COSMOVISIÔN CRISTIANA

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asimétrica para la realización de distintas actividades. Hay pobrezas dignas, donde los trabajadores viven del fruto de sus actividades, sus vidas tienen una planificación con proyección a futuro, en esa perspectiva sus descendientes están incluidos en un marco de derechos y en un proyecto de inserción distributivo sociocultural.

La pobreza negativa es cuando no solo se la genera, inconscientemente, de forma planificada a través de la descendencia sino que se le agrega la perversión de quitarles toda posibilidad de realización humana

“Por aquí nació mi vieja

mis abuelos y mi padre

mis hermanos y hermanastros

aquí nacieron también.

Entre estos ranchos de lata

rodeados de basurales

me hice hombre sin ser niño

sin confiar en las vocales

eche a rodar por el mundo

sin brújula ni timón.”

La canción “Ningún pibe nace chorro” habla de un destino anunciado que padecen muchas personas desde muy pequeñas, inclusive desde antes de nacer, frase que nació allá por el 2006/07, en la ciudad de La Plata y Capital Federal cuando la presión social más la demagogia política organizada por los medios masivos de comunicación influenciaron para bajar la edad de imputabilidad de los menores ante la ola de inseguridad que vivía el país. Situación muy bien aprovechada por los sectores privilegiados de siempre que miran el desnutrido saqueo que pueden hacer los pobres en comparación con los que ellos organizan y practican a diario en sus oficinas. Los de ellos son saqueos obesos de corrupción, de inmoralidad y de hipocresía.

La misma hipocresía que se narra en el texto de Pablo Gentili en “El zapato perdido” donde todas las personas que se cruzaron en el camino se notaron preocupadas por la ausencia de uno del zapato del pequeño Mateo.

Pero el texto no solo nos relata esa actitud naturalizada de una determinada clase social, sino que trata de interpelarnos como sociedad, como alumnos de una carrera, como grupo humano. Dialoga con nosotros acerca de esa actitud interna, incorporada de manera natural en lo cotidiano.

Si apenas somos un dato

una cifra un porcentaje

cuantificable en la lista

de daños colaterales.

De un sistema que fabrica

cosas peores que yo.

La pobreza tampoco es natural, sino que es producto de una mala distribución de la riqueza, realizada por un sistema de manera consciente y precisa sobre los capitales culturales, sociales, económicas.

Distribución que no se parece en nada a la histórica distribución de los panes que hizo Jesús en uno de sus encuentros con el pueblo. En esa oportunidad los apóstoles le pidieron a Jesús que despidiera a la gente para que vuelvan a sus hogares y él no solo se negó sino que mandó a distribuir lo que había para que todos los presentes pudieran alimentarse y de esa forma seguir escuchando la palabra de Jesús. Palabras que los invitaba a conducirse por el camino del bien, de la solidaridad, tomando al otro como a su semejante, un prójimo que nos debe recordar que somos iguales.

“Pero una vez tuve un sueño

soñé que eramos iguales

yo tengo tu mismo origen

el vientre de una mujer.”

Si pudiéramos comprender que entre todos podemos transformar esta realidad hacía un mundo más afable y solidario, seguramente cambiaríamos esas vidas tiradas a la basura y por consecuencia la nuestra también se vería afectada de humanidad, porque cuando negamos o naturalizamos el sufrimiento del otro, mi vida también se ve manchada por ese sentimiento. Todo lo que hacemos vuelve. Será por eso que hay tanta gente enferma de soledad y desamor. El hambre no es es tener la panza vacía.El hambre está también en los que viajan en avión, en autos de alta gama;ese hambre no lo llena el mejor manjar y ni lo hace olvidar el mejor vino, solo se puede reparar cuando le tiendo la mano a otro ofreciendo el corazón. Reconociendo al otro como mi semejante. Conectándome a través de sus ojos y acariciándolo a través de una sonrisa.

En el libro de Marcos capítulo 6, versículos del 30 al 44; podemos ver la intervención del señor para darle de comer a más de 5.000 personas, con solo 5 pescados y dos panes.El señor quiere mostrar en este episodio del zapato perdido, la realidad de que hay mucha gente hipócrita y que solo seremos buenas personas al ver al otro como un hermano en igual condiciones.Dar incondicionalmente permite salvarnos, considerando que solo existimos en relación con el otro.