NARCOTRÁFICO V/S. TRANPARENCIA POLICIAL

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Pero siempre he dicho que la justicia divina es grande y que en una institución como la nuestra no todos son malos, no todos son corruptos y gracias al trabajo de los honestos, se logra alcanzar los resultados esperados; fue así como un grupo de valerosos hombre se dieron la tarea de hacer un buen seguimiento, que conllevo a la muerte de este delincuente que tanto daño le hacía a la sociedad; y, es allí donde se evidencia el porque es triste que una región se acostumbre a vivir del narcotráfico; pues cuando se cae la cabeza principal, todo se derrumba y es allí donde la economía empieza a tener sus altibajos y poco a poco se van cayendo todos esos imperios y empiezan la crisis económica, que conlleva a que la personas caigan en la pobreza absoluta y tengan que empezar de nuevo.

Para concluir el presente ensayo, mi propuesta se fundamenta en acabar con la corrupción al interior de la institución, es fundamental contar con hombres y mujeres dispuestas a neutralizar el accionar delincuencial y si todos colocamos nuestro granito de arena, podremos lograrlo, solo se necesita de algo tan valioso como es la honestidad; entonces el mando central debe focalizar sus esfuerzos en buscar estrategias contundentes con las cuales se pueda combatir este flagelo que aqueja a la institución y por ende repercute en la comunidad. Esta situación se torna más critica cuando los que deben liderar y dirigir a los subalternos son los que incurren en este tipo de conductas, porque se resquebraja el principio de autoridad, la confianza, la disciplina y el orden, además que son hombres que no miden la crueldad de sus actos que llenan de vergüenza y oprobio el alma de la Institución.

Nuestra respuesta ante tanta indignidad, no puede ser otra que la de continuar buscando, con mayor vehemencia, desterrar para siempre el flagelo estigmatizante de la corrupción y la infame presencia de sus autores en nuestras filas. No podemos permitir que ningún tipo de corrupción prospere, todos debemos ser guardianes de nuestro entorno, denunciando, con argumentos y pruebas, a quien cometa algún acto irregular, controlando de manera rigurosa al personal que está bajo nuestro mando, aplicándoles una sanción moral y social y paralelamente, una acción ejemplarizante de tipo disciplinario y penal, para que sientan, de manera inmediata y oportuna, los efectos de sus errores.

Si queremos alcanzar la visión de una Policía: sólida, competente, confiable y comprometida es necesario erradicar la corrupción en su más mínima expresión, si los casos de corrupción se destapan, significa que están siendo denunciados, que estamos obrando contra ellos y que los culpables, sean quienes sean, van a pagar por sus actos deshonestos. Lo verdaderamente grave sería que no se conozcan y que los responsables sigan delinquiendo a sus anchas.

Referencias

www.elespectador.com/noticias/.../historia-del-narcotrafico-colombia-articulo-632364

www.elpais.com.co/.../la-evolucion-del-narcotrafico-en-colombia-durante-los-ultimos.