamos en torno a aquello de El tiempo se ha cumplido y como han pasado tantos años desde que lo dijo, no llegamos a comprender exactamente a qué se refiere. Si el tiempo ya se ha cumplido, ¿querría decir que ya no hay más tiempo? Y si no hay más tiempo, ¿cómo es que el Reino de Dios está cerca? ¿No debía haber llegado ya? Si se ha cumplido el tiempo, el Reino de Dios debe ya estar aquí. Si es así ¿dónde está que no lo vemos? Estas son algunas preguntas que surgen con cierta lógica y como no logramos responderlas en forma más o menos coherente, pasamos por alto el mensaje y nos concentramos en otra cosa, tal vez más digerible. Lo que ocurre en realidad es que si no somos consientes de la palabra de Jesús difícilmente podemos entender lo que Jesús nos comunica con el gran mensaje de “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.” Cuando el Señor dice el tiempo se ha cumplido, hace alusión a la existencia de un plan, el Plan de Dios, en el que todo ocurre conforme a lo planeado y a su debido tiempo. Cabe decir que nuestros planes se parecen mucho a los de Dios, porque nos hemos ido adaptando a Su Creación, de la cual formamos parte, alcanzando a que todo tenga un orden y nos adecuemos a él. Así, nos vamos dado cuenta que el tiempo lo podemos dividir en milenios, siglos, años, días, horas, minutos y segundos. El tiempo nos permite señalar cuando ocurren las cosas, los acontecimientos en nuestro mundo y el espacio, en qué lugar. Aprendiendo a reconocer las estaciones, los tipos de terrenos, sus combinaciones, la velocidad, las fuerzas y las leyes de la naturaleza. Nos hemos adaptado a este mundo que tiene un sin número de leyes y reglas que no hemos creado, pero que ha sido preciso comprender para poder vivir. Pero aun comprendiéndolo de manera básica o elemental, nos hemos podido percatar que en general todo ha sido bien hecho y adecuado para asegurar la vida, de otro modo hubiéramos desaparecido. Hubiera bastado unos cuantos grados más de calor o unos cuantos kilómetros más cerca del sol para que la vida no se diera.. ¿Es todo esto producto del azar? No, ¡Es obra de Dios! Dios lo ha hecho todo conforme a un PROPÓSITO. Esto salta a la vista cuando observamos la naturaleza; todo está coordinado con una precisión que escapa a nuestro entendimiento. Pues en este Plan, por inmerecido que pudiera juzgar, por intrascendentes que pudiéramos considerarnos comparados con el Universo, Dios tiene un lugar y un papel para cada uno de nosotros. Él, que todo lo hizo, nos ha destinado a amar y ser felices eternamente. Ese es parte de Su Método. Un Plan que encaja perfectamente con toda la Creación, porque ha sido elaborado por Dios. En ese Intento está el Redimirnos, el Salvarnos, lo que ha hecho Jesucristo, el Hijo de Dios, en el momento preciso; Jesucristo nos ha revelado que Dios es nuestro Padre, que nos ha creado por amor y quiere que vivamos eternamente, lo que solamente será posible si le amamos a Él por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Esto es lo más importante a lo que debe estar enfocado toda nuestra vida. Una vez descubierto, hemos de dejarlo todo, porque nada más importa. Nuestra tarea, nuestra misión, es hacer que todos los que nos rodean lo comprendan, dejando cualquier cosa para convertirnos en pescadores de hombres. Teniendo en cuenta que el tiempo se ha cumplido y el Reino está cerca, dejémoslo todo y hagamos lo que Cristo manda a la humanidad
La humanidad y en especifico los cristianos están llamados a ser discípulos y misioneros, todos tienen la obligación de proclamar la Buena Nueva. Y hay que ir un poco más allá de la realidad cotidiana. No sabemos, como Dios sabe, los movimientos internos, la intimidad, el alma, de cada quién y por lo tanto no podemos, ni debemos juzgar. Bástenos con exigirnos y esforzarnos nosotros mismo. “Por les digo todo lo que pidan en la oración crean que ya lo han recibido y lo obtendrán y cuando se pongan de pie para orar, si tienen
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