COMUNIDAD TEATRAL VIRGEN DE GUADALUPE

...

Jesús:

Ahora si pueden dormir y descansar, pues está cerca la hora en que el hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores Vamos despierten, el traidor está a punto de llegar.

Estaba todavía hablando cuando llego Judas uno de los doce. Iba acompañado con una chusma armada con espadas y palos, enviados por los jefes de los sacerdotes y por las autoridades judías. El traidor les había dado esta señal:

Judas:

Al que yo bese a ese arréstenlo

Al llegar Jesús pregunta a la multitud

Jesús:

¿A quién buscan?

Gente:

A Jesús de Nazaret

Discípulos:

Soy yo (bis 5)

Jesús:

Yo soy. Les he dicho ¿a quién buscan?

Gente:

A Jesús de Nazaret

Jesús:

Yo soy. Si me buscan a mi dejen libre a los demás

Judas se acerca a Jesús y le dijo:

Judas:

Maestro, Maestro

Jesús:

Judas, con un beso traicionas al hijo del hombre.

Uno de los que estaba con Jesús saco la espada he hirió al sirviente del sumo sacerdote, cortándole una oreja. Jesús le dijo:

Jesús:

BASTA!!!! ¡Pedro vuelve la espada a su lugar, pues a quien hierro mata a hierro muere. ¿No sabes que podría invocar a mi padre y EL, al momento me mandaría más de 12 ejércitos de ángeles? Pero así debe ser para que se cumpla lo escrito.

En este momento Jesús dice a la gente:

Jesús:

A lo mejor buscan a un ladrón y por eso salieron a detenerme con espadas y palos. Yo sin embargo, e sentaba diariamente en la sinagoga para enseñar y no me detuvieron. Pero todo ha pasado para qua si se cumpliera lo escrito por los profetas.

Entonces todos los discípulos abandonaron a Jesús.

Apresaron a Jesús y lo llevaron a casa de Caifás. Simón Pedro lo seguía de lejos. Hasta llegar al palacio del sumo sacerdote. Al llegar Pedro, se acercó a calentarse y una de las que estaba ahí dijeron:

Sirviente 1:

¿No eres tu uno de los discípulos de ese hombre?

Pedro:

No lo soy

Sirviente 2:

Este es uno de ellos

Pedro:

No conozco de quien me habla

Sirviente 3:

Tú también estabas con Jesús de Nazaret pues eres Galileo.

Pedro:

Maldita sea, les juro que no conozco al hombre de quien me hablan.

Al instante canto el gallo y recordó lo que le había dicho Jesús, salió, y lloro amargamente. El sumo sacerdote interrogo a Jesús y buscaban una acusación falsa… se presentaron testigos falsos que decían:

Testigo 1:

Este hombre saca los espíritus con ayuda del Belcebú

Muchedumbre:

Blasfemo, mentiroso.

Testigo 2:

Este hombre ha dicho que es el Hijo de Dios

Muchedumbre:

Blasfemo, mentiroso.

Testigo 3:

Este hombre dice que puede destruir el templo y reconstruirlo en 3 días

Muchedumbre:

Blasfemo, mentiroso.

Entonces el sumo sacerdote les dijo:

Caifás:

No tienes nada que decir, a tus acusaciones.

Pero Jesús permanecía callado.

Caifás:

¿Eres tú el Cristo?

Jesús:

Yo he hablado abiertamente en las sinagogas y no he enseñado nada en secreto. ¿Por qué me preguntas a mí? Interrogo a los que escucharon lo que he dicho.

Al oír esto uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús y le dijo:

Guardia:

¿Esta es la forma de contestarle al sumo sacerdote?

Jesús:

Si he hablado mal, muéstrame en que pero si he hablado bien ¿porque me pegas?

Caifás:

En nombre del Dios vivo, te ordeno que nos contestes ¿eres tú el Mesías el hijo de Dios?

Jesús:

Tú lo has dicho y desde ahora verán al hijo del hombre sentado a la derecha de Dios y venir sobre las nubes del cielo.

Entonces el sumo sacerdote rasgos sus vestiduras diciendo

Caifás:

Ha blasfemado, para que necesitemos más testigos, ustedes acaban de oír las palabras blasfemas. ¿Qué dicen ustedes? Gente: merece la muerte.

El Santo Viacrucis

Primera Estación

Jesús es condenado a muerte. Te adoramos o Cristo y te bendecimos.