CHILE Y EL ACOSO CALLEJERO

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Los ASC son un problema social recurrente en la época actual y es obvio que es un tema polémico, por lo cual tiene puntos de vista contradictorios.

Unos hablan de que este “abuso” no tiene nada de grave, que es algo típico del chileno y que nuestra cultura se caracteriza por ello, lo cual significa que está prácticamente inculcado en nosotros sin que nos percatemos de ello. Incluso, algunas personas piensan que las personas que son afectadas por esto, deberían sentirse halagadas ya que le están haciendo un “cumplido”.

Por el otro lado, están quienes consideran que estos actos son una falta que ofende a la moral y a las buenas costumbres, llevando a pasar la autoestima y seguridad que siente la persona al estar expuesta en los espacios públicos. Además, defienden que denunciar estos tipos de actos no es una exageración, sino que es más bien un gran aporte para alertar a la comunidad con respecto a estas acciones y que el problema se haga más visible; para que se tomen cartas en el asunto y que se haga énfasis en la seguridad pública.

Deben estar pensando que los piropos, bocinazos e incluso las miradas no deben ser tan graves, o sea, no son un abuso de proporciones si es comparado con las grabaciones y fotografías que a uno le podrían tomar y que sería una exageración denunciarlas ya que no hubo una agresión como tal y es algo típico de hoy en día, pero el problema es que nadie pide que le hagan estas cosas mientras va caminando, ya sea al colegio, a la casa o donde amigos. Estas acciones, según mi punto de vista, son completamente innecesarias, que te digan piropos o te tiren besos en la calle, para mí no es un halago, me hace sentir mal, me pone incómoda y se tiene un sentimiento de rabia y vergüenza al pensar que alguien más, un total desconocido, está teniendo pensamientos indebidos con uno sólo por la apariencia física; pero tengo que dejar en claro que hay personas a las cuales, los besos, piropos y cierto tipo de comentarios no le causan incomodidad o no se los toman a mal, puede ser que algunos se los tomen como algo bonito pero los límites existen cuando es algo muy grosero o totalmente explícito refiriéndose a acciones que harían con el cuerpo de la persona o resaltar de una manera inadecuada alguna parte del cuerpo.

Por muy típicos que sean los piropos, besos, comentarios y bocinazos en la calle, estoy segura que más de alguno ha vivido la experiencia y dependiendo mucho como uno lo tome, en cierto tipo de personas afectan de alguna u otra manera, le genera inseguridad acerca de su cuerpo, ansiedad y miedo que pueda pasarle algo peor.

Ya para entrar en la conclusión, pienso que es necesario dejar de lado la idea que los ASC son algo natural y asumir que siempre existirán y ocurrirán o que estará la posibilidad que ocurrirán cada vez que saldremos a la calle y no darle la importancia debida al tema y dejarlo pasar como algo a lo que ya estamos acostumbrados. A pesar que de la ley fuera aprobada, lo que le daría un mayor grado de seguridad a las personas, sabiendo que están protegidas por la ley, creo que lo que realmente lograría un real avance sería erradicar la mentalidad que se ha adquirido con el pasar del tiempo, que cambiemos como sociedad y seamos una donde se respeten a los hombres y mujeres por igual. Mucho más que la ley para hacer un cambio o lograr un solución a este tema del acoso callejero, lo ideal sería educar, un proyecto que apoye la causa en contra de ASC, lo que incluye: charlas informativas para todo público, colegios, etc; y masificar esta idea de dejar de lado el pensamiento que se tiene acerca del acoso callejero como algo normal por medio de los medios de comunicación (ya sea escrito, oral o visual).

Así, por medio de la educación y una ley que proteja los derechos que tienen las personas de sentirse seguras, podremos avanzar a una sociedad y un país, donde hombres y mujeres se sientan mucho más seguros caminando por las calles, no tan solo como ciudadanos, sino también como personas.