Ensayo sobre Gaudium Et Spes

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Esta búsqueda de unidad no solo debe de quedarse en un solo punto sino que tiene que ver hacia todas las realidades del hombre y la Iglesia no debe de quedarse callada ante las situaciones de injusticia y degradación hacia las personas, en el documento se aborda mucho sobre la cuestión socioeconómica el cómo el origen, centro y fin de toda la vida socioeconómica debe ser la persona humana y que tiene por derecho que esta sea digna y justa, por eso la actividad económica en disminución del trabajador es errónea e inhumana. Los trabajadores tienen derecho a participar de alguna manera en el funcionamiento y administración de la empresa, y el trabajo que ellos realizan es un camino para la recta distribución de los bienes y las autoridades públicas han de velar que no exista un mal uso de la propiedad privada y su función social.

La Iglesia puede formar parte del esfuerzo por garantizar a todas las personas la posibilidad de construir una vida en coherencia con la voluntad de Dios para sus hijos. El documento forma un intento serio de parte de la Iglesia por manifestar las vías concretas en que ella puede llevar a cabo esta misión. La propuesta no consiste solo en indicaciones sino más bien en una interpretación de la historia que tenemos mucho que aprender todavía de ella. En este documento también nos habla en una parte muy importen sobre la paz que no es la mera ausencia de la guerra y que exige asegurar el bien de la persona y la comunicación entre los hombres, respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad.

La cultura actual ha permitido que se lleven a cabo guerras disfrazadas como terrorismo los cuales son actos horrendos que atentan contra la seguridad y el bien común de las comunidades, la inseguridad ha llevado a que los países formen grandes arsenales peros estas armas modernas ponen a la humanidad en situación crítica, hay que eliminar las causas de las injustas condiciones que afectan la dignidad de los hombres, de sus familias, de su desarrollo cultural y de una humana actividad socioeconómica.

La iglesia exhorta a todos a mejorar este mundo que es el templo de Dios, nuestra casa común, los cristianos como individuos deben comprometerse a actuar por la evangelización del mundo, para que sea más humano. Esta constitución nos presenta una iglesia con rostro humano, una iglesia solidaria, una iglesia que es para el mundo, no encerrada en sí misma como sociedad perfecta, sino una iglesia que se abre humildemente a las verdades de la ciencia, de las técnicas, de la historia, de la Psicología y de otras disciplinas humanas. No trata de apartarse de la experiencia propia de los hombres de su tiempo sino que pretende comprenderlo mejor, compartir con ellos, sufrimientos y sus buenas aspiraciones. Una Iglesia que no ambiciona otro poder terreno que el que la capacita para servir y amar a los hombres.