¿Cuál es la razón de ser de la pena de muerte?
Enviado por Christopher • 14 de Enero de 2019 • 1.962 Palabras (8 Páginas) • 345 Visitas
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Podemos encontrar a lo largo de la historia del hombre una serie de momentos en los que podemos asegurar que no siempre es considerado como algo negativa la muerte, para los mismos reos, tenemos como ejemplo Antígona que busca entre los despojos del campo de batalla los restos de su hermano aun cuando conoce que eso mismo le llevara a una sentencia de muerte no la hace desistir de su empeño amoroso y fraterno. Encontramos también a Sócrates el cual acepta su pena de muerte con tal de el principio de legalidad prevalezca y subsista. [pic 3]
Hago mención de lo anterior porque me da pie a llegar a otra argumentación que se usa a favor d la pena de muerte “la intimidación”, la creencia de dicha intimidación no se apoya en datos racionales son solamente creencias del vulgo, aunque resulta ser una creencia que no se debe dejar a un lado ya que es una de los argumentos que utilizan las personas que están en contra de la abolición de tal sanción ya que consideran se debe reservar el castigo máximo, tras analizar cómo es que muchos de los sentenciados han respondido, quizá de forma inconsciente, logro encontrar algo que me causa un poco de gracia ya que pareciera que una vez más el argumento que “favorece” a tal sanción vuelve a equivocarse.
Las estadísticas indican que una gran mayoría de casos que se encuentran sentenciados aceptan la pena de muerte no porque se les tenga sin salida si no por factores múltiples como puede ser sus creencias religiosas, filosóficas; inclusive podemos encontrar personas que tras cometer sus actos delictivos la buscan para ser considerados como un héroe, es difícil de creer o entender eso último, puede ser que si, así que utilizare un ejemplo que he encontrado en todos los libros utilizados en mi investigación. El ejemplo claro para explicarlo es Peter Kurten, un asesino serial, causante de una de los momentos en los que la ciudad de Dusseldorf pudo llegar a tener, acusado de cometer nueve crímenes parecidos y siete tentativa, no pretendo detenerme en los detalles de sus asesinatos simplemente llegare a la característica más interesante de dicho asesino, como ya mencione era causante de mucho miedo por lo que se ofreció una generosa cantidad económica a quien lo presentara frente a las autoridades lo mejor de esto es que él mismo le confeso a su esposa de quien era él en realidad ‘para que así ella lo entregara y recibiera dicha recompensa. A continuación citare sus últimas palabras no con una finalidad de morbo, sino más como una prueba de su falta de interés sobre la sanción que se le había impuesto.
“Dígame, después de que mi cabeza se haya desprendido del cuerpo, ¿Podre oír, por lo menos por un momento, el sonido de mi propia sangre cuando brote de mi cuello?...Seria el mayor placer, para terminar todos mis placeres”.7
No me interesa analizar qué tan maniaco podría llegar a ser el sujeto, en este momento me interesa que notemos la falta de interés que este hombre le daba a el hecho de que lo iban a matar.
Entonces ¿Por qué no causa mayor efecto la aplicación más frecuente de tal sanción?, quizá se deba a la capacidad de adaptación que tienen los humanos, o porque en realidad muchas veces y en muchos ejemplos no les interesa en lo más mínimo la sanción que les van a imponer ya que ese no es su objetivo principal al momento de cometer el crimen. No se debe olvidar que mi propósito es que no olvidemos como sociedad que las sanciones tienen que tener un rasgo de humanidad, cosa que no encuentro en el matar a alguna persona por la razón que sea.
Cuando en sus inicios en el derecho penal se buscaba esa humanidad se encontró la figura de la prisión, el privarle la libertad a una persona que comete algún crimen es una sanción de sociedades civilizadas.
Estoy por concluir tal trabajo y caigo en razón de que no he mencionado mucho el país al cual me estoy refiriendo, pero es que todas las justificaciones mencionadas anteriormente provienen de las que da Estados Unidos de Norteamérica para seguir imponiendo tal pena.
En todo esto también existe un punto muy delicado, la discriminación. Iniciare dando las estadísticas de un análisis realizado en el estado de Georgia entre 1973 y 1979; se impuso pena de muerte al 22% de casos que involucraban a un homicida negro y una víctima blanca, 8% cuando el homicida y la víctima eran blancas, 3% cuando el homicida es blanca y la víctima negra y 1% cuando tanto el homicida como la víctima eran negros. 8
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La Comisión de Derechos Humanos de la ONU dio a conocer un reporte del investigador Bacre Waly Ndiaye. En dicho reporte se ataca al gobierno estadounidense por imponer la pena de muerte bajo criterios racistas, injustos y arbitrarios.
Para terminar dejare un listado de los Estados que autorizan la pena de muerte: Alabama, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Maryland, Mississippi, Montana, Nebraska, Nevada, N. Hampshire, New Jersey, New Mexico, New York, North California, Ohio, Oklahoma, Oregon, Pennsylvania, S. Carolina, S. Dakota, Tennessee, Texas, Utah, Virginia, Washington, Wyoming, Gob. Federal, Fuerzas Armadas.9
Entonces como conclusión encuentro que la única razón para que la pena de muerte se siga aplicando en Estados Unidos se debe a la costumbre que tiene esa población, que en realidad solamente utiliza como argumentos situaciones que se fundamentan en las creencias que venimos arrastrando desde hace muchos años, y aun cuando existen investigaciones científicas que demuestran que tanto su aplicación o su abolición no afectarían en nada mayor a disminuir el número de su población. [pic 5]
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