EMBARAZO EN LA ADOLECENCIA EN EL GRUPO DE EDAD 12 A 19 AÑOS
Enviado por Kate • 20 de Junio de 2018 • 15.788 Palabras (64 Páginas) • 294 Visitas
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En aquellos antecedentes sobre la atención del parto siempre fueron basadas en los inicios de manera empírica y relacionada con lo religioso en ese tiempo solo existían la presencia de parteras o curanderas las cuales eran consideradas con un status de superioridad ya que ayudaban al nacimiento de un nuevo ser y se encargaban de todo el proceso aun cuando sus conocimientos no estaban fundamentados científicamente ni estaban preparadas para la aparición de complicaciones durante el proceso del parto hasta el embarazo, por lo cual se llegaron a registrar una gran cantidad de muertes maternas .
El privilegio de atender un embarazo hasta el parto provenía de la ayuda de las mujeres se presentaba como una actividad exclusivamente femenina y se nombra la presencia de la persona experta: la comadrona o partera en si durante la historia se mantuvieron términos diferentes para aquellas encargadas de la atención del embarazo pero aun siempre tenían la misma finalidad y objetivo el cual era llevar el embarazo a término en el que se obtuviera al ser nuevo conjuntamente con la madre sanos.
Se creía que aquellos factores determinantes durante un parto y en el proceso del embarazo eran el útero o matriz conocida comúnmente, se le atribuía movilidad y capacidad de errar por el cuerpo; en consecuencia, será capaz de producir alteraciones en el parto además de enfermedades típicamente femeninas. Se considera que la mujer está dominada por él y que su carácter es reflejo de esta inestabilidad uterina. Esta interpretación entendemos que tiende a mencionar que la gestación es un bien necesario para las mujeres ya que, de lo contrario, el útero se exalta produciendo problemas futuros cuando la mujer llegaba al proceso de parto.
Esto siempre se mantenía unido a un sano matrimonio por lo cual si un embarazo llegaba a su culminación sanamente y con el visto bueno de la que atendería el parto marcando un destino en matrimonio y maternidad satisfactorios aun cuando esto no quería decir que estuvieran libres de la impureza que había en ellas, se mantenía la creencia atribuyendo a las mujeres como contaminación e impureza por la “naturaleza” de sus funciones biológicas. Los fluidos corporales femeninos fueron considerados contaminantes siendo los más representativos la menstruación y los relacionados con los fluidos del parto.
El parto hacía impura a la mujer y a quienes le ayudaban por lo que era necesaria una ceremonia ritual después del parto para purificar tanto a la madre como a la comadrona esta característica de contaminación se considerada peligrosa para el ser humano dando lugar a una representación que interviene en la organización de un determinado orden social, cuyo simbolismo refleja la forma de relación entre hombres y mujeres y por el que se otorgó un estatus de inferioridad a las mujeres.
Durante la era cristiana estas profesionales gozaban de un reconocimiento social establecido, pero la ideología de esta religión mantuvo y contribuyó a reforzar la inferioridad y subordinación de las mujeres. Se atribuye a las matronas el hacer de la obstetricia durante los años 750 a 1100, la matrona era pues la encargada del cuidado a las mujeres y todas las operaciones eran siempre practicadas por las comadronas solo se mencionan atenciones de mujeres con posición social mientras que en áreas rurales cualquier mujer con cierta experiencia ayudaba al nacimiento.
Estas mujeres eran miembros de la misma comunidad y partícipes de las mismas formas de socialización que las mujeres a las que atendían y, por tanto, compartían con ellas preocupaciones y problemas, el parto estaba estrechamente relacionado con la muerte según la habilidad de la que atendiera el parto y en qué situación se encontrase.
En esta época la aportación de la medicina no tenía avances para la atención de la embarazada por lo cual no se incluían a la prestación de los servicios a las mujeres dando como función de las comadronas la atención de los partos y por lo cual los médicos en ese entonces no tenían por qué participar así mismo que eran dominados por la ideología de la religión y principales representantes de la iglesia dando termino a la mujer como representantes de Eva pecadora ya que el modelo de virgen y madre propuesto por el cristianismo fue inalcanzable.
Por ellas se transmite el pecado original a toda la humanidad siendo llamadas impuras en el que se desarrolle la realidad reproductiva, aunque la Iglesia condenaba la superstición, se admitía que para alejar los problemas del parto, se mantuviera la costumbre de usar amuletos o de realizar sortilegios que proporcionaran protección, así como buscar a una virgen o santo que cumpliera o reforzara la misma función el cual les otorgara el perdón por el pecado que se asumía cargaban con ellas por ser mujeres preñadas dando origen a la idea que antes del parto la mujer se confesara para evitar complicaciones durante el proceso del nacimiento.
Durante cierto tiempo de la era media se introdujo la idea de presencia de brujas por lo cual las mujeres eran el primer objetivo de descendencia de ellas y llegaban a pensar que si una mujer tenía habilidades extraordinarias ante los procesos de partos eran vistas como probable bruja en consecuencia daba el temor a que las mujeres pudieran asumir las mismas prerrogativas masculinas en el tiempo en que la medicina parecía comenzar su expansión aun cuando necesitó del saber empírico de las curanderas y matronas para crear su propio cuerpo de conocimientos.
El nacimiento ha estado asociado tradicionalmente al espacio de lo misterioso y lo imprevisible. El embarazo y el parto han sido rodeados de ritos, atribuyendo propiedades mágicas al cordón umbilical, las membranas o la placenta sobre los cuales se imaginó que conferían poder a quienes los utilizaba la asociación entre nacimiento, mujer y brujería tuvo su presencia a lo largo de todo el período desencadenando dificultad y problemática a las mujeres embarazadas así como cierto rechazo a la reproductividad.
La iglesia siempre estuvo al pendiente del trabajo de las comadronas y con este hecho se dedicó a la supervisión en su celo por la salvación del alma de los recién nacidos con riesgo de muerte, a quienes la partera debía proporcionar el bautismo de urgencia; así, la demostración de buenas costumbres y moral intachable fue uno de los requisitos para el ejercicio de la partería los cuales fueron designados para el bien de la religión y la iglesia , todo este poder sobre ellas y estrictos reglamentos se debió gracias a que la medicina permaneciera anclada hasta el siglo XVII, frente a los progresos médicos en otras áreas, posiblemente porque la moral y valores de la época no permitían
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