EL TRISTE PRECIO DEL DESARROLLO ECONOMICO

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El medio ambiente y el desarrollo sostenible son conceptos que no se miran por separado dentro del contexto actual de la economía. Medio ambiente está íntimamente ligado con el desarrollo económico y éste último ha afectado y actualmente afecta el medio ambiente. En el caso de nuestro país Colombia, como en casi todos los países del mundo, el modelo de desarrollo adoptado determina en cierta medida cómo el sector productivo se interrelaciona e influye en el medio ambiente y los recursos naturales. Así, los modelos proteccionistas y de globalización de la economía colombiana que han afectado y aún afectan a nuestros recursos naturales se ajustarán a un modelo internacional en aras a obtener un desarrollo sostenible.

De acuerdo a lo anterior, no se debe dejar de lado ni olvidar que Colombia posee un patrimonio envidiable; con una gran riqueza en biodiversidad y en recursos hídricos; sin embargo, su aprovechamiento no ha sido el más adecuado, hasta el punto que nos encontramos al alcance de una crisis de disponibilidad de recursos naturales. Aunque en la actualidad, las desigualdades existentes se han recrudecido más, tanto en el interior de las naciones como en grandes zonas del mundo.

Es de conocimiento prácticamente general el hecho que los diferentes tipos de contaminación causadas por el accionar del ser humano, han deteriorado en gran medida el equilibrio de nuestro medio ambiente; por lo cual es importante resaltar el hecho que desde hace algún tiempo los grupos ecologistas del hemisferio norte vienen manifestando su preocupación ante el peligro de que los países pobres se conviertan en “refugios” para la contaminación y que, a fin de evitar las normas rigurosas, se trasladen a ellos industrias de los países más ricos y desarrollados, con el consecutivo drenaje de puestos de trabajo. Sin embargo, al observar las estadísticas globales sobre comercio se puede justificar que tales “refugios” permanentes no se han hecho realidad por ahora.

Dicha preocupación acerca de los “refugios” para la contaminación se despertó a principios de los años setenta, cuando los países desarrollados comenzaron a imponer rápidamente controles de la contaminación cada vez más estrictos y la mayor parte de los países en desarrollo todavía no había puesto en marcha reglamentación oficial alguna.

Aunque en realidad, si existió el peligro de que se crearan “refugios” para la contaminación en cinco sectores especialmente contaminantes: el hierro y el acero, los metales no ferrosos, las industrias químicas, la pasta y el papel, y los productos minerales no metálicos.

Es importante resaltar que los instrumentos de política para el control de la contaminación se pueden enmarcar, en forma general, en instrumentos de comando y control instrumentos económicos o de mercado y la provisión directa del gobierno. Los instrumentos de tipo comando y control establecen normas de emisión para toda fuente emisora, de manera uniforme o diferenciada, y la fuente debe cumplir con la norma. Los instrumentos de control, de otros lugares, buscan modificar el comportamiento de los contaminadores mediante la alteración de los incentivos, precios relativos que éstos enfrentan, sin que se requiera establecer un nivel específico de emisión para cada fuente contaminante.

La aplicación de una política ambiental que obligue y/o incentive a los productores a internalizar los costos ambientales tiene efectos sociales positivos pero desestimula a las empresas que más contaminan al incrementar sus costos. De hecho, empresas que arrojen una rentabilidad negativa cuando incluya en sus costos los efectos ambientales negativos que generan podrían desaparecer. La alternativa de tales empresas será reestructurar su sistema productivo con procesos tecnológicos más limpios y eficientes si quieren competir y permanecer en el mercado. Por lo tanto la implementación de una política ambiental causa, entonces, impactos sobre algunas de las variables que determina el desarrollo económico y, por lo tanto, sobre el desarrollo económico mismo.

Es difícil exigir que los líderes políticos exijan a la humanidad actual asumir costos para el bien de los que todavía no han nacido y, por lo tanto, no votan; de igual modo sucede con los empresarios, pues deberían pensar en un mercado no existente.

La dolorosa verdad es que el presente significa un lugar relativamente cómodo para quienes desempeñan posiciones importantes dentro de la política o del liderazgo empresarial.

En conclusión es importante entonces utilizar un concepto de sustentabilidad que nos sea útil para la acción, es decir, que lo que estamos obligados a mantener no es una cosa o un recurso en particular sino una capacidad general para crear bienestar. En otras palabras, tomar decisiones en las áreas tanto públicas como privadas quiere decir que lo que hagamos hoy como personas o como sociedad repercutirá sobre el futuro individual y colectivo de las generaciones futuras.

En segundo lugar el desarrollo económico debe tener un cambio de estructura basado en que el consumo y las ganancias sean equitativos, con respeto a la dignidad humana, y de igual forma la naturaleza y el medio ambiente sean protegidos. Sólo así el desarrollo económico será sostenible, pues no se concentrará únicamente en los valores de la sociedad industrial, sino también en el ser humano, la naturaleza y el medio ambiente, los cuales son elementos indispensables para el progreso o evolución de los países en especial aquellos con un mayor grado de pobreza.

Además con esto se podrá impedir que se den los refugios para la contaminación.

De acurdo a lo anterior se puede afirmar que nuestro futuro está determinado por el manejo que le estamos dando y le daremos al medio ambiente ya que es nuestra responsabilidad el bienestar de las generaciones futuras y el que estas puedan disfrutar de un ambiente limpio, sano y armonioso.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

- Crecimiento económico y medio ambiente: una revisión analítica de la hipótesis de la curva ambiental de Kuznets. (Francisco Correa Restrepo, 2007).

- Deterioro ambiental vs. Desarrollo económico y social (Leticia Colín O.)

- Desarrollo y medio ambiente: una mirada a Colombia (Germán Sánchez Pérez).