HOMBRE, CIENCIA Y RELIGIÓN: UN LLAMADO A LA CONCIENCIA

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- «La protección ambiental tiene que ser ahora un componente crucial de la vida de la fe».

Teniendo en cuenta que la fe mueve masas, sin importar la religión, la iglesia o la creencia que sea profesada por cada individuo y que de buena manera han venido aceptando la crisis medioambiental global, es indispensable que en este punto en el que nos encontramos se tomen medidas contundentes que sean aprobadas y asumidas con compromiso y responsabilidad por todos. Así como lo establece el acuerdo al que se llegó en la reunión realizada por múltiples dirigentes religiosos y participantes científicos es urgente tomar medidas tales como:

“Una supresión acelerada de los productos químicos que dañan el ozono; un empleo mucho más eficiente de los combustibles fósiles y el desarrollo de una economía no dependiente de ellos; la preservación de los bosques tropicales y la adopción de otras medidas que protejan la diversidad biológica, y esfuerzos concertados para frenar el crecimiento espectacular y peligroso de la población mundial.” A nuestra opinión no existe otra solución que vaya más allá de lo que la religión pueda lograr ya que todas las tradiciones, enseñanzas y consejos impartidos pueden tener una buena acogida por los seguidores, todo esto con el afán de detener el daño causado y la perspectiva del mundo que le dejaremos a las futuras generaciones.

- Llamamiento Conjunto de la Ciencia y la Religión para el Medio Ambiente.

La ciencia como la religión son estructuras complejas y de múltiples capas que abarcan muchas opiniones diferentes en temas tan básicos como el del origen de la Tierra pero que deben coincidir en su protección la cual merece nuestra profunda atención y nuestros afanes más entusiastas. Independiente de su origen y fundamento filosófico deben "unirse" en esta causa común por el bien de todos los seres humanos y criaturas del planeta pues son los líderes en estos adversos puntos de vista los que mueven e influencian la opinión y proceder de la humanidad y los medios con la capacidad de liderazgo para proporcionar educación y conciencia con respecto a la crisis. Dichos cambios no pueden ser adjudicados a un selecto grupo de personas, todo lo contrario, debe incluir a cada ser humano que habite la Tierra, pues todos estamos implicados de manera definitiva, por tanto la educación de carácter ambiental debe fundamentarse en el respeto y la admiración por la naturaleza.

Conclusiones:

- La crisis ambiental requiere cambios radicales no sólo en la política oficial, sino también en la conducta individual.

- Es de vital importancia la educación de carácter ambiental fundamentada en el respeto y la admiración por la naturaleza

- Se hace fundamental que los representantes religiosos y científicos tomen riendas en este asunto ya que tienen estatus de liderazgo