El desempleo en CEUTEC SPS

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El desempleo golpea fuerte a los egresados universitarios.

Los estudios y encuestas realizadas por la Secretaría de Trabajo y por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indican que ocho de cada 10 jóvenes graduados tienen problemas para obtener un empleo.

En su orden, los profesionales de administración de empresas, química y farmacia y microbiología, son los que enfrentan las mayores dificultades para encontrar un puesto laboral.

Le siguen informática administrativa, mercadotecnia, derecho, ingeniería civil, contaduría pública y psicología que son complementadas en esta clasificación por las carreras de ingeniería agronómica e ingeniería en sistemas.

El porcentaje de desempleo es menor para los graduados de las áreas de odontología, medicina, ingeniería eléctrica industrial, comercio internacional, administración pública, administración aduanera y periodismo.

La lista abarca a quienes han sido formados en las especialidades de ingeniería industrial y gerencia de negocios, en tanto que los profesionales de pedagogía, letras y lenguas y enseñanzas del idioma inglés representan el sector con las mejores perspectivas de empleo.

Los especialistas en finanzas son los que reciben los salarios más altos, junto con los profesionales del derecho y de las ciencias matemáticas y de la ingeniería industrial.

Y los universitarios que reciben las remuneraciones más bajas son los que corresponden a las áreas de la psicología, la educación comercial, la mercadotecnia, letras y lenguas, ingeniería mecánica, odontología y ciencias sociales.

El tiempo promedio dedicado por los recién egresados universitarios para la búsqueda de un trabajo es de 10 meses y, en promedio, su salario base es de 11,200 lempiras.

En los últimos cinco años, la cantidad de egresados de nivel superior asciende a 26,700, sólo en lo que corresponde a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

El año pasado se contabilizaron 5,277 graduados, alrededor de tres mil menos que en 2011, cuando cerca de 8,000 egresados recibieron su título de educación universitaria.

Si se toma en consideración que nada más el 20 por ciento de los profesionales de enseñanza superior logran colocarse en un cargo laboral, significa que desde 2008 a 2012, por lo menos 21,300 personas formadas en distintas disciplinas han atravesado dificultades y enfrentan problemas de empleo.

Los indicadores revelan expresamente que La enseñanza superior requiere ser objeto de un nuevo enfoque y su oferta académica necesita ser ajustada a las exigencias del mercado laboral, en función del perfil profesional que demanda el país, a fin de colocarlo en el ritmo de desarrollo programado.

Obtener un grado académico universitario no ha sido para un buen número de hondureños su pasaporte para salir de la pobreza. Son profesionales que a pesar de contar con un título universitario no encuentran empleo o son subempleados o no les pagan bien.

Desempleo… ¿Qué es?

Un tema que sin duda es muy relevante a la hora de hablar de economía y de crisis, es el del desempleo, por ello en este artículo les hablaré sobre él; el qué es, de qué manera nos afecta siendo pasantes universitarios y desempleados, cómo se presenta en la sociedad y de qué formas lo hace, en fin, en los siguientes párrafos se describen todos sus aspectos, los que pienso que todos debemos conocer, ya que es un problema que se presenta en nuestro país con cada vez más frecuencia y que tarde o temprano nos podemos ver afectados directa o indirectamente por él, por todo ello considero importante comprender todo lo siguiente.

Ahora bien, no sólo es importante el tener empleo, sino la calidad del empleo, es decir, el salario, la jornada laboral, las condiciones de empleo, la estabilidad, la seguridad social, entre muchos otros elementos.

Cabe destacar que el desempleo ocasiona a la sociedad tanto un costo económico como social. El costo económico corresponde a todo lo que se deja de producir y que será imposible de recuperar, esto no solo incluye los bienes que se pierden por no producirlos sino también una cierta degradación del capital humano, que resulta de la pérdida de destrezas y habilidades. Por otro lado, el costo social abarca, como se ha dicho, la pobreza e inquietud social y política que implica el desempleo en grandes escalas. Las personas sometidas a una ociosidad forzosa padecen frustración, desmoralización y pérdida del amor propio. Aunque este costo social es muy difícil de medir, es objeto de una profunda y general preocupación por el impacto que tiene en la sociedad.

Algunos de los problemas que genera el desempleo en la sociedad incluyen la pobreza creciente, el crimen, la inestabilidad política, los problemas de salud mentales, y la edición disminuida en la economía. El desempleo de aumento también levanta la tarifa de crimen, la tarifa del suicidio, y anima mala salud.

Desempleo, preocupación principal

Sin duda alguna, la crisis económica que atraviesa el país constituye la principal preocupación a los estudiantes y hondureños. Los estudiantes de CEUTEC señalaron que el desempleo los está “asfixiando” porque de éste deriva el aumento de la pobreza; en muchos hogares sólo trabaja el padre y al quedar desempleado, la familia pierde la fuente de ingresos para alimentarse, vestirse y sufragar los gastos escolares, entre otros.

La esperanza de decenas de personas actualmente estudiantes y desesperados por conseguir un trabajo crece cada día más. Y aunque en los primeros nueve meses las opciones laborales eran pocas, el panorama, para este último trimestre es más alentador.

Así lo demuestra la base de datos de la oficina regional del Ministerio del Trabajo, que tiene a la fecha 350 vacantes en distintas áreas, al igual que las bolsas de empleos que promueven organizaciones empresariales sampedranas.

La mayoría de los sampedranos han empezado a vivir la “agonía” desde hace aproximadamente dos años, cuando comenzaron a sentirse los primeros golpes producto de la recesión mundial, principalmente en la maquila hondureña, que sólo en los últimos cuatro meses del año despidió a 15 mil trabajadores porque los pedidos de producto textil de arneses, principalmente, cayeron en casi la mitad. Muchas, especialmente las de capital asiático, decidieron cerrar y abandonar el país.

Algunas sí cumplieron y cancelaron los derechos laborales a sus empleados, mientras que otros ex operarios quedaron burlados