¡El aborto no es opción!
Enviado por Eric • 10 de Diciembre de 2018 • 1.542 Palabras (7 Páginas) • 296 Visitas
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No entiendo cómo es que no tuve la verraquera de defender la vida de mi bebé, pero en ocasiones sí sacaba las uñas para defender a una partida de malparidos que no le aportaban nada a mi vida. Fue un proceso duro, pero que me ayudó a darme cuenta, que estar en esa casa no sería bueno para mi niño. Después de un tiempo me separé, volví a la casa de mi madre, quien a pesar de todo lo que yo le había hecho, nos recibió a mi hijo y a mí con los brazos abiertos. Estando allí, retomé mis estudios y todo iba bien hasta que un día, mi madre y yo tuvimos una fuerte discusión. Por este motivo decidí irme a vivir sola, mis padres se llevaban a mi hijo los fines de semana, por lo que volvía mis andadas, de nuevo cada ocho días enfiestada. En el tiempo que estuve saliendo, me reencontré con mi pasado, volví a tener contacto con el hombre que, siendo yo una `pequeña adolescente´, me hizo soñar e imaginar un futuro junto a él, Fabián.
Luego de encontrarnos por primera vez después de cinco años, nos vimos unas tres o cuatro veces en un lapso de cinco meses aproximadamente, después de esto perdimos contacto. Después de varios días, noto que tengo un retraso y decido hacerme la prueba, sin querer buscar a Fabián, temía a su reacción. Pero, ¡lo que son las cosas de Dios! Casualmente el día que me estaba realizando la prueba, me encontraba esperando los resultados, cuando de la nada, sonó mi teléfono celular y era él, Fabián. Me temblaba todo el cuerpo, no sabía qué decirle, si contarle o no. Contesté, me saludó muy normal, y me dijo que tenía ganas de hablar conmigo, yo lo tomé como una “señal divina”, decidí contarle todo, pero antes de que él me dijera algo, le aclaré que solo tenía dos opciones: responder por el bebé o hacer de cuenta que nunca había pasado nada. Esta vez no me iba a arriesgar a que le hicieran daño a mi bebé, ni siquiera con el pensamiento. Para mi sorpresa, su respuesta fue que nos diéramos la oportunidad de formar un hogar por el bebé que venía en camino. Decidimos formalizar una relación y vivir juntos, aunque yo era plenamente consciente de que él no me quería, si estaba conmigo, era porque quería darle a nuestro hijo el hogar que el nunca tuvo. A pesar de esto, yo estaba feliz, porque de alguna manera sentía que mis sueños se hacían realidad, junto al hombre que amaba, porque ¡sí que lo amaba!
En mi primera ecografía, nos llevamos una enorme sorpresa, no tendríamos uno, sino dos hermosos hijos, lo único que hicimos Fabián y yo, fue mirarnos fijamente. Yo lo único que esperaba era su reacción, con una sonrisa nerviosa, me tomo de la mano y prometió no dejarme sola. Al pasar de los meses y después de tanta espera, por fin llegó el día, nacieron nuestros bebés. La relación entre nosotros no estaba bien, él era seco, grosero, brusco, aunque yo no dejaba de intentar sorprenderlo, consentirlo, hacer lo posible para que me empezara a querer, pero mis esfuerzos por lograrlo parecían inútiles. Así estuve con él varios años, con momentos felices, amargos, en fin. Pero como el que persevera, alcanza, nuestra relación empezó a mejorar, él era más atento, cariñoso, detallista, hasta que llegó el día en que teníamos una reunión familiar y en frente de todos, este hombre se puso en frente mío, sacó una cajita muy pequeñita y mirándome a los ojos, me pidió que me casara con él. Por supuesto, yo rompí en llanto, porque creí que jamás llegaría ese momento, pero ¡llegó!
Eso fue hace cinco años y aunque aún no hemos podido casarnos, más que todo por motivos económicos, pues él es quien trabaja y sostiene nuestro hogar, pero estamos ahorrando muy juiciosos, porque queremos vivir en bendición.
Hoy quise contar mi historia, porque no quiero que nadie pase por algo similar a esto. Formar un vínculo de confianza en familia es lo mejor que podemos hacer. Tratemos de fortalecer los lazos con nuestros hijos, escuchemos sin juzgarlos, todo tiene solución, no permitamos que ellos nos conviertan en una especie de “enemigos”, de esos a los que hay que esconderles todo. Pero sobre todas las cosas, démosle todo nuestro amor.
¡El aborto no es opción!
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