Gobierno rico con pueblo pobre

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Lo que está mal en México:

La estructura fiscal en nuestro país, implica que los mismos sigan siendo los responsables de toda la recaudación, pagan más y deducen menos. No crecemos al ritmo que lo hacen nuestros similares. Que somos dependientes de países con mayores riquezas que el nuestro, tal es el caso de los Estados Unidos de América. Sigue estando mal, que nuestra recaudación recae demasiado en Pemex, en un recurso que se agota y se reemplaza en el tiempo. Que teniendo tanto los recursos como el presupuesto aprobado, el gasto no se ejerce adecuadamente, no permea y la economía doméstica lo resiente. La burocracia, la corrupción, la dificultad y excesiva tramitología para abrir un negocio y generar bienestar, falta de fuentes de trabajo. La inseguridad que tiene a la economía estrangulada; a los costos de producción inherentes al negocio, hay que añadir la seguridad, las cuotas, los derechos de piso, etc., etc. Podríamos recibir mucho más turismo, pero la prensa internacional destaca la realidad y muchos optan por otros destinos, talvez menos bonitos, más caros, pero ¡más seguros!

Es evidente que en algún punto se rompió la cadena de responsabilidades o del lado de los gobernantes por su corrupción y/o del lado de los ciudadanos por su falta de participación cívica. Esto desató una amenaza real, constante, del mal sobre del bien.

Para hablar sobre el equilibrio de entre estos factores, debemos partir de la entidad principal: el Estado, la persona moral que nos representa a todos los mexicanos, y que es operado por los poderes de la República, los cuales hoy se encuentran débiles y muchas veces coludidos con el mal.

La descomposición, por lo tanto, empezó en el gobierno; desde dentro creció este gran monstruo que carcomió la unidad política. El mal, representado por el poder corruptor del dinero, se infiltró en la sociedad a grado tal de sumergir al país en una profunda indiferencia.

¿QUÉ POSIBLES ALTERNATIVAS DE SOLUCIONES ACEPTADAS Y DURADERAS PROPONDIAN PARA CONVATIR DICHO FENÓMENO SOCIAL?

A mi parecer, existen diferentes formas de combatir dicho fenómeno social como lo es cambiar las prioridades que el gobierno maneja para así brindarnos una mejor calidad de vida, ofreciéndonos un ingreso monetario real que sirva para la subsistencia de las familias mexicanas, un empleo de calidad que ayude a combatir el vandalismo ayudando a los jóvenes y a los adultos mayores a vivir de una forma digna la cual ayudaría a combatir el vandalismo, una buena alimentación para de igual forma que deje de existir tantas muertes a causa de hambres y deshidratación por no contar con una calidad de vida que ayude a sustentar dichas necesidades, una salud digna en la que no nieguen atenderte a causa de no contar con un seguro social, así mismo que las personas puedan acudir a hospital privado pagando los gastos el mismo gobierno, una educación que vaya en acorde a los países de primer mundo, una vivienda digna, así mismo transportación, entretenimiento y diversión, para mejorar la calidad de vida entre la población y así dejar las diferentes formas de distracción con las que cuenta actualmente la sociedad como lo son sexo, alcohol, drogas y sustancias dañinas para la salud.

¡Dejemos el mal gobierno! Y eso no significa emprender una guerra como hace casi 200 años lo hicieron los insurgentes. En cambio, implica que por un lado el gobierno sea tan bueno para entregar resultados como lo es para escribir comunicados y expresar sus “compromisos” a pesar que algunos continúan olvidados. Y por el otro, requiere que los ciudadanos tengan las herramientas y actitud necesaria para hacerles rendir cuentas.

Por supuesto, esta tarea no es sencilla en ninguno de sus frentes; pero tampoco es algo que otros países no hayan logrado. Precisamente, esa fue una de las motivaciones para empezar este blog: discutir tanto problemas como posibles soluciones.

La solución perfecta sería eliminar completamente a todos los funcionarios corruptos que hay en el país, y que los mexicanos tuviéramos una mentalidad diferente y que completamente todos apoyemos a México, pero eso, no podremos lograrlo si no comenzamos por cambiar primeramente nosotros mismos y enfocarnos en el derecho a elegir que todos como ciudadanos tenemos.