Un joven cristiano en la actualidad, podría decir que hoy es muy difícil ser íntegro ya que se maneja mucha presión en todos los aspectos de la vida.

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Hasta aquí podemos ver la presión que manejaba José en su familia. Ahora veremos en el ámbito laboral.

Es vendido como esclavo y cualquiera de nosotros podría decir que en este ámbito es imposible mantenerse recto. Ya sea un mal pensamiento, una mala actitud o un desacato a la autoridad sería suficiente para perder cualquier beneficio que un esclavo pudiera tener.

La Biblia nos ilustra el hecho de que José se destacaba en cualquier labor que le colocaran. Esto nos habla de su integridad en su trabajo, a pesar de la presión que pudiera ejercer sobre él, el hecho de ser un esclavo, o la misma presión que sus homólogos le hicieran.

Pero si por la parte de familia y trabajo llovía, por la parte sexual no escampaba. Imagínate en la siguiente situación: Eres el hombre de confianza de uno de los hombres más poderosos del país; La esposa de tu jefe es una de las mujeres más bonitas de la nación. Su cuerpo y su rostro son deseados por muchos hombres, y a menudo oyes a tus compañeros de trabajo hacer comentarios sexuales acerca de ella. De repente, empiezas a notar un cambio de actitud de ella hacia ti. Y ves como empieza a mirarte diferente a como mira a los demás. Comienza a tratarte de una manera mucho más especial, y una noche cualquiera, te pide que te acuestes con ella. ¿Cómo reaccionarías?

Si en verdad nos metemos en el papel que mencionamos, la respuesta quizás nos avergonzaría decirla delante de nuestros seres allegados (más si eres casado)

En esa situación se encontraba José. Es admirable ver como José resolvió la situación de la manera más tonta posible (podría decir cualquier hombre) ¡salió corriendo! Quizás pueda ser tonta pero fue la mejor decisión de su vida. Otra vez obtuvo consecuencias negativas inmediatas. Fue a la cárcel.

Hasta ahora nos damos cuenta que ser íntegro no trae nada bueno. Pero esto si lo miramos desde la perspectiva humana. Dios estaba obrando en todo esto y la verdad es que la integridad de José, le trajo grandes beneficios. Por una serie de acontecimientos que pasaron desde que estuvo en la cárcel, llegó a ser el segundo hombre más poderoso en Egipto.

Esto no hubiera sido posible si José no hubiera sido integro desde el principio. Quizás si hubiera tratado de agradar a sus hermanos, siendo cómplice de sus fechorías, nunca hubiera salido de su casa. Quizás hubiera tenido una vida tranquila cerca de sus seres queridos. Pero jamás hubiera tenido ese final glorioso que tuvo.

La integridad parece no tener resultados inmediatos positivos pero debemos recordar que nuestros tiempos no son los tiempos de Dios. Él, en su tiempo recompensará nuestra integridad.

Siempre vamos a tener presión de toda índole en este mundo; pero esto no debe ser una excusa para dejar nuestra integridad. Debemos recordar lo que dijo Jesús: En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.