TEMA No 1 .- MARIA ESCUCHA LOS GEMIDOS DEL MUNDO.-

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Martha era una mujer muy ocupada. Cocinaba, cocía, limpiaba. Estaba ocupada con muchos quehaceres, dice la Palabra. Estaba tan ocupada, que básicamente no reconoció que el Señor había entrado a su casa. Estaba tan ocupada, que ya no notaba Su presencia. Estaba tan ocupada que ya no tenía tiempo de sentarse a Sus pies a escuchar Su Palabra – el servicio tenía mayor prioridad para ella. Estaba tan ocupada, más allá de sus habilidades, que se quejaba con el Señor: “¿Por qué nadie me ayuda a servir?… por favor dile a María que se levante y me ayude”.

Y hay hermanos y hermanas como ella. Súper trabajadores. Tan activos que ya no tienen tiempo de sentarse a los pies del Señor. Imagínate la imagen: tu y Él solamente. Sin celulares, sin ruido, sin servicio, incluso si es servicio para Él. Solo tú y Él. Apaga la computadora, tu celular, cierra la puerta, incluso cierra esta revista y pasa tiempo con Él. Abre tu corazón a Él como a tu mejor amigo. Cuando el Señor estaba en la tierra hizo lo mismo: pasó tiempo solo con el Padre. Nuestra prioridad no. 1 no es el trabajo, incluso si el ministerio está incluido. “Se necesita UNA cosa”, dice el Señor. Fue María la que se sentó a Sus pies, la que escogió la buena parte y no Martha que estaba ocupada “con muchos quehaceres”. Tu prioridad no. 1 es sentarte a los pies de tu Señor.

Martha es evidentemente la dueña de casa, porque se la nombra como la mujer a cuya casa Jesús va con sus discípulos; tiene por tanto la responsabilidad de todo el manejo de la casa. La misma impresión de que Marta es la hermana mayor. Precisamente por esto las razones de Marta son valederas: como dueña de casa debe honrar a sus huéspedes y hacer todo posible para que no le falta nada. El huésped tampoco está solo, y entonces seguramente la preocupación se multiplica: el clima es un poco tenso y ansioso, en el deseo de que todo se desenvuelve en el mejor de los modos y que nos falten las acostumbradas formas de atención. Marta quiere pues llegar ofrecer una hospitalidad verdaderamente digna y no nos asombra en absoluto su miedo a no ser capaz de brindarla. Sin embargo, tras este fondo que es normal, nos damos cuenta de que Marta está cultivando en realidad lo que podríamos llamar el ideal masculino de eficiencia, respecto de los gobiernos de la casa es verdad, pero siempre un ideal de éxito: es necesario tener éxito, necesario que las cosas se hagan en toda la amplitud de su exigencia. Y entonces sucede que, en determinado momento, el ideal de eficiencia cultivando tan rígidamente le hace perder el aspecto principal de la situación, el panorama. En su ansiedad por mostrarse a la altura de la situación, pierde totalmente el sentido y vemos que sucede un giro ridículo de las partes; ¡quiere honrar al huésped Jesús y en cambio le hace reproches!

María es la hermana menor que debía ayudar. En este sentido, Marta tiene razón: la hermana menor debería colaborar dejando en paz a Jesús y a los apóstoles.

Sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra” es importante destacar casa aspecto de esta descripción.

“A los pies de Jesús” significa que lo honra como Maestro, demostrando que ha comprendido perfectamente la intención de Jesús: viene como Maestro y ella lo recibe como tal.

“Escuchaba su Palabra”: el deseo más grande de Jesús, en efecto, es el de dar, comunicar la palabra. María realiza plenamente. “María de Betania es entonces figura de María de Nazaret lleva la capacidad de escucha silenciosa de la Palabra, para que la humanidad llegue a comprender la amplitud de su propia vocación y se ponga a la escucha de Dios.

- ¿No te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo?

- ¿Qué hace María?

- ¿Cuál es mi Actitud a los pies de Jesús?

- ¿Qué quiere decir Jesús?

- ¿Cuál es esa cosa sola que necesitamos?

Compromiso

Cada uno de nosotros debe reflejarse en María y comparar el valor que le da a la acción con el valor que le da a la escucha, no para oponer las dos actitudes, sino para relacionarlas, según la medida

Celebrar: Jesús, cuántas veces he dejado a un lado mi oración para darle vuelo a mi imaginación: programando, planeando los grandes proyectos que podría llevar a cabo, pero olvidando que lo único que puede garantizar el éxito apostólico es que Tú seas la parte central de cualquier esfuerzo. Permite que nunca olvide que mi misión proviene de tu inspiración, que inicia y se sostiene sólo con tu gracia, que desde el principio y hasta el final todo debe ser por Ti y para Ti.

TEMA No 3 .- EL ESPÍRITU DE LA FE EVANGÉLICA

Objetivo: “Ver en la mujer pecadora una oportunidad de reencontrarnos con nosotros y con la misericordia de Dios; analizando nuestra historia de vida para reconfortarnos en la fe.

Símbolos: imágenes que representen nuestra fe: crucifijos, rosarios, escapularios, imágenes de

vírgenes, santas.

Canto: El grano de mostaza.

Oración: “María, que junto a la cruz has sentido vibrar, a través de los estertores de Jesús moribundo, la potencia extraordinaria de la redención del hombre y de la mujer, has que también nosotros podamos percibirla para hacerla vibrar en nuestro cuerpo, en nuestra voz, en muchas otras personas que son llamadas como nosotros y con nosotros a esa misión”.

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UNA MUJER DE FE

Una vez, una mujer, señora muy pobre, que escuchaba un programa de radio motivada por el predicador que lo conducía llamó pidiendo ayuda porque no tenía ni para comer ese día.

En eso, un brujo que sintonizaba todos los días el programa aprovechó y consiguió su dirección llamó a dos de sus secretarios y ordenó que compraran alimentos y lo llevaran a la mujer con la siguiente consigna: que cuando ella preguntara, ellos le dijeran que estos alimentos los mandó el diablo.

Cuando llegaron a la casa, la mujer lo recibió con alegría y fue guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo.

Al ver que ella no preguntaba nada, ellos aprovecharon y le dijeron señora pero no ¡quisiera usted saber quien le envió todo esto!

La mujer lo miró,