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Énfasis en matemáticas

Enviado por   •  11 de Diciembre de 2018  •  2.632 Palabras (11 Páginas)  •  263 Visitas

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Antecedentes

La doctrina de Lutero de la justificación por la fe y la gracia y la importancia de las escrituras, eventualmente llevaría, como se desarrollará en el siguiente apartado, a disputar la autoridad de la Iglesia. Un asunto que, a diferencia de la relativa insignificancia de las indulgencias, conducía necesariamente al cuestionamiento de la autoridad papal, la estructura eclesiástica y, consecuentemente, al enfrentamiento directo con Roma. En 1518, Lutero es llamado a compadecer en Augsburg frente al cardenal Cayetano. La respuesta de Lutero defendía la escritura por encima de todo y creía firmemente que el Papa abusaba de ella. La reacción de Cayetano fue simbólica de la posición de la Iglesia frente a las ideas de Lutero y su teología que rescataba el fundamento de las Escrituras: "explotó y le gritó a Lutero que no volviese a menos que fuese para retractarse".

En 1519, Lutero escribe: "Eck, mi hombre astuto, quiere arrastrarme a nuevas disputas". Y en efecto, el profesor Johannes Eck de la Universidad de Ingolstad, rival de Lutero, desafío a Andreas von Karlstadt, uno de sus colegas, a debatir en Leipzig en julio de 1519. Lutero insistió en acompañarlo y tomar parte en el debate. En la primera semana del encuentro, Eck fácilmente derrotó al viejo Karlstadt. Cuando Lutero se unió al debate el 4 de julio, Eck logró desviarlo hacia la exposición de su doctrina, haciéndolo desafiar públicamente la autoridad papal y de los concilios eclesiásticos. Fue en estas disputas formales, en Augsburg y en Leipzig, en las que, a los ojos de Lutero, la intransigencia de Cayetano y de Eck como partidarios del papado, parece haber llevado a Lutero a apreciar la verdadera naturaleza excluyente de su nueva teología con la autoridad romana. En diciembre del mismo año, Lutero quemó públicamente la bula de excomunión. La ruptura había sido consumada. Tres semanas después, León X emitía otra bula en la que lo excomulgaba definitivamente.

Luteranismo

El luteranismo es un movimiento religioso, también llamado protestante, el cual está inspirado principalmente en las enseñanzas de Martin Lutero sobre el cristianismo, es la creencia religiosa sostenida por las sectas protestantes más antiguas y numerosas de Europa.

La primera expresión histórica de la reforma fue el luteranismo, donde sucedió en el sacro imperio romano germánico, donde su objetivo era la reforma de la iglesia, aunque el desarrollo de los acontecimientos de las posiciones llevo a un desenlace diferente, al cual fue la ruptura de la unidad de la iglesia cristiana del occidente. Lo factores políticos se vieron afectados por la imposibilidad de terminar con el movimiento reformador, al pasar varios intentos, Carlos V decidió aceptar las propuestas de los príncipes del imperio que se habían adherido a las doctrinas luteranas. En 1555 Augsburg reconoció que cada príncipe podría creer en la religión que quisiera, sin que el emperador se opusiera, y todos los súbditos de cada príncipe debían de seguir la región que ellos escogiesen. Sin embargo, esto no significó la paz entre los luteranos, ya que en esa época se suscitaron disputas entre quienes sostenían posiciones teológicas diferentes.

La “Fórmula de la Concordia” permitió la unidad entre los luteranos alemanes y escandinavos, pero, al mismo tiempo, marcó la ruptura definitiva con los protestantes de tradición reformado-calvinista y los grupos marginales que nunca habían aceptado la Confesión de Augsburgo.

El período que se inició a partir de ese momento se conoce como “ortodoxia luterana”, que se divide, generalmente, en tres períodos:

- La temprana ortodoxia (1580-1600),

- La alta ortodoxia (1600-1685),

- La tardía ortodoxia (1685-1730)

Por otra parte, los filósofos racionalistas franceses e ingleses ejercieron un enorme impacto en el transcurso del siglo XVIII. Sus obras condujeron a un desarrollo del pensamiento racional y al razonamiento en el pueblo, debilitando abruptamente su fe en Dios y en la Biblia. Los principios racionalistas difícilmente eran conciliables con el cristianismo, y menos aún con el cristianismo luterano. Hay que reconocer que, a pesar de ello, produjo algunos frutos en el ámbito de los estudios bíblicos. En esta época, una genuina piedad se encontraba casi solamente en los pequeños círculos pietistas. Sin embargo, algunos laicos fueron capaces de preservar su fidelidad luterana respecto del pietismo como del racionalismo, recurriendo a los viejos catecismos, himnarios y escritos devocionales.

La invasión de Napoleón a Alemania promovió el racionalismo e indispuso a los luteranos alemanes, reforzando en el pueblo el deseo de preservar la teología de Lutero ante el racionalismo. Este despertar, sostenía que la razón era insuficiente y acentuaba la importancia de la experiencia religiosa emocional. Pequeños grupos surgieron, a menudo en las universidades, que se dedicaban al estudio de la Biblia, leían escritos devocionales, y organizaban encuentros de avivamiento. Miembros de este movimiento asumieron el compromiso de restaurar la liturgia y la doctrina tradicional de la iglesia luterana en lo que se conoció como el movimiento neo-luterano. Quienes se enrolaron en este movimiento retomaron la polémica entablada en el siglo anterior por los teólogos supra naturalistas pero, además, intentaron encontrar una vía media entre la teología de la experiencia espiritual de Schleiermacher, que no veía necesario referirse a una revelación objetiva y las exigencias de una teología confesional.

La teología luterana del siglo XX presentará también una especie de dialéctica entre dos posiciones que, a grandes rasgos, podrían caracterizarse como ortodoxia y liberalismo. La lealtad dogmática, fundada en la reafirmación perentoria de la autoridad de la Palabra de Dios, tuvo por principal protagonista al teólogo neo-calvinista Karl Barth, de gran influjo en los ámbitos teológicos luteranos. El liberalismo teológico, fundado en una filosofía existencialista, ha encontrado su principal representante en Rudolf Karl Bultmann, quien ha subrayado la ruptura entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe. La generación más reciente de profetas ha reaccionado contra esa dicotomía, intentando redescubrir a Jesús a partir del Cristo de la predicación de la Palabra.

Otra tendencia interesante en la teología luterana contemporánea es aquella que ha procurado profundizar teológicamente la relación entre fe y realidades terrestres, Iglesia

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