Manual de fe y mundo contemporaneo
Enviado por Helena • 7 de Junio de 2018 • 40.692 Palabras (163 Páginas) • 571 Visitas
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DESCRIPCIÓN DE LA VIVENCIA PERSONAL RELIGIOSA
A continuación se presenta unas pautas de reflexión para evaluar la experiencia personal religiosa. Se sugiere que estas preguntas se contesten detenidamente al inicio y al término del curso “Fe y mundo contemporáneo” para cotejar las diferencias.
- Contenido del concepto de Dios
- ¿A partir de mi propia idea de Dios y la de otros, qué aspectos juzgo principales y cuales secundarios, cuáles inútiles y aun fastidiosos para el hombre de hoy?
- Personalmente, ¿qué considero esencial en el concepto de Dios?
- Comparando lo anterior con el credo cristiano, ¿Cuáles puntos veo importantes para la vida y cuáles me inquietan o me causan malestar?
- ¿Cómo relaciono el concepto de Dios en mi vida?¿Será Dios un frío objeto de doctrina, una razón última de las cosas, una meta en mi vida, un núcleo de mi existencia?
- Mis actitudes frente a Dios.
- ¿Mi creencia en Dios ha evolucionado?¿Dicho cambio ha sucedido por alguna experiencia y cuál? ¿Precisando: de una religión impuesta, externa he pasado a una asumida conscientemente y mejor interiorizada?
- ¿Qué motivos tengo para creer en Dios? ¿Tomando distancia los veo frágiles o válidos?
- ¿Qué dudas tengo sobre Dios y la religión? ¿Qué motiva esas dudas?
- ¿A partir de mi última respuesta, modificaría lo que he respondido en las tres preguntas anteriores?
- Relaciones entre mi fe y mi vida.
- ¿Cuáles son para mí los valores más importantes en mi vida?¿Serán, por ejemplo, los que satisfacen mi curiosidad intelectual, los que señalan metas a mis acciones, los que me proporcionan felicidad, los que ayudan a que todos vivamos en armonía?
- Comparando la respuesta anterior con la del 1.1., ¿podré deducir que si mi fe responde prácticamente a los valores de la vida, será auténtica, si lo contrario, tendré que revisarla durante le curso del presente tratado?
- ¿Si tengo convicciones sobre moral, política, ciencias, magia, ocultismo, etc. que no compaginan con mi fe y que tienen prioridad sobre esta, espero que esta materia me ayude para mi reflexión?
- Mis acuerdos y desacuerdos con creyentes y no creyentes.
- ¿Qué me gusta y qué me disgusta en la manera de proceder y de juzgar de aquellos que he conocido como “creyentes”?
- ¿En qué puntos me siento más próximo a los “incrédulos” que a los “creyentes”?¿Esta cercanía es en cuestiones que tienen que ver con la fe, como son la libertad humana, la justicia social, la sexualidad, la política…? ¿Sería útil examinar si los que califico de “creyentes” tienen o no un concepto errado del compromiso religioso?
- ¿Cuál es mi actitud frente a las críticas que oigo contra la creencia en Dios? ¿Pienso que tienen fundamento y me dejan inseguro, angustiado, agresivo o indiferente?
- ¿Pienso que la religión es algo imprescindible para la humanidad ayer y hoy? ¿Pienso que la religión debe transformarse y en qué sentido?
- ¿Sobre cuales temas juzgo que la religión debe dialogar con el hombre de hoy y en qué forma debería hacerlo?
- Hipótesis frente a mi actitud.
- ¿Sinceramente desearía que Dios no existiera o fuera indiferente para que no pusiera restricciones a mi libertad, a mi estilo de vida?
- ¿Preferiría tener otra manera distinta de ver la vida, de valorar las cosas… que aquella dada por la fe? ¿Preferiría una religión que hable sólo de felicidad terrena y niegue o calle el más allá de la muerte?
- ¿Ante la alternativa de ser creyente o no creyente, qué escogería yo y por qué? ¿Cómo explicaría esta mi opción ante un creyente o ante un increyente?
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I. EL ORIGEN FILOSÓFICO
DE LA PREGUNTA POR DIOS
1. Dios, noción que surge de nuestra experiencia concreta.
Es prácticamente imposible hablar de Dios desde un punto neutral es particularmente para todo aquel que quiera comenzar a reflexionar acerca de este tema en donde surgen de forma a priori nuestros esquemas mentales previos o paradigmas sobre los cuales hemos construido a lo largo de nuestra vida nuestra idea de Dios, la cual se puede edificar por medio de la transmisión en nuestros hogares, en nuestra sociedad, ya sea por imposición, o quizás, exista alguna experiencia desagradable la cual provoca el alejamiento de Dios o una imagen errónea de él.
Por tal motivo, se considera pertinente un espacio de reflexión donde se ofrecen las herramientas metodológicas de la filosofía para que la toma de postura del ser humano tenga un sustento racional, en el cual pueda “dar razón de su esperanza” (Pe 3, 15).
Esta manera de abordar la cuestión de Dios originariamente no está ligada ni al cristianismo ni a ninguna religión específica, aunque algunas religiones busquen como fundamento racional el apoyo de la filosofía. La diferencia entre el lenguaje filosófico al del cristianismo, o específicamente hablando, al de la revelación cristiana es que la filosofía se basa en la las deducciones racionales que partiendo de la necesidad antropológica de la trascendencia, por la búsqueda del sentido último, por la explicación del orden del universo, o por cualquier otra vía racional, el ser humano pueda tener una noción acerca de la existencia de Dios.
La revelación cristiana, en cambio, expone el planteamiento de Dios teniendo como fundamento lo que, desde la fe de los creyentes, se presenta como mensaje revelado por Dios desde sí mismo al hombre, es decir, lo que Dios ha dicho de sí al hombre, no las conclusiones a las que el hombre ha llegado por medio de una elaboración racional.
A lo largo del manual, elegimos apoyarnos de la vía racional y exponer desde esta la posibilidad de la revelación la cual comporta una relación del hombre con la trascendencia la cual al revelar algo de sí, revela un Yo a un ti, por lo que la revelación comporta una relación. Este ejercicio racional no es una demostración en la cual se utilice la metodología
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